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Me quedé callada observando que hacía Conway, conducía atento al camino, las esposas comenzaban a lastimar mis muñecas, me moví incómoda.

- ¿Qué pasa muñeca? ¿Qué te molesta? - sonrío de lado y me miro por el espejo retrovisor-

-Me molestan sus esposas- dejé de moverme y me acerqué un poco para que sintiera más mi presencia- ¿Cuál será mi castigo superintendente? -

-Ya veras, ya verás- poco a poco nos fuimos alejando de la ciudad-

Trague saliva cuando me saco del auto y me llevo a una casa en medio de la nada, supe que aquí era donde venía a torturar a gente, o también venía y se follaba a la primera que se le cruzará.
Al entrar a la casa tenía mal olor, había muchas cosas, entre ellos armamento y muchos cuchillos.
Era más que evidente que era su lugar de tortura, había una silla en medio de toda la habitación, la habitación era iluminada solo por un foco, así como los sótanos de las películas de terror.

-Ahora princesa, vamos a ver quién manda- quito de las esposas, me sentó en la silla y amarró de mis manos con unas cuerdas que estaban en ella- vas a obedecerme, vas a hacer caso a todo lo que tú superior quiera- sonreí ante aquella petición-

-Haré lo que quiera- insinúe tranquila-

-Muy bien, ahora dime, ¿Por qué carajo estás vendiendo porros con la Paqui? - acercó su rostro al mío, conectado nuestras respiraciones-

-Solo para pasar el rato- mire sus ojos, pero fue inútil, pues tenía sus lentes obscuros en ellos-

-Crees que pasar a la federal solo sea un rato- recorrió con su dedo mi brazo izquierdo hasta llegar a mi pecho-

-No pensé que fuera tan peligroso meterme con las autoridades de esta ciudad-

-No sabes con quien te metes nena- pasó su dedo por en medio de mis pechos hasta llegar a mi ombligo-

Eso de llevar blusas cortas y un poco escotadas ya no me está gustando.

-Lamentó si en algún momento infringí las leyes, pero es que es inevitable, por volver a encontrarme con un bombón como usted, soy capaz de hasta matar- el sonrío y volvió a pasar su dedo por mis pechos-

- ¿Así que matar? - asentí inocente y mordí mi labio- Melissa, tan inocente como siempre- acercó su cabeza a mi cuello y fue depositado besos-

-Venga súper, deme ya mi castigo- cerré mis ojos al sentir el mordisco en mi lóbulo de la oreja-

-Por ser niña buena, no te daré tu castigo- pasó su boca por mis senos y no pude evitar soltar un jadeo- pero no quiero verte cerca de esa vieja- abrí mis ojos-

-La Paqui ha sido muy buena persona conmigo- el negó-

-Esa vieja tiene cargos, no tardó en meterle una perpetua- se levantó- recuerda bien lo que te digo Melissa, "No Te Quiero Cerca de esa Vieja"- suspiré y asentí-

-Bien, lo que usted diga- comenzó a desamarrar mis manos- pero dígame algo antes- el giro a verme y asintió- ¿va a dejar así la situación? - mire a su entrepierna-

-Tengo dos manos muñeca- soltó una risa y siguió con lo suyo-

-Yo también tengo dos manos- lo mire coqueta-

-Muy bien, úsalas creo que te servirán de ayuda- lo mire mal y él volvió a sonreír-

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Llegamos a la parte trasera de comisaría, Jack me dijo que tendría que cachearme, pues no pude decir que no, estaba bajo arresto.

Me puse contra la pared, él comenzó a pasar sus manos por mi cuerpo, sin ningún cuidado apretaba de mi trasero y de mis senos.
Es que aparte de pasar una noche aquí, de dejarme con las ganas, también me manosea el muy descarado.

- ¿Así tocas a todas las que arrestas? - pregunté algo incomoda-

-Solo en casos especiales- pego su cuerpo al mío y me hablo al oído- tu eres el único caso especial que me ha tocado- bajé la mirada-

Hay Dios dame paciencia con este hombre, termino de cachearme y entramos al edificio.

-Es que no, no me dejes aquí, te lo pido por favor- le supliqué, mientras bajábamos las escaleras para ir al calabozo-

-No es una opción nena, eso hubieras pensado antes de ponerte a vender droga- hice un puchero y él negó-

-Jack, hago lo que sea, pero no me dejes una noche aquí- jale de su brazo y él volvió a negar-

-Seré bueno, te dejo esta noche y mañana desaparecen tus cargos junto con la multa, también te dejaré con tu súper amiga la Paqui, te despides de ella y le dices que no te vuelva a buscar en toda su puta vida- abrió la puerta y yo entré por esta- mañana vengo por ti Melissa-

Abrió la celda y me dejo entrar donde estaba Paqui, cerró la puerta y se alejó.

- ¿Cómo te fue? - me senté a su lado y suspire-

-Nada del otro mundo- me acurruque en su hombro- Paqui, ¿por qué no puedo tener una vida tan loca como la tuya? -

-Yo he pasado por muchas cosas pequeña, y creo que cómo estás, está muy bien, no quieres llevar una vida como la mía, tenlo por seguro-

-Es que te veo tan feliz con el Paco y no sé, siento que me hace falta algo- me levante y la mire a los ojos-

-No creo que te haga falta algo, a lo mejor te falta aceptar ese algo-

¿Ella tendría razón?
¿Me hace falta aceptar que quiero regresar con él?
Hay no sé, pero necesito más señales para saber si voy en buen camino.

𝚅𝚒𝚎𝚗𝚎 𝚢 𝚅𝚊~𝙹𝚊𝚌𝚔 𝙲𝚘𝚗𝚠𝚊𝚢Where stories live. Discover now