Dos chicos, una borrachera y un casamiento. Kim Taehyung jamás creyó que despertaría siendo esposo de su némesis Jungkook ni mucho menos que su mejor amigo Park Jimin tuviera un enamoramiento con él trayendo celos y consecuencias con ello.
versatili...
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Al día siguiente, Taehyung fue el primero en despertar de su ensoñación, quería levantarse pero unas piernas envolvían su cintura impidiendo que pudiera colocarse de pie.
Estaba a nada de quejarse si no hubiera visto la figura de Jungkook durmiendo plácidamente sobre su pecho, ow, adorable.
¡Alto, alto! ¡No es para nada adorable!
No cuando se trata del tarado.
Ups, casi olvidaba ese detalle.
Jeon Jungkook está en su cama, a las once del medio día, abrazado a él como a un oso de peluche y en una escena comprometedora.
—Dios, yo nunca te he pedido nada pero sálvame de esta. —Murmuró tratando de safarse de el agarre del pelinegro, si alguno de sus amigos los veían así, sería la burla eterna. — Psst, Jeon.
El recién mencionado arrugó su nariz y se aferró aún más cuando Taehyung casi se le escapa.
—Vamos, Jungkook, ya suéltame.
—Almohada. —Le escuchó murmurar entre sueños y con su boquita entreabierta, Taehyung tuvo que aguantarse el tomarle una foto en ese instante para posibles chantajes. No lo hizlo, pero en cambio, sólo se río con ganas mientras le miraba.
No, no se ríe porque luce adorable.
Se ríe porque luce como idiota.
—Suéltame, Jungkook.
El pelirrojo se mueve una vez más pero las pierna del contrario en su cintura lo tiene inmovilizado, ni hablar de la mano en su pecho.
Taehyung traga saliva observando los labios de su peor enemigo, ni siquiera sabe la razón del porque lo hace.
Si que se le ha safado un tornillo.
—Vaya, eres más feo de cerca. —Murmura excusándose rápidamente y desvía su mirada a la puerta de la habitación para evitar seguir embelesado en su boca, cuando nota el seguro abierto en la puerta, sus ojos se abren horrorizado y niega. — Mierda, tengo que cerrar ahora.
—Estoy de acuerdo en que tienes que cerrar, pero que sea tu boca porque no me dejas dormir. —Escucha la ronca voz de Jungkook decirle cerca de su barbilla, sus mejillas se sienten extremadamente calientes así que avergonzado se apresura a empujarlo fuera de la cama, el pelinegro suelta un quejido desde el suelo ante el repentino golpe. — ¡Auch, Taehyung! ¿Amanecimos agresivos hoy?
—¡Ya puedes irte a tu habitación! No es que te corra pero bueno, en realidad sí te estoy corriendo.
Jungkook le sonríe sarcásticamente y se pone de pie, acariciando su hombro adolorido.
—Te has lastimado. —Declara el pelirrojo mirándole de reojo, lo ve realizar muecas y por un segundo siente culpabilidad al empujarlo.
—¡Gracias por avisarme, rey de lo evidente!
—Lo siento, Koo.
El pelinegro le mira extrañado y siente su pecho raro porque eran tantos años desde que Taehyung le llamó así en la secundaria.
Para ser exactos, cuando le rechazó.
"Lo siento, Koo." Eran las mismas palabras.
—Como sea, me duele como el infierno la cabeza y lo último que quiero es soportarte hoy. —Expresa colocándose los zapatos con urgencia, sólo quiere irse de ahí lo más pronto posible, el ambiente es incómodo y no quiere quedarse.
—Jungkook-
—Gracias por no dejarme a mi suerte ayer, Taehyung. Pero espero que no vuelvas a ayudarme, no somos amigos y no es como que quisiera deberte favores.
Y abandona la habitación sin decir nada más.
Demonios, ¿qué hacía otra vez solo en una habitación y con Taehyung?
Definitivamente esto no volverá a repetirse jamás.
En cuanto arregle el asunto acerca del matrimonio, no volverá a buscarle ni una vez ni a visitar lugares en donde probablemente coincida con él.
No necesita eso.
No necesita de peleas sin sentido y el constante repudio de Taehyung cerca suyo.
Ya tenía suficiente con haberlo experimentado en el pasado y no quería eso en su futuro.
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—¿Por qué Jeon salía de tu habitación?
Taehyung alzó su vista hacia la figura que recién entraba a su habitación, frunció el ceño ante la pregunta. ¿Era él o últimamente Jimin estaba tomándose muchas atribuciones que no le correspondían?
—Un asunto que no te importa, hyung.
El francés mostró una expresión sorprendida ante el tono en el que su menor le había respondido.
—¿Qué te sucede? Nunca me habías hablado así antes. —Menciona el de cabello grisáceo, parece más decepcionado que molesto.
—Lo siento, Jimin-ssi. —Él responde apresurado ante sus acciones, su mal humor no justifica el hablarle así a los demás. Aunque sí, le molestaba un poco las cuestiones que le hacía el francés todo el tiempo. — No quería hablarte así, es sólo que ahora no estoy muy contento que digamos y que me cuestiones no me ayuda mucho.
La mirada del mayor se suaviza y rodea la figura de Taehyung en un abrazo, el pelirrojo no tiene otra opción que corresponderle aunque no sea exactamente de quien desea el abrazo.
—¿Es por lo del matrimonio con Jeon? No te preocupes, príncipe. —Le dice separándose de él, le acaricia las mejillas con delicadeza y el pelirrojo suspira porque sabe que esa no es la razón de su mal humor. — Yo te ayudaré a anularlo para que puedas estar tranquilo, ¿Oui? (¿Sí?) Tengo contactos.
Ojalá su única preocupación fuera esa y no el comportamiento que Jungkook mostró hoy.
Era muy obvio que ambos estaban como perros y gatos peleando pero jamás escuchó palabras así de su parte, no sabe la razón por la que esta vez ha sido diferente y por la que su pecho no deja esa sensación tan fea.
—Sí, gracias por tu apoyo, Jimin. —Asiente posando su atención en la sortija que trae puesta desde ayer, el francés nota la acción y lo toma de las mejillas para que le mire a él y no a la estúpida sortija del error que cometió.
