17.Promesas rotas

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La brisa en su espalda la despertó, además hacia minutos que escuchaba pasos de aquí para allá y no podía coincidir su sueño. No sabía ni en qué día estaba ni si se había perdido las clases.

Con cierta dificultad abrió los ojos mirando a su alrededor.

El susto que se llevó al ver que no estaba en su habitación y que en realidad era la de su mejor amiga fue uno grande.

Sintió frío en su abdomen y bajó la mirada mirando su torso desnudo, solo estaba en ropa interior.

—¡Ahhh! No puede haber pasado —gritó internamente observando la espalda desnuda de su mejor amiga.

Curiosa observó bajo la sabana y vio que Momo también estaba igual con ella.

—No recuerdo nada —se llevó las manos a la cabeza golpeándose su rostro repetidas veces.

Lo último que recordaba era estar sentada en el sofá del local al que la invitaron Vernon, recordaba algo de Joy y que dijo de ir a buscar a Momo, pero a partir de ahí tenía lagunas...¿Podría ser posible que Momo y ella...?

Hirai se revolvió notando que su amiga ya se había levantado.

—Buenos días —decía desperezándose con el pecho descubierto para levantarse y buscar una camiseta grande.

Sana estaba colorada y para nada habladora.

—Por qué, cómo...

Momo la miró y rió negando con la cabeza. "Así que no recuerda nada" pensó la mayor tendiéndole ropa para que se pusiera.

—Después de estar con Vernon y así viniste a buscarme, te encontrabas mal, te subí a mi habitación y de repente vomitaste todo —explicó terminando de vestirse —Te quite la ropa porque no iba a dormir contigo llena de vomito.

—Lo siento...

—Da igual, me manchaste a mi también pero ya sabes que suelo dormir sin sujetador —señaló su pecho —Es más cómodo.

—Gracias Momo, no sé qué haría sin ti. Enserio.

La mencionada sonrió y se acercó lentamente para golpear el hombro de Minatozaki.

—Tu madre piensa que te has quedado hasta tarde estudiando...deberías de dejar de salir tanto. Y menos con Vernon.

—Se me fue de las manos —se sobó el hombro fingiendo estar adolorida.

Momo suspiró y se sentó al lado de Sana quien ya terminaba de vestirse.

—¿Recuerdas lo que pasó?

—Solo recuerdo el principio, hasta el reto de quien bebía más chupitos...nada más.

—¿Nada más? —inquirió de nuevo Hirai.

—Sí enserio, no recuerdo nada.

Sana distinguió una mirada rara en los ojos de Hirai ¿acaso había pasado algo?

—Da igual vamos a desayunar, seguro que algo caliente te viene bien ahora.

Lo que más necesitaba en ese instante ya lo había tenido de por sí: El calor que siempre le había proporcionado la compañía de Momo.










Sana's harem | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora