58 SOFIA

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Luego de los tristes acontecimientos con Axel y su madre volvi a mi casa. Papá ya habia vuelto de su viaje. Se me hizo demasiado raro que no haya dicho nada acerca de que no estaba en casa por las noches.
Acaba de despertar mentalmente. Termine de completar unos escritos que tenia en ni diario. Entonces recordé aquella carpeta al fondo del armario de la oficina de papá. Aun no habia dicho nada. ¿Que adopción?
Mi cabeza no cuadraba.
Decidida a llegar al fondo de aquella duda sali del cuarto. Mientras bajaba las escaleras escuche un leve grito ahogado, un grito silencioso. Me apresure a entrar a la oficina de papá.
Al entrar mi mamá estaba allí contra la pared y mi padre en frente. Ella al verme rápidamente se volteo y acomodo un cuadro que colgaba de la pared junto a la repisa.

–¿Que quieres hija?– pregunto aún de espaldas a mi. Mi padres agarro unas hojas y me pidio permiso para salir de allí

–Espera, no te vayas. Quiero preguntarles algo– dije sosteniéndolo del hombro. El me miro con impaciencia

–¿De que quieres hablar? No tengo tiempo ahora– dijo e intento volver a salir pero lo detuve y fui al grano

–Encontre una carpeta– hice una pausa –Decia algo de una adopción

Mi madre rápidamente se volteo a mirarme. Tenia el ojo morado y las mejillas rojas.

–¡¿Que te paso?!– pregunte olvidandome de todo. Ella no contesto. Y delicadamente desvío la mirada a mi papá. Entonces mi cabeza me dio las respuestas. Y no podía creer lo que acaba de entender. No queria creerlo. Mire a mí papá y con la voz temblorosa y acobardada dije –¿Tu le hiciste eso?

–¿Esto es lo que querías lograr Manuela?– pregunta mí papá ignorandome –Te dije que no gritaras, mira lo que paso ¿Que? ¿Quieres que los vecinos se enteren?

Mi mente no encajaba en un solo lugar

–Mama...– llegue a decir

–Hija no es lo que pensas, tu padre y yo solo discutíamos...– dijo ella calmada, pero en el fondo se notaba que estaba en pánico

–¿Quieres que te haga gritar más fuerte asi te pueden escuchar los vecinos?– grito mi padre furioso y la tomo del cabello a mi mamá provocando una vez más el mismo grito ahogado de hace unos minutos –!Vamos, grita más fuerte ¿O eso es todo lo que puedes?– continuo diciendo mientras la agitaba de los cabellos castaños. Mi madre sollozaba atemorizada a la vez que se sujetaba el cabello para que no doliera
Mi mente decia basta. Gritaba que parase. Que dejara a mí mamá. Que volviera aquel hombre que era mí padre. No podia creer lo que veía.

–¡Basta! ¡Basta!– grite con la voz desgarrada mi padre no me hacia caso – ¡Ya basta! ¡Papá!– volvi a gritar y lo tome de los brazos con los que sujetaba a mi madre. El mientras tanto gritaba de una manera que ensordecia -¡Te eh dicho que grites! ¡Grita! Hace cinco minutos te hacías la superada ¿Que pasa? ¿Te acobardaste?- Todas las palabras resbalaban en mi conciencia, no era capaz de procesar lo que estaba pasando. Todo era tan rapido, tan confuso –¡Papa! ¡Para!

–¿Por que no le dices eh?– dijo el, la soltó y la empujo contra la pared haciendo que callera al suelo –Dile yo no soy su padre

–Hija...– mamá hablo por lo bajo

–Cuentale lo que dicen esos papeles. Cuéntale lo que son– dijo dándole una patada

–¡No la golpees más! ¡Ya para!– le grite armandome de valor. El me miro y se acerco a mi. Por un momento pense que me iba a golpear pero busco en su cajón y saco la misma carpeta que tuve en mis manos la noche que el volvia a casa y me la tiro encima

–Estoy arto de esta farsa. Fingir todos estos años que eras mi hija. ¡Que tormento!

Abrí la carpeta cuidadosamente y leí.

Te Amo...Where stories live. Discover now