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Unas personas lloraban mientras el sonido de la ambulancia aturdía los oídos de cada uno de los que quedaban en la fiesta. Un patrullero se llevaba a un panda y los vecinos metiches murmuraban entre ellos.

Los padres de Nuvia habían llegado, amenazaban con denunciar a el señor que le había dado esas cosas de tomar a su pequeña.

Al parecer ese hombre de nombre victor le había puesto a las bebidas además de una mezcla excesiva de alcohol; una mezcla extraña de algunas drogas completamente ilegales en el país.

La joven disfrazada de Black Widow estaba en shock, había visto como su hermana de otra sangre estaba convulsionando en el piso y el chico disfrazado de Buzz estaba en el piso acostado mirando a la nada, sin decir o mover ningún músculo de su delgado cuerpo, algo espeluznante y traumático.

Ama, Juan, Ari, Capri y otros muchachos que estaban cerca habían ido a la comisaría a confesar todo lo que había pasado.

Nuvia y Barca estaban en el hospital con sus padres y algunos amigos que lograron convencer a la ambulancia de ir.

Los demás escaparon.

Los únicos que quedaron en la casa fueron Cristian, Zoe, un chico de nombre Roberto junto a una muchacha de nombre Lynda y un par de parejas que esperaban un taxi.

—Zoe, toma un poco de agua, te hará mejor.— dijo Cristian, trataba de tranquilizarla.

—Quiero verla...

—Zoe, tranquila. Ella esta con sus padres, esta protegida.— paso su brazo por encima de sus hombros.— Mañana a primera hora iremos a ver a Barca con Juan y Roberto, si queres podemos llevarte.

—Gracias, eres demasiado amable.

Se acerco lentamente a su cara y le coloco un tierno beso en la mejilla.
Un sonrojó se apodero de las pálidas mejillas del muchacho, esa chica lo volvía loco... Era demasiado adorable en algunas ocasiones, sin duda alguna ella seria su nueva debilidad.

Un ruido los interrumpió, un auto se había estacionado frente a la casa.

—¡Zoe!.— grito una persona mientras bajaba del auto.

Trato de reconocerlo, estaba con un disfraz de spiderman y se notaba nervioso. ¿Como habia llegado aquí?.

—Veni linda.— la enredó en sus brazos.— Mi primo me dijo lo que paso, no dude en venir a buscarte.

—¿Primo?.

—Juan Guarnizo, supongo que lo conoces.

En ese momento ella recordo el nombre completo del muchacho que figuraba en su perfil de tinder.

Jacob Guarnizo [ 21, hombre, Monterrey]

Eso explicaba muchas cosas.

Mientras tanto el chico de cabellos platinados miraba atentamente la escena, incómodo por supuesto.

La chica que le gustaba estaba abrazada besándose con un tío guapo, que encima era primo de su mejor amigo.

—VERRRGA QUE INCÓMODO.— exclamo alguien trás el.

—callate estúpido.— le dijo a Roberto.— ¿Ya te vienen a buscar o te tengo que dar un espacio en mi cama otra vez?.

—eso te venía a preguntar, ¿Me cubres si me voy a el cuarto de Juan con Lynda?.

—Si si, has lo que quieras.— se notaba irritado.

—gracias cricri, se te quiere.

El muchacho ya no le importaba mucho lo que podria pasar si Juan se enteraba de Roberto, ya estaba bastante ocupado en mantener el autocontrol y no cometer alguna estupidez.

Miro a un lado y pudo ver como una enfermera lo miraba divertido mientras comía una paleta de mora.

El camino hacia ella.

—¿Sucede algo cariño?.

—A mi cuarto, ahora.

Ella río, y sin dudarlo fue casi corriendo a el cuarto del muchacho.

Después se pregunta porque le dicen Fuckboy.

💧

La respiración agitada de la muchacha aumentaba a cada estocada que el hacia, a ella no le gustaba en absoluto lo que el estaba haciendo, la estaba lastimado.

Pero a el no le importo.

Pero se sentía frustrado, demasiado a decir verdad.

Lágrimas caían por las mejillas de la morena mientras gemidos de dolor, ella no se molestó en detenerlo, era conciente del enojo y borrachera que sentía.

Esto era patético, ni el sentía placer.

Era simplemente sexo, sin placer, sin ganas, solo con una patética frustración amorosa.

Ni el entendía su comportamiento, en sus adentros suponía que era gracias a las cosas que se metió durante toda la noche.

Simplemente patético, el era patético, el se sentía patético.

¿Por qué sentía esa frustración?, Ella no era nada, era solamente un intento estúpido de amiga que tenía gracias a una estúpida aplicación de citas.

—Cristian...— gimió la chica.

Aunque el no sentía placer logro correrse, no le importo que la chica no había logrado conseguir un orgasmo.

Se corrió dentro de ella, no se había molestado ponerse condón. Su patética excusa era la frustración que sentía.

La frustración por si mismo.

Se odiaba, la noche era perfecta hasta que pasó todo esto. ¿Por qué tuvo que aceptar invitar a Víctor?.

Estúpido, estúpido, estupido.

Se odiaba como nunca antes.

—vistete y vete.

—Pero...

—¡Largate!.—le grito.

Ella ya estaba con lágrimas en los ojos, pero a el no le importo.

El salió del cuarto y recogió un par de botellas que encontró en el piso, entre ellas una que trajo Victor, al parecer a la policía se les olvidó llevarse una de las tantas.

Encontró una bolsa con una especie de polvo blanco escondida entre la planta que Juan tenía.

Sin dudarlo se fue a la azotea, con lágrimas en los ojos, repugnancia hacia si mismo, asco, odio y frustración se metió cada una de esas cosas a su organismo. No le importo nada de eso.

Solo fue una mala noche.

⚰️

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Tqm putes.






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