Bts. Broken Hearts: Jungkook

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   — ¡¿QUÉ, QUÉ, SARAH?!

Y, había estallado el chisme.

Sarah relamió sus labios, pensado que tal vez fué brusca al decile a su amigo tan rápido «Jeon JungKook me invitó a comer y yo acepté». YoonGi estaba asombrado, se gritaba en su interior una y otra vez que no había sido buena idea haberla dejado sola para irse a su hogar.

La chica permanecía recostada en su cama boca arriba, mientras que su mejor amigo, estaba a un lado sentado en una silla de brazos cruzados para nada contento, y aunque Sarah no hubiese escuchado más que un sonido de asombro por parte de él, éste echaba fuego por dentro.

— ¿No te agrada la idea? — inquirió ella con voz suave. Si bien, estaba emocionada por conocer a aquel chico, todavía tenía en la cabeza el cómo podría verlo YoonGi.

Suspiró con clara exasperación. — No lo sé...

— Quiero intentarlo. — respondió emocionada.

— ¿Por?

Le parecía expectante como ella demostraba interés en alguien que apenas y sabía su nombre. No quería destruir la ilusión que estuviese teniendo, pero de una u otra forma, debía hacerla pisar tierra.

— Creo que es momento de que conozca a más personas, YoonGi. — eso no se lo esperó él.

— Oh. — su voz fué entre sorpresa y confusión. Sarah eso no lo pasó por alto para sus sentido y decidió esperar mejor que su compañero hablara, y no que se estuviese equivocando con la idea de que a YoonGi, no le había agradado para nada aquella noticia. — Sarah... — pausó unos segundos. Ella esperaba ansiosa a que continuara. — ¿Tú quieres ir? — suavizó su tono de voz, pensando primero en ella y no en él.

Un brillo muy notorio estaba en sus ojos cuando lo recibió, y aún éste permanecía en ella junto a su casual sonrisa. Él, no quería arruinar el momento de felicidad que estuviese teniendo por la idea de conocer a otras personas; pero no podía evitar asustarse porque al final, ella pudiera salir lastimada, como solía pasar.

— Sí, YoonGi. — respondió, reincorporándose para quedar con algo de tiempo, frente a él, sonriendo en grande. — ¿Tú crees que alguien por fin quiera ser mi amigo?

YoonGi quería pensar positivo, si Jeon se había atrevido a pasar sobre sus abvertencias y acercarse, debía tener en claro que ahora debía cumplir con su palabra. O de lo contrario, se las vería con él y no le importaría romperle su cara de niño lindo.

— Sí, nena. — acercó sus manos a las suyas, acariciándolas con cuídado. Esperaba que Jeon cumpliera su parte, o de lo contrario, sabría porqué él era Min YoonGi. —. Alguien quiere llegar a tí y conocerte para saber la hermosa persona que eres.

Ella sonrió aún más, sintiendo sus ojos aguarse. Y, sin dar permiso, una lágrima traicionera se deslizó por su mejilla, causándole una risita nerviosa. Inclinó su rostro un poco, limpiándose con el dorado de su mano derecha, aquel rastro de líquido salado que se escuirría por su mejilla. Él la observaba con un nudo en su garganta, poco después cuando ella volvió a levantar la mirada, sonrió con algo de vergüenza después del acto repentino que tuvo. YoonGi ante aquello, no pudo evitarlo y se levantó de su lugar para posicionarse a su lado y abrazarla con fuerzas, sin llegar a lastimarla.

— ¿No le dijiste, no? — preguntó en un susurro. Ella negó, con sus ojos húmedos. —. No te preocupes por eso, te hubiese dicho algo allí mismo. — besó su frente, demostrándole su cariño al verla tan frágil. — Debe ser un buen chico.

No pensaba decirle que era él quien le había pedido ayuda, porque esa "ayuda" era saber su nombre, además de acercarse a ella con anticipación. También se maldijo en su interior por defender a un estúpido desconocido, pero todo para que ella se sintiese bien cuando todo empezaba.