01│Pequeña sorpresa.

277K 9.3K 3.8K
                                    

¡Empecemos! #MiercolesDePlayboys

          

—¡Al fin! —suspiro mientras empujo la puerta mi habitación. Uh, espero que mamá no haya escuchado eso. ¿Pero quién puede culparme? El último día de clases es agotador. Mucho más si debes sentarte como imbécil pretendiendo ser miss perfección. Porque todo el mundo espera maravillas de mí. Indiana Adams, niña prodigio —o al menos era—, alumna de puras "A" y de carisma encantador. Sí, esa era yo en la escuela. Pero ya no más.

Son dos meses y medio, sin tareas, sin profesores, sin compañeros insoportables, sin perras chillonas y lo mejor... Sin playboys, esos tipos estúpidos chicos que se creen el pupo del mismo universo. Tienen el ego por las nubes, juegan con los corazones de las chicas como si fuese su precioso balón de futbol y creen que con una sonrisa pueden ganarte. Aunque bien puesto, más de una cae.

Dejo de pensar en ellos. Ya me han quitado el sueño suficientes noches.

Es momento de empacar. Voy a pasar tres placenteros y relajados meses en la casa de playa que tienen mis tíos en Half Moon Bay, California. No muy lejos de aquí, —Fresno— estamos como a tres horas de distancia. Ellos se irán de viaje a Europa, van a hacer un tour por todo el continente, conociendo cada rincón de este —envidiable, lo sé— y van a dejar la casa sola, así que mi hermanastra y yo no queríamos desperdiciar semejante mansión.

Dados los hechos, pasaré el verano ahí, yo y la pesada de mi hermanastra Leslie. Aunque creo que mi primo, nuestro ahora, West pasará algunas semanas con nosotras, no entendí bien esa parte, tampoco que mi importe. West tiene dieciséis al igual que yo, entonces no creo encontrarle problema a la situación.

—¡Indianaaaa!—a mis oídos llega esa voz de pito que me dan ganas de asesinarme. Es, sin duda, Leslie desde el pasillo de afuera de mi habitación.

Suspiro cansada. La odio, odio el puto día en que mi mamá se casó con George —el padre de Leslie— es un verdadero estúpido siempre pero al fin de cuentas, mi madre lo ama, y con eso me conformo, bueno en realidad tengo que conformarme, no me queda otra. Ah, y también odio el día en que nos mudamos a esta casa, puede ser una mansión y todo lo que quieras pero se me hace insoportable estar en el mismo barrio que todos los niños pijos de mi escuela.

—¡Feaaaa!—grita Leslie entrando a mi habitación de un portazo. ¿Olvidé mencionar que tiene un maní de cerebro? Sí, funciona solo de lunes a miércoles y falla cada tanto, verán cómo es vivir con semejante mono.

—¿Qué quieres Leslie? —pregunto molesta llevándome mi mano a mi oído derecho ya que el portazo casi me dejó sorda.

—¿Viste mi sostén negro?—pregunta ella poniendo sus manos en su cintura en forma de demanda como si fuese alguna persona del servicio que le perdió su sostén negro. Un año de convivencia y no hay forma que nos llevemos bien.

—No —contesto y sin mentir—. Además, ¿Para qué quiero tu bracier?

Ella suspira como si fuese la cosa más obvia del mundo.

—Vamos Indiana, no me mientas, quizá quisiste conquistar a un chico con mi sostén y no te funcionó, lo aceptaré y te pediré que me lo devuelvas, cordialmente —sonríe burlona.

Dijo «cordialmente», esto es un avance que asusta. Me pregunto de donde abra sacado esa palabra. .

—¿Sabes? Me parece estúpido pelear contigo, vete de aquí —elevo mis cejas e intento cerrarle la puerta en la cara, pero es rápida y se mete a la habitación antes de que tuviese la chance de hacerlo.

—No entendiste por las buenas...—murmura y se acerca a mi maleta que yace en mi cama perfectamente acomodada y lista para partir. Empieza a desarmarla, tirando todo lo que se encontraba, todo lo que sus dedos podían tocar, regándolo por mi habitación con el propósito de encontrar su estúpido corpiño negro. ¿Es que no entiende nada? ¡Le dije que no lo tengo! ¿Cuántos años tiene? Porque 16 no parece.

¡Aléjense, Playboys! (SIN EDITAR)Where stories live. Discover now