Dos chicos, una borrachera y un casamiento. Kim Taehyung jamás creyó que despertaría siendo esposo de su némesis Jungkook ni mucho menos que su mejor amigo Park Jimin tuviera un enamoramiento con él trayendo celos y consecuencias con ello.
versatili...
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—¿Qué? ¿Ya te afectó?—Cuestionó Jungkook con burla, Taehyung intentó ponerse de pie con media botella vacía de alcohol.
Ambos estaban en el pasillo de laa habitaciones del hotel, para ser exactos. Los dos estaban sentados en la alfombra mientras se decían insultos y se retaban a tomar más alcohol, el perdedor pagaría todo lo que el ganador quisiera comprar. ¡Incluso una maldita suite! Y Taehyung no quería perder, menos con un descerebrado como Jungkook.
—¡C-Cállate, imbécil! Estoy..muy bien, ¿qué no me ves?—Balbuceó Kim dándole un gran trago a la botella, el líquido resbaló por sus labios y Jungkook tragó saliva observando como el alcohol escurría hasta sus clavículas.
—Lo que digas, Kim. —Cedió el pelinegro desviando su mirada para evitar quedarse clavado en el cuello acaramelado del pelirrojo.
Jungkook sintió el amargo sabor del tequila en su garganta, okay, no mentiría. Definitivamente el alcohol está afectándole pero no lo diría, ¿Dejar ganar a Kim? ¡Claro que no!
—Ja, estás perdiendo, Jungkookie. —Se burló el pelirrojo quitándose la chaqueta, Jungkook sintió que sus manos picaban por el deseo de ponerlas alrededor de su figura.
Bien, eso fue jodidamente malo.
Kim Taehyung es tu némesis, no lo olvides.
—¿Qué? ¿Por qué estás como un tonto? Quiero decir, ya eras tonto pero ahora lo estás más.
—¿No puedes dejar de insultarme un segundo? Ya sé que estás obsesionado conmigo pero es cansado lidiar con eso.
Taehyung abrió la boca ofendido.
—¡Ni quien este obsesionado contigo! Que asco.
—¡Pues parece!—Reclamó el pelinegro lanzándole una de las aceitunas de aquellos martinis que habían pedido, Taehyung la esquivó con burla.
—¿Ya estás borracho, Jeon? Porque tu puntería es un asco. —Exclamó devolviéndole la aceituna, Jungkook se quejó cuando le golpeó en la frente.
—Estamos. Sólo mira..como hablas, ¡pareces un maldito bebé que balbucea!
Taehyung bebió de la botella observando directamente a Jungkook quien lo tomó como un reto obviamente, ambos tan competitivos.
—¡Ja! ¡Yo la he bebido primero!—Se apresuró a decir el pelirrojo entre varios balbuceos, sus palabras demasiado lentas que a Jungkook le costó entenderlo.
—Que no se te suba el alcohol, novato.
Y tal como si lo hubiera predicho, Taehyung se sintió mareado y demasiado acalorado.
—Cállate, inútil.
—Te lo dije. —Le dijo el pelinegro entre grandes carcajadas, también estaba muy ebrio y su camiseta estaba totalmente empapada de alcohol.
—M-Me voy.
—¡Hey, has perdido! Significa que tú pagas, Kim.
Taehyung lo ignoró rotundamente para después darse la vuelta y tratar de llegar a su habitación, obviamente falló en el intento e incluso se tropezó con la alfombra roja.
Cosa que Jungkook disfrutaba a no poder más, dios, incluso se quiso asegurar de grabar pero sólo se terminó tomando una foto con la cámara frontal.
Okay, tal vez estaba muy ebrio.
—El piso es muy bonito, es inspirador. Podría escribir un poema acerca de lo bonito que está. —Expresó Kim como si nada, su rostro estaba reposado en la alfombra y sus cabellos rojizos revueltos por doquier.
Jungkook se colocó de pie para fingir ayudarlo y burlarse de su desgracia, su plan malévolo se vio afectado cuando tropezó con el mismo borde que Taehyung y cayó encima de él.
—¡Oh, dios! ¡Quita! ¡Fuchi! ¡Pesas! ¡Auxiliooo!—Exclamó Taehyung varias veces seguidas sin un orden, palabras incoherentes salían de su boca y Jungkook sólo se reía.
—Eres raramente bonito desde este ángulo, pero sólo boca abajo. —Mencionó quitándose de Taehyung para no lastimarlo, se dejó caer a un lado de él con pesadez.
—Y tú eres feo de todos los ángulos.
—Shhhh, me caes mal cuando hablas. —Le dijo colocando su dedo índice en los labios del pelirrojo, el contrario le mordió el dedo con fuerza. —¡Auch!
—Tú me caes mal siempre. —Respondió Taehyung altanero posicionándose a horcajadas en el regazo de Jungkook.
—No p-puedes luchar conmigo en esta posición, ¡es injusticia porque estoy inmóvil!
—¿Luchar?—Repitió en voz alta muy confundido, se estiró un poco para alcanzar la botella de alcohol y Jungkook soltó un gemido cuando la zona de Taehyung rozó con su entrepierna. —¿Qué diablos ha sido eso?
—Es..mi tono de llamada, sí. —Se apresuró a balbucear una excusa aunque fuera pésima, no era su culpa. Estaba demasiado ebrio como para pensar.
—Sucio pervertido.
—¿Y-Yo pervertido? ¡P-Pero si tú eres el que está en mi pajarito!
Taehyung se río con ganas cuando lo escuchó.
Jungkook se había delatado solo con el gemido.
—¡No te rías, Kim!—Reclamó molesto y avergonzado por lo que había dicho, dios, quería que la tierra se lo tragara. ¿En dónde estaban los cabrones de sus amigos cuándo los necesitaba? ¡Esta era una emergencia!
—¿Dijiste pajarito? ¿Quién diablos dice eso?
El pelirrojo se moría de la risa de sólo ver tan vulnerable a Jungkook, su enemigo mortal. Que buena manera de debilitarlo, ¡vaya que le encantaba avergonzarlo así! Pero ojo, aún lo odia pero lo hace para molestarlo. Sí, era una estrategia muy buena.
—Mi madre decía que es bueno llamarlo así porque pene sonaba muy feo, ¡una vez le dije cabeza de pene a mi hermano y ella me jaló de las orejas! ¡De las orejas! ¿Puedes creerlo?
Taehyung asentía a cada una de sus palabras con aburrimiento, ¿por qué hablaba tanto? ¿En serio este el Jungkook codiciado? ¿El joder nena que apretada estás? Porque de ser así, era una fichita. Todo lo contrario a ser estereotipo de típico fuck boy.
Ah, sí, con razón lo detestaba.
—¡Dios! ¡Ya cierra el maldito pico, Jungkook!
—Mira..no me puedes callar porque mi madre dice que la boca la tenemos para hablar y yo-
Taehyung lo interrumpió chocando sus labios con los del pelinegro en un ansioso beso, podía saborear perfectamente el alcohol amargo en la boca de Jungkook y el otro podía probar ese sabor a manzana en Kim.
Taehyung, ¿qué carajos estás haciendo?
Ah, sí. Un ataque mortal para su odioso enemigo, así lo callaría y él saldría como un ganador por lograr que se callara.
