Capítulo 60 Final

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Es el ultimo cap de la novela, espero que les haya gustado :(

Subire el epílogo mañana

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5 meses después.

Agradezco al cielo que mis padres son los únicos que están en casa, o si no estoy sería un revoltijo tremendo. Trisha se ha encargado de llevarse a toda la familia para tomar sus ubicaciones con las pequeñas tarjetitas que les he dado.

Repaso mi apariencia frente al espejo una vez más, me acomodo bien el vestido azul rey que se ajusta perfectamente a mi cuerpo, cortesía de mis padres. Escucho un pequeño sollozo, me giro hacia la puerta de mi habitación donde mi madre tiene sus manos cubriendo su boca para evitar que se le escapen más sollozos y mi padre le acaricia suavemente la espalda.

-Estás hermosa-se acerca hacía mí, y ahí aparecen las lágrimas que estaba intentando contener, pongo mi mano en su mejilla y con mi pulgar limpio las pequeñas gotitas que caen por sus mejillas.

-Mamá-le sonrío para intentar tranquilizarla, además si sigue llorando me va a poner más nerviosa de lo que ya estoy.

-Lo siento hija, lo siento-se sorbe- es que estoy tan orgullosa de ti Lodovica -me estrecha entre sus brazos con calidez.

-Presiento que habrán más madres orgullosas-le digo, ella se ríe.

-Pero nadie más orgulloso que yo-sonríe con suficiencia.

-Mis pequeñas mujeres-mi padre nos envuelve haciéndonos reír- A por ciertose aleja de nosotras para desaparecer por la puerta un segundo y después volver con mi toga junto con el birrete.

Me ayuda a ponerme la toga mientras mi madre sostiene el birrete negro.

-¿Estamos listos?-pregunta mi madre.

-Nací preparada-le guiño un ojo.

-¡Esa es mi hija!-dice Samuel, me encamino para recoger mi pequeño bolso que descansa en la cama, cuando mi estómago se revuelve, me enderezo de inmediato y voy hacia el baño para expulsar lo que he comido durante las últimas horas.

-Deberías ir al médico Lodovica -mi madre acaricia mi espalda.

-Tu madre tiene razón hija-concuerda Samuel- A peñas ha pasado un año de la operación y necesitamos saber si esto es un efecto tardío-se que están preocupados, los repentinos mareos y las punzadas en la espalda que me dejan por lo menos sin moverme unos minutos ya me tienen un tanto asustada.

Me levanto con cuidado para evitar que una punzada invada mi cuerpo justo en este momento. He buscado en internet los efectos colaterales, y los síntomas que he presentado concuerdan con algunos que salían en esa página web, pero no quiero alarmar a nadie aún. Cepillo mis dientes y cuando termino me giro hacia ellos.

-Diego ya ha pedido hora al médico-los tranquilizo-creo que es pasado mañana la hora.

-Hablando de Diego , ¿crees que alcance a llegar?-parpadeo un par de veces y suspiro.

-No lo sé-murmuro- No ha contestado mis llamadas desde ayer- no quiero llorar, pero si no llega a mi graduación me sentiré muy mal.

-Estamos en la hora-mi padre nos apresura a salir de la casa. Tomo mi birrete y lo pongo en mi regazo de camino al colegio.

Cuando llego ya están acomodando a todos los estudiantes, así que mis padres van a tomar asiento y yo me pongo en la fila de alumno.

-¡Aquí estas!-Matt me envuelve entre sus brazos.

-Pequeña-James está sudando, no puedo evitar contener una carcajada.

-Tranquilízate hombre-acaricio su mejilla- Será el mejor discurso de despedida que ellos jamás hayan escuchado-le aseguro.

Y que importa la edad? Dievica HotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora