Capitulo Veinticuatro

2.2K 264 8
                                    

Kara

Despertándome temprano el domingo por la mañana, me estiro, deleitándome con los leves dolores en mi cuerpo de una noche de hacer el amor, una y otra vez, con Lena. Me giro para mirar a la chica en mi cama durmiendo profundamente sobre su estómago. Dejé que mis ojos se deslizaran por la piel cremosa de su espalda y su trasero perfecto. Desearía tener mi cámara para sacar una docena de fotos. Su cuerpo es una obra de arte que pide ser inmortalizado.

No puedo evitarlo y deslizo un dedo sobre la nalga más cercana a mí.

—Bueno, ahora estoy en desventaja—murmura Lena, moviendo sus caderas.

—Lo siento. No quise despertarte —susurro.

—No lo sientas, solo hazlo.

—¿Qué?

—Vuelve a hacer lo que estabas haciendo, pero ahora en el otro lado —insiste, sacudiendo su trasero.

—No tienes que volver a pedirme que te toque el trasero —dije, arrastrando mi dedo sobre el otro globo.

—Gracias —dice Lena después de recibir el pequeño toque, y se da la vuelta estirando y mostrando su desnudez plenamente. Dios, esta chica va a ser mi fin.

—Eres tan rara —digo, conteniendo mis pensamientos lujuriosos.

Extiende la mano y pasa el dorso de sus dedos por mi pezón derecho, que responde instantáneamente a su toque.

—Ahora...¿no se siente traicionado tu pezón izquierdo?

¡Oh, que me jodan! Tal vez fue solo escuchar a Lena decir "pezón" o tal vez fue la sugerencia de que mi otro pezón no había sido tocado.

—Si. Por favor... —ruego. Lena sonríe y pasa esos dedos por mi pezón izquierdo, y de repente me sentí en paz—. Eres malvada —le digo.

Se pone de lado y sus ojos verdes se clavan en los míos y dice:

—Quizás. O tal vez tú lo eres. No importa cuánto lo intentes...

Su voz se convierte en un susurro y sus mejillas se sonrojaron.

—¿Qué?

Toma una respiración entrecortada y continúa.

—No importa cómo lo digas, tú y yo somos... —hace una pausa para lamer su labio inferior y tragar mientras sus ojos sostienen los míos—, dos partes de un todo.

Me inclino y reclamo esos labios y el sentimiento. Absolutamente siento que somos dos partes de un todo. La idea es perfecta. Se siente verdadero.

Lena rueda sobre mí y mi domingo por la mañana se convierte en el mejor de todos.

*****

Lena

Nada podría haber borrado la estúpida sonrisa en mi rostro ese domingo por la mañana. Dejando de lado el día de ayer con Diana, pasar toda la noche con Kara apenas y saliendo de la cama, realmente de eso están hechos los sueños. Muy diferente a hace dos semanas cuando me preocupaba que nuestra amistad se hubiera arruinado.

A última hora de la mañana, finalmente salimos de la cama y nos dirigimos a la cocina para hacer (bueno, yo hago, y Kara "ayuda") panqueques y tocino para el desayudo, con solo delantales. El delantal de Kara dice "Besa a la cocinera", algo que cumplo cada vez que lo leo. Solo un lote de panqueques termina quemado, por lo que culpo a Kara.

¿Cómo habíamos pasado tantos años sin reconocer la química entre nosotras?

Tendremos que empezar a ir a la cama alrededor de las siete de la noche para tener alguna oportunidad de dormir un rato.

Mientras nos llenamos la boca con el desayuno que "hicimos" mi teléfono vibra. Una mirada a la pantalla me muestra que es Diana. Su mensaje: Por favor, dime que has tenido algo de claridad esta mañana.

Oh, he encontrado muy bien algo de claridad.

Decididamente ignoré su mensaje de texto y silencié mi teléfono. Quiero sentirme mal por llevar su mundo dominante a un mundo aplastante, pero no lo hago. Ni un poco. Ella nunca me había apoyado. Simplemente disfrutó subestimándome mientras se deleitaba con las funciones del brazo de su padre, funciones en las que si hubiesen sabido lo que haría en el futuro—tener sexo con otra chica—no me hubiera permitido siquiera meter un pie. Y no es solo sobre sexo con Kara. Las cosas con Kara van mucho más allá del sexo. Hay apoyo y consuelo. Compartimos una genuina afinidad, incluidas las metas y sueños de cada una. Estamos enamoradas.

—¿Quién era? —pregunta Kara, su ojo de fotógrafa no se pierde nada.

—Mi pasado —respondo, sin sentir ningún arrepentimiento. ¡Wow!

—Entonces, hablando del pasado —comienza Kara, mirando su pila de panqueques—. ¿Qué pasa con el futuro?

Solo pensar en un futuro con Kara hace que mi corazón lata de prisa.

—Realmente no lo sé —digo, aunque sé lo que me gustaría que sucediera. Simplemente no quiero asustar a Kara. Si le dijera que quería mudarme a Los Ángeles con ella, ¿la asustaría? ¿Sería demasiado, demasiado rápido?

—¿Por qué no te mudas a California conmigo? Quiero decir, ¿no es LA donde se supone que debes estar para actuar de todos modos?

—¿Estás...quieres decir eso?

—¿Qué? ¿Actuar en Los Ángeles? —pregunta.

—No, me refiero a mudarme contigo. ¿Quieres eso?

Me estudia por un momento, sus ojos azules mirando en mi alma.

—No tienes idea de cuánto —dice en voz baja, tanta ternura y amor en sus palabras.

Suficiente de comer panqueques. Aunque nunca volveré a pensar en los panqueques de la misma manera. Jamás.

******

Quedan solo tres capítulos más el epilogo, se estarán subiendo en la semana ¡enjoy! 

It Made Me Think Of You // Supercorp AUOnde histórias criam vida. Descubra agora