𝚅𝚒𝚎𝚗𝚎 𝚢 𝚅𝚊~𝙹𝚊𝚌𝚔 𝙲𝚘𝚗𝚠𝚊𝚢

•45•

Ya había pasado más de un mes y medio, desde la vez que Conway me había descubierto, no habíamos hablado del tema pero si había notado que me había puesto a unos de sus agentes a cuidarme las espaldas.
No sabía si desconfiaba de mí, pero había estado más tranquilo conmigo, estábamos llevando las cosas con calma y realmente me agradaba la situación por la que estábamos pasando.

-Buenos días- salude a Samira quien estaba en la cocina haciendo el almuerzo-

-Buenos días Mel- me sonrió mientras movía el huevo que estaba cocinando en una cazuela-

-Que rico huele- aspire el aroma que esté estaba desprendiendo-

-Melissa ¿puedes servir el licuado que hice que está en la licuadora? - asentí y me puse de pie para sacar unos vasos-

Mire el licuado que se veía muy apetecible, lo serví en un vaso y después lo tome para darle un sorbo. En cuanto estuvo en mi boca lo escupí.

-Melissa que grosera- me regañó mirando lo que acababa de hacer-

-Grosera mis cojones, ¿qué le echaste? sabe horrible- apagó la estufa y se acercó a mí para probar el licuado-

-Que dices, si sabe muy bien- lo acerqué a mi nariz para olerlo, me comenzaron a dar horcajadas- Melissa no seas así, es licuado de plátano con avena- volvió a tomar del vaso- es que en serio sabe muy bien-

-Sabe mal- hice cara de asco- Mejor haz leche con chocolate-

-Hice un galón de leche, se desperdiciará mucho- miro la licuadora que casi estaba llena-

-Los licuados no son los tuyos-

-Qué mala eres Melissa-

-Es que enserio me sabe muy mal- quise volver a tomar de él, pero esta vez salió por mi boca la poca comida que tenía en mi estómago-

-Que guarrada acabas de hacer- me miro con asco mientras me miraba-

-Lo siento- limpié mi boca para después salir al patio para tomar los utensilios de limpieza y limpiar el vómito- Joder que asco-

-Mejor dejemos el licuado de lado, te haré tu leche con chocolate-

- ¿Mejor no se te antoja un frappé de oreo? - se me hizo agua la boca de tan solo imaginarlo-

-Melissa no tenemos oreos- fruncí mi boca-

-Hoy toca hacer las compras de la casa, iré y compraré mis oreos-

-Bien, para darte mi lista de lo que me hace falta-

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Seguí caminando con el carrito de las compras, había comprado algunas galletas y unos helados que se me había antojado.
Se veían muy bien en la presentación que ponían.

Me dirige a la caja para pagar todo lo que había tomado.
Salí del supermercado con las bolsas en mis manos para llegar al auto y dejarlas ahí.

Doble una esquina, cuando una furgoneta se paró justo al lado de mí, giré a verla confundida, en cuanto vi que de ella bajaron dos encapuchados quise correr, pero ya me tenían rodeada.

-Sube a la furgoneta- me apuntó con su arma y asentí-

Subí en ella sin decir más, era más seguro que les hiciera caso, aún que no sabía si saldría viva de esta.

Uno de ellos giró a verme, para después darme un culatazo con el arma.

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Estaba confundida, sentía movimientos en mi entre pierna, la sensación de ser penetrada era una de las cosas que más disfrutaba, era un jodido dolor placentero.
Todo me daba vueltas. No podía enfocar bien mi vista, cerré mis ojos y comencé a tranquilizarme, cuando abrí de ellos la imagen del cuarto medio obscuro era más clara, dirigí mi vista a quien estaba sobre mí, encontrándome con una cara conocida, él era con uno de los que le vendíamos droga para que la distribuyera por la ciudad.

Caí en cuenta lo que estaba haciendo, mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, él estaba abusando de mí.

-Para- exigí mientras intentaba quitármelo de encima-

-Estoy por llegar- les dijo a otros quienes tomaron de mis manos para evitar que me moviera-

Mi ropa seguía en su lugar menos mi pantalón.

-Te lo ruego, no sigas- mi voz sé entre corto- No sigas-

Mis gritos comenzaron a escucharse por toda la habitación mientras escuchaba a los otros reír por lo que estaba pasando.

Sus fluidos corrieron por mi aparato reproductor, el gruño y salió de mí, después otro tipo que también lo conocía de vista se colocó sobre mí para después penetrarme.

No podía creer lo poco hombres que estaba siendo, todos disfrutaban de ver como uno de sus compañeros violaba a una mujer.

-Esto es para usted Superintendente- vi que uno de ellos estaba grabando-

-Por favor, no hagas esto, no tienes por qué hacerlo- le supliqué-

-Cállate de una vez maldita zorra- golpeó mi mejilla-

Deje de hacer el intento de que me soltaran, era más que obvio que sería imposible.
Eran tantas emociones que sentía, mi cuerpo estaba por desvanecerse. Cerré mis ojos y comencé a rezar para que esto pasara pronto.
Ni siquiera me había percatado que había perdido el conocimiento.

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Narra Conway:

-Quiero un puto QRR, quiero a toda la maya buscándola por todo Los Santos, los quiero armados y cualquier cosa no duden en avisarle a Volkov, Ivanov, Greco o alguno de los dos inspectores, ¿entendieron anormales? - les grite-

-10.4-

Salí a mi despacho, estaba por explotar, no sabía que iba a hacer si la perdía a ella también, cuando entre me encontré con Volkov y Greco mirando la computadora, el último tapó sus ojos y suspiro.

- ¿Qué pasa? ¿Llegó algo? -

-Conway, no sé si usted pueda ver esto- se puso delante del monitor-

-Quítate- lo aparte, abrí el archivo que acaban de enviar-

Era un video, las imágenes que mostraban no fueron de mi agrado.
La furia corrió por mi cuerpo, estoy seguro que estos no son aliados de Calavera, aparte mi vista de la pantalla y mire a mis comisarios que también miraban a otro lado.

-Tenemos que encontrarla- hablo Greco para después salir del despacho-

- ¿Son Calavera Conway? -

-Esos hijos de puta jamás se meterían con ella- tomé mi arma y salí de comisaría para comenzar a buscarla-

Después de encontrarla, voy a buscar a esos gilipollas y les haré la vida imposible.
Se arrepentirán de haberse metido con personas equivocadas.