Intro

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Frío, es muy frío, tan frío como andar descalza en la nieve.

Gotas caen por mis mejillas, y tocan mis labios carmín.

Salado, cómo lamerte el brazo después de salir Del Mar.

Dolor, cómo el que me causan tus mentiras, cómo apuñaladas frías al corazón. Puñaladas repetitivas que nunca acaban, o eso creo?

Amarte duele, pero quien no te puede amar? Esos pensamientos invadían mi mente, los pensamientos eran como olas en una tormenta. Y tú estás parado justo en la mitad de la tormenta, y cada ola te arroya cada vez más fuerte.

-Camille? Camille?- Nuestras miradas se encontraron, su mirada era tan vacía igual que a la mía.

Mi madre estaba tan vacía como yo, pero más que todo aterrorizada, aterrorizada del hecho de que nosotras fuéramos las siguientes... las siguientes a morir.

No respondí, solo la miré asegurándole de que estaba bien. Mire afuera de la ventana, la oscuridad de la noche me calmaba. Era una carretera larga no se cuando llegaríamos a London, los pensamientos me invadían una vez más. Lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas, todo se comenzó a volver borroso y oscuro...

Una leve sensación de calor roza mi mejilla, parpadeo un par de veces y puedo llegar a observar que seguimos en la carretera.

Cuando desperté, una pequeña parte de mí quería que todo hubiese sido una pesadilla, pero no ahí estaba. Acostada en ese maldito carro mis ojos ardiendo de tanto llorar, me levanto lentamente y mi madre agresivamente me tira hacia atrás, -No te muevas.- me parecía aterrador lo que decía porque me lo dijo con una gran sonrisa en su cara, en ese momento pensé que mi madre había enloquecido de una vez por todas. Pero obedecí, -Mamá, ¿que sucede?- siguió sonriendo y entre dientes me dijo -Saben que escapamos.- me paralice, mi respiración se corto, no dije nada.

Si sabían donde estábamos de seguro hoy era el día de mi muerte.

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