Capítulo Veintiuno: Muralla Infinita

463 51 2
                                    

—Díganos, entrenador, ¿Quién tiene que venir? —cuestionó Silvia, preocupada. Y no era la única. Cada uno de los jugadores del Raimon se encontraba preocupado ante la posibilidad de ser descalificados. Comenzaron a suplicar, a exigir al entrenador salir y a Mark que hiciera algo. Hasta que el entrenador pronunció unas palabras que enmudecieron a todos.

—Ya está aquí.

Todos se apilaron junto a las bancas, esperando ver a la persona que los había retrasado. La primera que apareció por las escaleras fue Dianora, sorprendiendo al equipo. Pero supieron que no se trataba de ella cuando la chica miró detrás de ella.

Jude Sharp apareció en todo su esplendor, vestido, para sorpresa de todos, con el uniforme del Raimon.

—Mira nada más —Natalie se acercó primero, tomando a Dianora del brazo para apartarla del grupo que se formó junto a Jude—. Así que retrasaste al señorito Sharp.

Dianora frunció el ceño, confundida por lo que la chica insinuó a la vez que divertida.

—Iba a dejar su bolsa antes de venir. —rueda los ojos.

—Eso no es lo que estoy tratando de sonsacar —se queja, pero Dianora ya no la estaba escuchando, su atención puesta en el creador de juego que había estado tratando de llamar su atención.

—Ya vengo. —se alejó de Natalie, ignorando su queja.

—Que cabezonería. —Estaba diciendo Kevin, el peli rosa que no le caía nada bien, cuando llegó a ellos.

Jude la tomó del brazo, con más delicadeza de lo que Natalie lo hizo, y la alejó del grupo, unos pocos dándose cuenta de su acción.

—Quería preguntar... —empezó Jude—. ¿Los viste entrenar? Ayer, el entrenador Hillman, me dijo que tenían problemas que requerían de mi atención.

—Es fácil de ver, solo es la coordinación. —respondió la chica quitándole importancia con un gesto de la mano.

—Lo resolveré rápido.

Jude estuvo a punto de tomar su mano, y preguntarle cómo se encontraba después de la caída de hace un rato, pero el sonido del silbato lo detuvo.

—Que tengas un buen juego. No vayas a perder. —Dianora le sonrió, una dulce sonrisa que Jude no tardó en responder.

—Nunca más.

***

Cinco minutos de juego le dijo a Dianora que no era tan fácil de lo que esperaba. Los chicos del Raimon no se coordinaban para nada, fallaban en cada pase que daban. El Farm ya había conseguido un gol y eso la tenía nerviosa. Jude se mantenía al margen, observando cada uno de sus movimientos. Dianora sabía que podría solucionarlo rápidamente, pero de todas formas se sintió preocupada. Tal vez por la reputación que tenía el Farm de no haber recibido ningún gol en todo ese tiempo.

Se sobresalta cuando una mano toma la suya repentinamente.

—Necesito una distracción para estos nervios —dijo Natalie en cuanto volteó a mirarla, sentada en la banca junto a ella—. Y esa es tu relación con Jude. Así que, ¿Qué pasa entre Sharp y tú?

Enarca una ceja.

—¿Qué? ¿Lo preguntas ahora?

Se encoge de hombros y agita su mano libre en su dirección.

—Tu solo responde.

—N-no pasa nada.

—Tartamudeaste —acusó rápidamente Natalie.

𝐃𝐄𝐂𝐈𝐒𝐈𝐎𝐍 • 𝑱𝒖𝒅𝒆 𝑺𝒉𝒂𝒓𝒑Where stories live. Discover now