Alice Gales Y El Traidor de la Sangre | George W | +18

5-La niña.

Llegó el 23 de diciembre, todos se preparaban para el siguiente día, los días se hacían más cortos, la nieve caía en mayor cantidad tapando todo a su paso, la música navideña retumbaba por las ciudades y la alegría crecía con cada día que pasaba, llenando de emoción a niños, adultos y ancianos.

En la madriguera esto no era la excepción, la señora Weasley quería que todo salga perfecto, mientras cargaba de tarea a todos los presentes en la casa.
Que desgnomanizar el patio, limpiar la sala, tirar reliquias antiguas, mantener la orden en el salón, etc.
Sin embargo la señora Weasley seguia preocupada por el menor de los gemelos, ya que este no salía de su habitación desde que Alice hablo con el, se mantenía encerrado ahí, por esa razón Fred tuvo que comenzar a dormir con Harry y Ron, cosa que Ron detestaba debido a las bromas que este les hacía.

La preocupación de la señora Weasley crecía, tenía la esperanza de que su hijo solo necesitaria estar un tiempo solo, pero pasaban las horas y no bajaba ni a comer.

Eran las 17:00 p.m cuando Alice se canso de ver a Molly tan deprimida, Molly había Sido muy amable con Alice, era una mujer bondadosa, cariñosa y una muy buena persona, lo que menos merecía era estar así de triste por uno de sus hijos.
Por lo tanto Alice tomo una manzana y subió las escaleras hasta el segundo piso, al llegar a la puerta de la habitación de George tomo suavemente el manubrio y abrió la puerta con delicadeza.
Al posar su vista en la habitación pudo distinguir como George estaba en una esquina de su cama, con las rodillas tapando su cara y de este escapaban pequeños sollozos.

Alice ingreso a la habitación y cerro la puerta detrás de ella. Se acercó a George y puso una mano sobre el pelo pelirrojo del chico, este no dió una señal de interesarle quien estaba ahí, y ahí Alice lo entendió, George solo necesitaba compañía.
Alice se sentó en el frío piso de la habitación frente a el mientras lo seguia examinando de pies a cabeza, estaba destruido, pero necesitaba que alguien le haga compañía, no que le hablarán, que de sienta acompañado.
Hubo un largo silencio en la habitación, un silencio dónde solo se escuchaban de vez en cuando los sollozos frágiles del pelirrojo en la esquina de la cama.
De repente George se atrevio a romper el largo silencio que hubo en la habitación.

—L-Lo s-siento, A-Alice. —musito George aún con las rodillas tapando su cara.

El corazón de Alice se rompió, verlo en ese estado era tan deprimentes George jamás había Sido una persona deprimente, o por lo menos, jamás lo demostraba.

—Esta bien, George. ——La pelinegra se levantó del suelo y se sentó al lado de el Pelirrojo para luego rodearlo con sus brazos y darle un cálido abrazo.

George suspiro y lentamente alejo sus rodillas de su cara, dejando expuesta su cara roja e inchada, sus ojos inchados debido a lo que había llorado durante los días que estuvo en esa habitación encerrado.
Alice se paró y se puso frente a el, quedándose de pie frente a el pelirrojo mientras le dirigía una sonrisa cariñosa, de repente George se levantó y la abrazo, dejando que sus lágrimas cayeran sobre el hombro de la bella chica frente a el, mientras la abrazaba cada vez con más fuerza, ella lo abrazo también y quedaron unidos en un tierno abrazo.

George se alejo de Alice y se sentó en su cama otra vez, mientras limpiaba sus lágrimas con la manga de su remera.

—S-sabes, seguro me puse a la defensiva p-por que sabía que t-tenia razón —dijo entre sollozos George mientras limpiaba sus lágrimas—, pero jamás me a-abri con nadie, y c-capaz hacerlo me i-impacto m-mucho. —George miro a la pelinegra frente a el con una tierna sonrisa.

—Hey, está bien, lo entiendo, pero también hay una cosa que debes de entender —Alice se agachó para mirarlo a los ojos y lo miro a los ojos mientras tomaba una de sus manos mojadas debido a sus lagrimas—, no necesitas de nadie para ser fabuloso, toma —la pelinegra le lanzó la manzana que había traído con ella— come, y luego baja, todos estarán felices de verte. —la dulce chica le sonrió y le guiño un ojo.