Tᴏᴡᴇʀ Oғ Gᴏᴅ | 𝑲𝒉𝒖𝒏 𝑿 𝑶𝒄 (Pausada)

Cap 3

Se Despertó más temprano de  lo normal gracias a la emoción. Hoy vería a su nuevo amigo y eso la ponía ansiosa. La noche anterior avía conocido a Jinsung, quien resulto agradarle. Prometió ayudarla a aprender como controlar su habilidad la próxima vez que él fuera a cuidarlas. Luego de hablar por un rato la envió a dormir.

Ahora se encontraba levantándose. Recordó que antes de salir debía hacer una parada importante. Salió de su cuarto en el mayor silencio posible y camino a paso apresurado hacia el cuarto de Akane el cual, para su suerte, no estaba cerca de el de sus padres.

Ya frente a su habitación abrió la puerta cautelosa. Encontró a quien buscaba, durmiendo profundamente sobre su cama. Pudo notar que aún traía su ropa puesta y su ventana estaba abierta. Era fácil deducir que probablemente avía llegado tarde y tuvo que entrar por ahí. 

Luego de acomodar las cosas de la habitación, de modo que nadie sospechara nada, salió de la habitación y se dirigió hacia el bosque.

—Aguero... ¿Aguero?—lo había estado buscando desde hace un rato asta que a lo lejos lo vio sentando cerca del mismo lugar donde se habían visto el día anterior.

—Buenos días, ¿cómo estás? —La saludo cuando estuvo lo suficientemente cerca. Traía consigo un libro, debía de ser muy interesante pues apenas y le despegaba la mirada.

—Genial de hecho. Oye, ¿estás bien?, pareciera que no as dormido ase semanas — y era verdad, tenía unas ojeras gigantescas y parecía que se desmallaría en cualquier momento.

El peli-azul izo un gesto restándole importancia —Estuve leyendo sobre tácticas y estrategia toda la noche —con siguiente, procedió a explicarle todos los datos interesantes que había encontrado. Anny solo lo escuchaba atentamente en silencio —Disculpa, pero creo no me has dicho tu nombre completo. No es que devas hacerlo!, pero... Ya sabes.

—Ah... sobre eso, no creo que sea buena idea que lo sepas —respondió un poco nerviosa

—¿A qué te refieres? —cuestiono sin comprender.

—Cuando lo sepas no querrás volver a verme. Solo créeme Khun, lo sé por experiencia —le aseguró.

El chico no se esperaba que ella supiera que era un Khun. Eso lo tomo por sorpresa. ¿Acaso era una acosadora? —Como... ¿Cómo sabes mi apellido?—

—¿es en serio?— continuó al recibir un asentimiento del contrario —En realidad creí que era algo obvio. Ósea mírate, de que otra familia podrías ser —le respondió en tono de burla.

—M... tienes razón —afirmo con una sonrisa de lado.

—Oye Agüero, ¿recuerdas lo que me dijiste ayer?, que no tenías ni la menor idea de defensa —indago sentándose a su lado.

—Si, que con eso —pregunto el peli-azul.

—Pues se me ocurrió que, yo podría enseñarte lo que sé y cambio tú me enseñas sobre estrategia, se nota que sabes bastante —ofreció.

Nunca había sido buena en eso. La estrategia, táctica y todo eso de pensar era el fuerte de Akane. En cambio ella, lo único en lo que podía superar a su hermana era peleando.

Su amigo lo considero —Me parece justo ¿Cuándo empezamos?

(...)(7 meces después)

Las cosas habían estado bastante bien durante el último tiempo. Veía a su amigo del bosque con bastante frecuencia. Los entrenamientos que llevaban a cabo juntos los había ayudado a volverse más unidos.  Su hermana, por otro lado, no la estaba pasando tan bien. A su madre le entro en la cabeza que todo el esfuerzo de Akane no estaba siendo suficiente y según ella, si seguía así jamás cumpliría su sueño, que la verdad, parecía ilusionarla más a ella que a la propia Akane.

Su tío Jinsung, como había comenzado a llamarlo, venía a cuidarlas frecuentemente. Y ella no se quejaba, gracias a eso había mejorado mucho utilizando su habilidad o al menos comprendía la teoría. La primera vez que intentaron ponerla en práctica no salió muy bien. Jinsung había traído consigo un pequeño y tierno conejito. Por supuesto ella se negó rotundamente a hacerle algún tipo de daño al animal. Luego de rogar mucho, su tío la dejo conservarlo. Decidió Llamarlo Bon. Su nueva mascota y amigo dormía bajo su cama. Sabía que sus padres jamás la dejara conservarlo así que esconderlo fue la mejor opción.

Ese día se despertó sintiéndose extraña. No era algo físico, sino un presentimiento. Realmente no quería levantarse de su cama, aunque eso era normal.

Recordó que ese día había quedado de verse con su amigo, no podía dejarlo plantado. La última vez que lo izo, él se negó a hablarle por toda una semana. Eso no sucedería de nuevo.

—Hola enana. Hasta que llegas —la saludo 

—hola... Deja de decirme enana, solo tienes dos años más que yo, que no se te suba a la cabeza —Se quejó.

—Ya tranquila, ¿alguna novedad? —

Se quedó pensando en que podía contarle. Talvez que su hermana había vuelto a escaparse esa noche, pero Akane jamás le perdonaría que comparta ese secreto. También podía decirle sobre la vez que Bon casi es visto por su madre al intentar escaparse de su habitación, pero recordó que esa historia ya se la había contado al menos cinco veces.  Ahora que lo pensaba, su conejo y su hermana eran bastante parecidos.

—Pues... talvez suene un poco extraño, creerás que estoy loca —comenzó no muy segura de lo que diría.

—Creo que ya es muy tarde para eso —sentencio con burla.

—Amaneciste graciosito eh —Khun no respondió, dándole paso para que continuara —Bueno, la cosa es que... hoy me desperté con un presentimiento. Ya sabes, de esos que tú siempre tienes. Cuando crees que algo malo sucederá, pero no sabes que exactamente —soltó, dudando el haberse dado a entender.

—jajaja, no deberías estresarte por eso, seguramente es porque no as dormido bien últimamente, deberías irte a descansar —Respondió proporcionándole unas palmaditas en la cabeza.

—Pero... si acabo de llegar.

—Tranquila, nos veremos mañana, además, tengo cosas quehacer —el mayor la incito a que regresara a casa.

La pequeña Iyari comenzó a caminar hacia su hogar bajo la atenta mirada del peli-azul. No estaba segura de si quería volver a su hogar, pero aun así obedeció.  A mitad de camino se detuvo y se volvió a observar a su amigo.

—Oye khun, sabes que eres mi mejor amigo ¿verdad? —soltó la menor sin saber por qué se lo decía.

El nombrado se sorprendió, pero respondió afirmando con la cabeza. Anny solo le sonrió devuelta y continua so camino.  

khun solo la observó alejarse, en poco tiempo esa chica avía logrado ganarse su respeto, la consideraba su mejor amiga y la única persona que lo comprendía. Se arrepentiría de no decirle que él también sentía ese mal presentimiento y no advertirle.