Comienza a coquetear con él de diferentes maneras, por medio de mensajes escritos, o lenguaje corporal. Tócate el cabello, pestañea sutilmente, hazle cumplidos...
***
Discutió con Harry y Hermione aquel día. Odiaba estudiar y aún más cuando faltaban semanas para el comienzo de los exámenes. Hermione estaba loca o enferma y Harry siempre hacia lo que ella decía. Así que los dejó estudiando y se fue enfadado a la torre de astronomía.
Cuando llegó se dió cuenta de que no era el único aquella noche que se sentía mal y había huido a el lugar. Blaise Zabini estaba allí, acurrucado en una esquina.
Ron no había vuelto a ver al chico desde lo ocurrido en el baño de los prefectos, por lo que pensó que lo más sensato sería irse, sin embargo sentía curiosidad por el slytherin.
— Buenas noches.— dijo en voz baja. Se iba arrepentir de esto.
Blaise levantó la mirada. Sus ojos eran demasiado negros.— Hola Weasley
Se quedaron así un par de segundos. Uno en el suelo y el otro de pie, mirándose mutuamente.
— ¿Qué haces aquí?— preguntó el moreno
— escapar de Hermione. ¿Y tú?
—Pensar en mi madre
Ron se sentó a su lado. La noche era fría y oscura. —¿Le pasa algo?
— va a casarse
— felicidades entonces
Blaise río amargamente y negó con la cabeza
— Dejé de celebrar sus malditos matrimonios cuando se casó por cuarta vez— contestó con reproche. —Ni siquiera me ha invitado a su boda... Además, Solo sé que va a casarse porque le he leído en esa estúpida revista de brujas cotillas. La última vez también me enteré así. Estoy acostumbrado pero eso no significa que deje de dolerme...— su voz se fue apagando poco a poco
—Lo siento
— Yo siento lo de ayer. Lo del baño de prefectos estuvo muy feo. No tenía derecho a hacer lo que hice...—dijo muy apenado— no se me da bien ser sutil. Esto es algo muy nuevo para mi
Blaise parecía estar nervioso. Jugaba con sus manos y no era capaz de mirar a Ron directamente a los ojos
—¿Esto?
— sí, esto— dijo mirándolo por fin— además, los pasos son francamente estúpidos
—¿pasos? ¿Qué pasos? No entiendo nada
Blaise se levantó de golpe, como si de repente el suelo quemase y le sonrió amablemente
—Me ha gustado mucho hablar contigo, Ron
El chico se fue a paso rápido pero Ron corrió tras él, no entendía lo que estaba sucediendo
—¡¿por qué eres tan amable conmigo de repente, Zabini?!
—Pues porque me gustas, tonto
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