𝚅𝚒𝚎𝚗𝚎 𝚢 𝚅𝚊~𝙹𝚊𝚌𝚔 𝙲𝚘𝚗𝚠𝚊𝚢

•9.2•

-Mamá atrápame- Jackie le gritó a Melissa-

Mel atrapó a la pequeña para después abrazarse y repartirse besos por el rostro.

-Te amo mami-

-Yo también te amo mi niña- besó su mejilla- Bueno, amor tenemos que ir a comer, quedamos en llevarle algo a Conway-

-Haber si le gusta lo que le llevemos, ya ves que a él nada le gusta- ambas comenzaron a caminar-

-Ya encontraremos algo-

Esta vez, venían caminado, Melissa había optado por salir un rato al parque para después ir a comer con Conway en comisaría, caminaron algunas cuadras después, mientras pensaba bien en que podían comprar para comer.
Estaban por atravesar la calle cuando una camioneta color negro se paró frente a ellas.
Melissa trago saliva y tomó fuerte de la mano a su hija, para después colocarla atrás de ella.
Cuatro encapuchado bajaron de esta con armas largas, las apuntaron, causando que la gente que estaba cerca se alejara corriendo.

-Dame a la niña- Melissa negó-

-Joder, no hemos hecho nada, por favor es una niña- uno de ellos tomó a la niña quien comenzó a gritar-

-¡Mamá! ¡Ayúdame!- Melissa se movió, pero se quedó de nuevo quieta cuando una de las armas le apuntó en la cabeza-

-Súbanla rápido-

En un abrir y cerrar de ojos, ellos desaparecieron, los ojos de Melissa comenzaron a llenarse de lágrimas, una pareja se acercó a ella.

-¿Podemos ayudarla?- la chica tomó su brazos-

-No me toques- Melissa se zafó del agarre-

Tapó su rostro para después soltar en llanto, todo había pasado tan rápidamente, ni siquiera había podido reaccionar para poder ayudar a Jackie.
Saco su teléfono para marcar al único número que podía ayudarla en este momento.

Narra Conway:

-¿Qué quieres a cambio de otro rehén?- me cruce de brazos-

-Bueno, quiero dos segundos- mi teléfono comenzó a sonar-

-Bien, en cuanto suene el claxon comienzan los dos segundos, ahora, el último rehén-

Dejé de lado el sonido del teléfono, hasta que la negociación se empezó a complicar, comenzaba a alterarme, los gilipollas que tenía enfrente no se decidían y el teléfono no dejaba de sonar. Lo saque de mi bolsillo, mostrándome el nombre de Melissa.

-Volkov- mi comisario asintió y se acercó a la puerta para seguir con la negociación-

Tome la llamada, escuchando al instante el llanto de mi mujer.

-¿Qué pasa?-
-Jack, Jack la niña- trague saliva, su llanto se apoderó de ella-
-Melissa necesito que te calmes, ¿dónde está Jackie?-
-Se la llevaron Jack, no sé dónde está, por favor ayúdame-
-Amor, ¿dónde estás?-
-Estoy a unas cuadras del parque-
-Melissa necesito tu ubicación, no te muevas-
-Jack, tienes que encontrarla-
-No te muevas-

Colgué el teléfono subiéndome al patrulla, mis agentes comenzaron a llamar mi atención, los ignoré, ahora les diría qué pasó. Tome la radio.

-Necesito a dos patrullas en mi 10.20, cagando hostias-

Algunos minutos después llegue al lugar donde Melissa me había mandado su ubicación.
Salí de la patrulla, viendo como una pareja la tomaba de los brazos, estaba totalmente desesperada, su maquillaje estaba corrido.
La gente me observó, para después comenzar a murmurar cosas, se alejaron, pues sabían cómo era, suspire acercándome a ella.
Sus brazos cubrieron mi cintura. Al momento las dos patrullas que había solicitado llegaron al lugar.

-Dime qué pasó- ella se separó de mi cuerpo para mirarme-

-Estábamos de camino para ir por la comida- paro un momento, para después sollozar- una camioneta negra llegó y nos apuntó con armas largas, me pidieron que les diera a la niña pero les dije que no, me la quitaron y se la llevaron-

-Necesito que hagan interrogatorio, cualquier cosa que la gente haya visto lo anoten y me lo manden a mi despacho, a mover el puto culo maricas-

Subimos a la patrulla para después ir a comisaría, la preocupación comenzó a correr por mi cuerpo, ¿qué carajo haría si la pierdo?

Mire de reojo a Melissa quien pasaba sus dedos por debajo de sus ojos limpiando sus lágrimas. Entramos a mi despacho.

-Necesito interrogarte-

-Jack, ¿si la matan? Yo no sé qué hacer sin ella- colocó sus manos en su pecho-

-Melissa, tenemos que esperar, ahora quiero que me digas todo lo que viste-

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Algunos minutos después de que ella le contara todo lo que había pasado, había indicado que encendieran alerta roja.

Tenía a mis comisarios en mi despacho, ya habían ido a revisar todo Los Santos si había algún rastro de Jackie.
Era inútil, no teníamos nada de ella.

Saque el humo de mi boca, para después tomar mi cien frustrado. Mire a la ventana de mi casa, para después recargar mi cabeza en el sillón, Melissa estaba dormida en mis piernas sobre una almohada, por fin había podido calmarla.
Acaricie su cabello, para después comenzar a inundarme en mis pensamientos, ¿quién iría tras una niña?

No quería pensar mal, pero estaba sospechándolo de su padre, era el único que quería acabar con Melissa.
Era tan hijo de puta, que comenzaba a pensar en que si había asesinado a su madre.

Estaban tan bien, hasta que de nuevo volví a tenerlas cerca de mi, por algo estaba plenamente seguro que lejos de mi estarían seguras.

Apague el cigarro cuando vi que Melissa abrió los ojos, se levantó para dejar de lado la almohada con la que estaba acostada, se sentó sobre mis piernas para después abrazar de mi cuello.

-Te juro que todo estará bien mi amor- ella asintió-

-Confió en ti Jack-

-Nuestra hija pronto estará con nosotros, sólo quiero que estés tranquila, confía en mí-

-¿Aún no llaman?-

-No, no sueltes el teléfono por cualquier cosa-

-¿Está mal pensar que es mi padre el que hizo eso?-

-Llevó pensando en eso toda la tarde- suspire-

-Desearía que fuera el, confió en que no le hará nada, ya no me importa nada Jack, sólo quiero que esté bien-

-Va a estar bien-

Ella se levantó, para después tomar mis labios con los suyos, tome sus mejillas pegando aún más nuestros rostros.
Con mis dientes jale de su labio inferior, debía de estar para ella, Jackie era lo único que teníamos juntos, iba a encontrarla costara lo que costara.