2-Soledad

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Una vez más, el mismo sentimiento inundó el corazón de Alice. Siempre había sido así desde que se instaló en las afueras de Rulid. 

Después de llegar a Rulid hace unos 3 meses, Alice no fue bien recibida por los aldeanos. Esto incluye a su padre, Gasupht Schuberg, el jefe de la pueblo. Para ellos, ella era solo una criminal que violó el índice de tabú y entró en el Dark Territory. La única que la aceptó fue su hermana Selka. 

En ese momento, Alice sonrió al recordar la enorme sonrisa en el rostro de Selka seguida de las lágrimas que brotaban de sus ojos. Pero esa sonrisa volvió a desaparecer cuando su atención volvió al joven frente a ella. Sus ojos, que una vez estuvieron llenos de vida ahora eran completamente opacos y oscuros y habían permanecido así durante los últimos 3 meses. 

Lo primero que hizo Alice después de llegar a Rulid fue llevar Kirito a un lugar donde los recursos utilizados para las artes sagradas eran más abundantes. Un prado lleno de hierbas y flores de diversos tipos con la luz del sol en su apogeo. Las condiciones perfectas para la formación de una abundante cantidad de recursos. 

Alice usó sus mejores artes sagradas y las lanzó sobre Kirito. Inicialmente, su corazón se llenó de alegría cuando los ojos del chico se abrieron. Pero esos sentimientos pronto se convirtieron en frustración cuando los ojos de Kirito estaban completamente sin vida. 

Eso dolió, ni siquiera su mejor arte fue capaz de restaurar la alma de Kirito, ni su brazo derecho fue restaurado por una razón que ella no conseguía entender.

A partir de entonces, su rutina se había repetido día tras día. Se despertaba, cuidaba de su huerto, alimentaba a Kirito e iba a hacer algún tipo de trabajo pesado que los aldeanos de la aldea necesitaban. El pago no fue mucho, pero aun así fue suficiente para que ella y Kirito sobrevivieran.

 Alice sumergió su cuchara en la sopa de maíz una vez más y la llevó a la boca de Kirito. Masticando lentamente y tragando a la misma velocidad, estos eran algunos de los pocos movimientos que Kirito aún podía realizar, aparte de cuando extendió la mano hacia la espada rota de su mejor amigo Eugeo. 

Después de la comida, Alice llevó a Kirito al dormitorio. La casa de madera donde vivían fue construida por la propia Alice con la ayuda del viejo Garitta. Era pequeño y solo tenía una habitación con una cama.

Al principio le resultaba incómodo dormir tan cerca de él. Todavía recordaba cuando su rostro estalló en llamas cuando sintió su respiración rítmica rozar su cuello por primera vez. Pero después de un tiempo, esta restricción comenzó a disminuir. 

Ahora, Alice puso su cabeza en el ombro de Kirito y su mano en el pecho del chico, se estaba preparando para dormir. Al principio lo abrazó para tratar de obtener alguna reacción de él, luego solo por consuelo, para tratar de alejar la soledad que aumentaba cada día. 

Fue poco tiempo, pero esa noche Kirito cambió su vida. Fue él quien la salvó, quien la liberó de las garras de la administrador y le demostró que había estado viviendo una mentira desde siempre, fue él quien la hizo superar el sello de su ojo derecho y la trató como a un ser humano real y no solo como a una marioneta que solo sirve para luchar. 

Él le había prometido que la llevaría a ver a su hermana cuando terminara, pero ella nunca esperó que esa promesa fuera muy larga. Después de todo, estaba dispuesta a sacrificar su vida en la batalla final, y si eso no sucedía, entregaría su cuerpo a la verdadera Alice Schuberg. 

Eso era lo que ella era, solo una falsa personalidad/alma creada a partir de la extracción de los fragmentos de recuerdos y personalidad de la verdadera Alice Schuberg. Si el cristal que contenía el alma original de Alice Schuberg se devolvía a su cuerpo, su alma actual sería destruida. Pero estaba dispuesta a aceptar eso, después de todo este cuerpo no era de ella sino de una niña inocente. 

Pero escuchó a Eugeo decir que él y Kirito lucharían por sus respectivas Alices si las cosas no hubieran terminado de esa manera. Eugeo que quería restaurar la alma de la verdadera Alice Schuberg y Kirito que quería proteger la alma de Alice Shinthesis Thirty.

 ¿Kirito realmente estaría dispuesto a luchar por ella? ¿Y si es así por qué? ¿Por qué molestarse en luchar por una persona falsa? ¿Qué vio en ella? 

 El respeto y admiración, junto con un extraño sentimiento que aún no comprendía, crecían cada día que pasaba. Todos los días que pasaba con él. 

Pequeñas lágrimas se formaron en sus ojos, quería que él simplemente se despertara y le sonreiera de nuevo, para guiarla a través de ese mar de dudas que rodeaba su mente. Incluso deseaba que la llamara idiota como la llamó cuando los dos fueron expulsados ​​de la Catedral. 

-Kirito... Perdí mi fuerza, no me siento capaz de empuñar mi espada de nuevo. 

Estos pensamientos dolorosos traspasaron su corazón. 

-¿Qué hago Kirito? Donde voy ? El mundo te necesita ... yo te necesito ... Kirito. 

En medio de su sufrimiento, Alice se quedó dormida mientras se acurrucaba en el pecho de Kirito.

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El cielo rojo se veía hasta donde alcanzaba la vista, haciendo juego con el suelo negro que contenía solo unos pocos árboles secos.El sonido de gritos y rugidos se podía escuchar desde millas de distancia. 

- Todo está listo, estoy ansioso por devorar y aniquilar esas moscas del mundo humano. 

La voz pertencia a una criatura de piel rojiza, cabello rojo, una cabeza que parecía una mezcla entre un humano y un jabalí y un cuerpo enorme cubierto de músculos.

-Sí, ese hacha y brazaletes que llevas te otorgarán el poder de enfrentarte a cualquiera. Incluso uno de esos caballeros. 

La segunda voz pertenecía a otro ser. Aunque menos masivo y musculoso que el primero. Tiene piel verde y cabello rubio, a diferencia de la mayoría de los goblins que son calvos. Sus orejas son largas y puntiagudas y sus dientes son afilados. 

Kosogi, ese era el nombre del Goblin de la montaña que estaba planeando un ataque al mundo humano. Había logrado reunir suficiente información sobre el estado actual del mundo humano y se enteró de la muerte del Administrador. Este era el momento perfecto para atacar y finalmente conquistar ese territorio con tierra fértil. 

A diferencia de los otros goblins,Kosogi, era inteligente y sabía que la mayoría de los seres en el Dark Territory atacarían solo cuando la gran puerta cediera y eso era precisamente lo que esperaba el ejército en el mundo humano. En otras palabras, un ataque en este punto los tomaría completamente por sorpresa. 

Atacaría el mundo humano desde el norte, destruiría una pequeña aldea ubicada cerca del pasaje norte y distribuiría su ejército por todo el mundo humano de una manera furtiva. 

Después de todo, era solo una aldea pequeña y escasamente poblada lejos de la bulliciosa capital de Centoria, el corazón del mundo humano. Pasaría un tiempo antes de que se dieran cuenta de la invasión.

 Había robado algunos objetos especiales de los Hechiceros negros y logró convencer a algunos Orcos para que se unieran a él. Ahora era el momento de poner en práctica su plan. 

 Los goblins eran los más desfavorecidos en esas tierras, pero eso estaría listo para cambiar. Una sonrisa cruel apareció en el rostro de Kosogi después de estos pensamientos.

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Sí, sé que dije que podría llevar tiempo actualizarlo. Pero como hoy tenía un día libre, aproveché para escribir más. 

 Espero que lo hayan disfrutado y nos vemos en el próximo capítulo.

FRAGRANT NIGHT SKY (Kirito x Alice)Where stories live. Discover now