Capítulo 49 - Profecías.

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Primavera de 1981

Me aparecí en la cabeza de puerco, como Dumbledore me había pedido la noche anterior con urgencia.

Al parecer una antigua alumna había visto una profecía que nos afectaba a todos y que era bastante urgente.

Cuando entré y vi a Sybill supe que si ella decía que era importante sería importante, ¡Era la mismísima nieta de Cassandra! La profesora de adivinación y gran adivina que se había ganado un hueco en mi corazón en mis días de Hogwarts.

Me senté con rapidez en la mesa que ocupaban ambos al final del bar, asintiendo con la cabeza a modo de saludo y mirando expectante a Sybill que nos miró a los dos con nerviosismo.

— Llevo tiempo mirando atentamente la bola de cristal, las cartas, los posos de té... No fue hasta ayer por la noche que tuve una profecía, en la bola de cristal — dijo susurrando esto último.

— Tranquila querida, nada malo va a pasar estando nosotros dos contigo, puedes hablar sin miedo — Le animó Dumbledore dándole unas palmaditas en la mano.

Sybill miró alrededor. El bar estaba vacío, descontando al tabernero, que era el hermano de Dumbledore por lo que yo sabía. Tras ver que no había ningún peligro eminente nos miró, sonriendo con nerviosismo mientras sus ojos se ponían en blanco y un pequeño zarandeo inundaba su cuerpo.

— "El único con el poder para derrotar al señor tenebroso se acerca... Nacido de los que han desafiado tres veces, vendrá al mundo al concluir el séptimo mes... Y el señor tenebroso lo señalará como su igual, pero él tendrá un poder que el señor tenebroso no conoce... Y uno de los dos deberá morir a manos del otro, pues ninguno de los dos podrá vivir mientras siga el otro con vida..." — Recitó Sybill con una voz que no era suya.

Dicho esto, se desplomó sobre la mesa. La incorporé con delicadeza hasta que se hubo espabilado.

Sybill clavó sus ojos en mí, mirándome con simpatía, palmeando con cariño mi mano.

— Mi abuela te apreciaba de verdad, dijo que tenías buen ojo interior — Empezó a decir Sybill mientras rebuscaba en su bolso sacando una pequeña caja aterciopelada — Antes de morir me dijo que te diera esto, que no te lo quitaras en ningún momento y que te dijera que os veríais pronto.

Cogí la caja, al abrirla vi un collar con un pequeño dije en el que se encontraba una pequeña gema del color de la sangre.

— Gracias... — Dije apretando el collar con fuerza.

Sybill me puso el collar y mirándome sonrió antes de desaparecerse.

— Cassandra vio venir todo esto años antes de que sucediera — dije mirando el dije que descansaba contra mi pecho con desenfado.

— Algún motivo habrá detrás de ese regalo, joven Lestrange, ahora es momento de irse — Dijo Dumbledore que, poniendo su mano sobre mi hombro, hizo que nos apareciéramos en mi casa para desaparecerse, dejándome en la puerta de mi casa.

La decisión de Éride [Con Sirius Black] (La época de los Merodeadores)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin