♯❚ ¡𝐌𝐀𝐋𝐃𝐈𝐓𝐀 𝐒𝐄𝐀𝐒, 𝐋𝐀𝐒 𝐕𝐄𝐆𝐀𝐒! | KOOKV/TAEKOOK.

capítulo seis: ¿casados?

Los primeros rayos de sol se filtraban por la ventana de aquella habitación, Taehyung soltó pequeños quejidos por la luz que daba directamente a sus párpados.

Si existía algo que odiaba más que Jeon, era el sol por las mañanas interrumpiendo su bello sueño. Era una total tortura para él, eso significaba que tenía que despertarse y hacerlo implicaba bañarse, vestirse y la flojera era más poderosa.

—Maldito sol odioso. —Se quejó Kim entre pequeños susurros, cuando estaba a punto de cerrar sus ojos para dormir de nuevo, la alarma sonó. —Lo que faltaba.

—Apaga esa porquería, Hoseok. —Murmuró Jungkook tapándose el rostro con la almohada, su voz ronca delataba que había sido despertado.

—Ve a apagarla tú, Jimin.

—¿Mhm? ¿Quién diablos es Jimin?

Jungkook se destapó el rostro con rapidez para observar a la persona que dormía con él, Taehyung abrió sus ojos aterrorizado en cuanto se dio cuenta de lo que sucedía.

—¡Ay, joder! ¿Y tú qué diablos haces aquí, idiota?—Le reclamó el pelirrojo golpeándolo con una de las almohadas en la cara, Jungkook se quejó mientras intentaba esquivarlo.

Apenas y podía mantener sus ojos abiertos con la gran resaca que traía.

—¿Yo? ¿Qué haces tú aquí?—Cuestionó extrañado, después se tapó los oídos quejándose por el ruido. — Y deja de gritar, eres tortura para mi cabeza.

—¡Yo grito todo lo que quiera y en donde sea! Yo no me metí a tu habitación, ugh, asco.

—Pues por algo estás aquí, por arte de magia yo no creo. —Soltó el pelinegro con sarcasmo ganándose otro golpe por parte del contrario. — Yah, ¡deja de golpearme! ¡Vete de aquí, Taehyung!

—¿Irme? ¡Esta es mi habitación!

—¿Tu habitación?—Rió irónico y se estiró un poco para alcanzar su billetera que estaba en la mesita de noche, sacó una tarjeta y señaló la puerta. —Son los mismos números, ¿lo ves?

¡Mierda! Qué vergüenza.

Taehyung se apresuró a salir de la cama con urgencia, soltó un exagerado suspiro de alivio cuando notó que traía la ropa aún puesta.

Eso significaba que aún no sucedía nada entre ellos, lo cual agradecía enormemente.

—Si estás pensando lo que creo, déjame decirte que es cierto.

—¿Qué? ¿Es cierto qué, idiota?

—Que nos acostamos, anoche me gritabas papi. —Murmuró entre grandes risas, Taehyung enrojeció casi como el color de su cabello. —Pequeño Kim, no sabía que tenías esos fetiches.

—¡Eso es mentira! Aún tengo la ropa puesta. —Refutó lanzándole una de las frutas que estaban en la mesa, Jungkook se quejó adolorido.

—Pero te hubiera gustado.

—¡Qué asco, Jungkook!—Exclamó colocándose los zapatos, las risas de Jungkook se hicieron más intensas.

¡Se estaba burlando de él!

Antes de que Taehyung pudiera lanzarle otra cosa, la puerta de la habitación fue abierta por el servicio a cuarto.

—Disculpe por interrumpir pero nuestra gerencia los felicita con emoción por su recién matrimonio, ¡es un verdadero honor que la unión de su amor fuera en nuestro hotel!—Informó con emoción la empleada, en sus manos traía un pastel muy lindo con el diseño de boda. —He traído este pastel como obsequio y también sus argollas, las olvidaron ayer de tantos besos que se dieron. —Río sonrojada la señorita, Taehyung se negó horrorizado mientras la mujer le entregaba las dos argollas con sus nombres.

—Creo que hay un malentendido aquí porque-

—Tengo que regresar a trabajar ahora, ¡felicitaciones por su matrimonio!

El silencio inundó la habitación en cuanto la señorita del servicio se fue, Jungkook fue quien rompió el silencio entre sonoras carcajadas.

—¿Puedes creerlo? Creo que ella será despedida en cuanto note que se equivocó de habitación. —Le dijo Jungkook colocándose de pie, caminó hasta Taehyung y le quitó el pastel de las manos. —¿Por qué esa cara de tonto? Nos dieron pastel gratis y unas argollas que podemos vender.

—Jungkook..

El pelinegro alzó su ceja de manera interrogativa mientras comía de aquel pastel.

—¿Qué?

—Estas argollas dicen nuestro nombre, ¿sabes lo qué significa?—Le preguntó angustiado, se acercó para mostrarle las dos argollas con su nombre.

—¿Significa que es una equivocación muy grande?

—¡No, idiota! ¡Estamos jodidamente casados!

—¿C-Casados?—Repitió como si fuera la peor cosa de su vida, no lo malinterpreten. Taehyung es guapo pero casarse es terminar con su soltería sagrada. —Kim, lindo Kim. Sé que no te agrado pero esta broma es muy fea.

—No es una broma, Jungkook. —Negó sacudiéndose el cabello con frustración, quiso reírse por la cara del pelinegro pero no era el momento. —Probablemente cuando estábamos ebrios hicimos tonterías.

—Maldición, ¿por qué no te negaste?

—¡¿Por qué no te negaste tú, ah?! Eres un idiota, seguro tenías preparado esto.

—¿Crees que lo hice intencional?—Mencionó indignado, Taehyung asintió sin dudarlo y guardó las argollas con horror en su bolsillo. —¿Por qué querría casarme contigo? ¡Eso sería una tortura!

—Si yo me casara contigo, creéme que cuando preguntaran si alguien se opone, ¡gritaría que yo!

—Pues ya estamos casados, amorcito. —Se burló Jungkook de él, por si acaso se protegió el rostro para evitar ser golpeado por los objetos que el contrario le lanzaba con excelente puntería. —Pero si a esas vamos, si yo me casara contigo, ¡yo sería el que preguntaría quien se opone! 

—No tengo porque hablar contigo, Jeon.

—Ni yo contigo, fíjate.

—Me voy, no soporto estar en la misma habitación con un idiota. —Anunció lanzándole una última fruta del estante en la mesa, Jungkook la esquivó con suerte.

—¿Vas a dejar a tu esposo aquí? ¡Muy mal!

—¡No eres mi esposo!—Le respondió saliendo de la habitación no sin antes dar un gran portazo, Jungkook soltó carcajadas mientras lo observaba irse con enojo.

Las risas del pelinegro se detuvieron en cuanto notó la gravedad del asunto.

Estaba casado con Taehyung.

Con su "enemigo mortal"

Ok, Jungkook no es tan grave.

¿A quién engaña? Sería hombre muerto cuando sus amigos lo supieran, ni hablar de sus padres y sus ligues de tinder.

Mierda.