•Armantabo•
Mathias era un infante alegre que vivía con sus dos padres.
Al día siguiente de su cumpleaños va a su parque favorito con ellos,siendo también el último día que pasarían juntos.
Es secuestrado y vendido a un mafioso que cuidaría de él...
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Al llegar a casa buscó a su desinteresado padre y sin decir palabras alguna,se sacó el abrigo y las dos remeras que tenía puestas,para dejar su abdomen descubierto y mostrar con orgullo su primer tatuaje en su pectoral izquierdo.
-¿Y esa mielda que?-
Preguntó Yun mientas quitaba la copa de vino de sobre sus labios.
-es...es mí tatuaje,fui hoy a hacermelo-
Dijo Armando con un poco de decepción en su voz.
-mila que tengo tatuaje'...pelo lo tuyo...-
-¿Lo mio que? ¿Por que nunca me puedes decir una cosa buena? Te cuento cómo me fue en el dia y tú dices "yo hice más cosas que tú",te cuento que me gustaría estar un rato solo y tú ya te imaginas mil y una estúpidas historias y lo mejor de todo es cuando invitas a Isa antes de que se vaya al puto hospital a trabajar y solo es cuestión de que se junten y empiezan a tirar mierda sobre mí-
-jodel...yo solo te iba a deci' que no me gu'ta tu tatuaje y telmina explotando en emocione' ¿Necesita' hablal?-
-si,me voy al cementerio-
Y dejando a Yun insultando a sus espaldas,se fue con dirección al cementerio,iba a hablar con su madre.
De pasada compró unas rosas blancas y apenas tocar esas tierras,empezó a llorar como el día que enterraron a la mujer.
Se paró frente a la lápida y dejó las flores a su lado.
-hola-
Saludó el chico,aunque por obviedad no había respuesta.
-no sé cómo hiciste para estar casada con Yun,es una mierda...con razón te hizo lo que te hizo-
La hermosa mujer que había criado por unos once años a Armando y había estado casada con Yun,había fallecido a causa de su propio esposo.
Una noche,Yun consumido en rabia por culpa de la mujer que le gritaba y reclamaba el porque se mensajeaba e incluso se acostaba con otra,sin pensarlo mucho la golpeó a más no poder.
La joven mujer quedó agonizando en el suelo mientras sujetaba su vientre,que había sido pateado con salvajismo más de una vez.
Para acabar con el sufrimiento de la mujer que tanto lo amó por años,sacó un arma y le voló la cabeza de un disparo.
El pequeño Armando quedó impactado mirando todo desde la puerta de la habitación.
Años más tarde había sido capaz de confrontar a Yun e intentar abrir un juicio en su contra,pero el asiático utilizó su alto nivel monetario para comprar el silencio y vista gorda de el juez y cada abogado con el que su hijo se comunicaba. Terminando el tema un año antes de conocer a Gustabo.
