VIII. ''𝔦𝔫 𝔟𝔩𝔬𝔬𝔪''

870 121 132
                                    

El calor se había apropiado de la biblioteca, lo único que se escuchaba eran los gemidos de Khun embellecer el lugar. Acelerando el corazón y apoderándose de la mente de Bam. 

Y ahí estaba él, agarrándole los muslos como si fueran de su propiedad, con recelo, vehemencia; tomando la verga del vampiro en su boca, mirando extasiado como éste se retorcía de placer sobre la mesa.

La lengua inexperta del castaño le provocaba una sensación maravillosa. No quería que se detuviera, agonizaba con apropiarse de esa virgen y húmeda boca. Sus caricias lentas lo estaban volviendo loco, aunque Khun estuviese casi seguro que era la primera vez para Bam, lo estaba haciendo tan... imposiblemente bien; sus gestos lo delataban, la lujuria que desprendían sus ojos y como se apropiaba de su utópica alma una vez más... de tan solo pensarlo se excitó el doble. Nunca antes había sentido esto por nadie.

Bam gemía bajito, seduciéndolo, mientras derretía con el calor de sus pupilas al vampiro.

El libro cayó al piso, los jadeos del ojizarco comenzaron a ser firmes y fragorosos. Cada vez más altos. El castaño empezó a acariciarlo mientras movía su lengua de abajo hacia arriba, lentamente recorriendo cada centímetro de la flamante erección. Rosada y dura, estaba empapada de su saliva, oír la voz de Khun retumbar en el lugar lo ponía demasiado. Mucho. Su voz era dulce, sus gemidos; celestiales. Su propia erección ya era un problema en sus pantalones. Solo necesitaba una dosis de aquella voz jadeante para enloquecer. Observaba unos ojos azules comenzar a humedecerse acompañados del carmín en sus mejillas que lo caracterizaban tanto.

Lo tumbó en la mesa, destruyendo jarrones y candelabros que yacían sobre ella. Separó con fuerza las piernas de Khun para continuar estimulándolo no sin antes romper la frágil tela que cubría la parte superior de su cuerpo, haciéndolo gemir en el proceso. Bajo él reposaba una figura temblorosa y colorada. El ojizarco cubría su rostro sonrojado con las manos, Bam no perdió la oportunidad de lamer sus pezones y mordisquear su pálida piel.

—Mmmgh, Bam...

El pecho de Khun subía y bajaba, nuevamente respiraba agitado. Su tez de porcelana enrojecida con tiernos chupetones en el cuello. La fragancia de Bam lo mareaba, simplemente cerró los ojos y se dejó llevar por las toscas caricias. Sus instintos de vampiro amenazaban con tomar riendas sobre él, pero no ahora. No. Disimuló sus colmillos mientras el castaño bajaba cada vez más dejando besos y mordidas en su abdomen.

Un olor a rosas inundó la biblioteca, era la lujuria de Khun materializándose; expandiéndose con gracia en la habitación. Era adictivo, intoxicante.

Sonrió para sus adentros y tomó una vez más la verga del ojizarco, produciendo sonidos lascivos con su boca. Mezclando su saliva con los líquidos del peliazul. Lamía con avidez, lo disfrutaba bastante. Le urgía hacerlo llorar de placer.

Sentía que podía acostumbrarse a follar con el hermoso vampiro todos los días.

Oyó su nombre salir de esos dulces labios una vez más, ah, música para sus oídos.

El ojizarco sollozaba y sus piernas comenzaban a temblar. Oh no, Bam no quería terminar ahora y que éste llegase al clímax sin haber entrado en él. Por primera vez, Bam sintió que su cuerpo le pedía a gritos que tomase al vampiro.

—¿Te está gustando? —llegó a decir plantando un beso en la polla de Khun.

—Sí... —susurró mirando al humano. Ni modo, estoy temblando. Pensó en la rara habilidad de Bam para hacerlo sentir así, siendo esta su primera vez, o tal vez las apariencias engañan—. Mucho...

Siendo ésta la respuesta que quería escuchar, comenzó a jugar con su lengua una vez más. Molestando al vampiro, poniéndolo en esa maldita situación entre casi tocar el cielo y luego regresar bruscamente a tierra. Cuando Khun comenzaba a gemir más fuerte, se detenía y repetía el proceso, lentamente hasta tomar la verga entera de nuevo en su boca. Y así varias veces más, hasta que los gemidos se convirtieron en súplicas.

lusty blood; bamkhun ❗ DESCONTINUADAWhere stories live. Discover now