Matamos lo que amamos

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Corro tan rápido como mis músculos adoloridos me lo permiten, una de las razones por las que me había ofrecido ir por Ryan era porque temía que siguiera necesitando de medicamento intravenoso y no fueran capaz de retirárselo o hacer que se moviera con él de forma adecuada sin que se viera comprometido.

Una bomba cae cerca del palacio haciendo que retumben sus cimientos mientras cruzo otro pasillo puedo ver como se mueven las pinturas, por fin deslumbro la habitación donde se encontraba Ryan que se encontraba sentado sin playera observando la ventana.

—Ryan, vámonos — le digo buscando su playera por la habitación la enfermera debía de haber estado cambiando sus vendajes.

—Espera, escuche un ruido bastante fuerte.

—Sí, están bombardeando la ciudad, debemos ir al bunker.

—Mi madre y James — dice corriendo a la salida.

—Espera — le digo corriendo detrás de él — los guardias ya fueron por ellos debemos darnos prisa, los aviones están por venir en nuestra dirección — ¿dónde está tu playera? — le pregunto.

—La enfermera me cambiaba los vendajes se la llevo.

—Okay, no la necesitas, hay que darnos prisa — le digo comenzando a correr por el pasillo rumbo al bunker.

Los pasillos retumbaban cada vez con mayor intensidad, cuando a nuestras espaldas hubo una gran explosión que nos aventó a mi y a Ryan por el suelo del pasillo.

—¿Estas bien? — me pregunta Ryan mientras nos ponemos en pie, observo el enorme agujero que se encontraba en un costado del palacio, casi toda la pared se había venido abajo, no llegaremos a tiempo.

—Al estudio — le digo recordando los muebles, tal vez podrían hacer algo para protegernos a pesar de lucir bastante antiguos, su madera de roble lucía bastante fuertes aunque esto no era un terremoto, solo esperaba que los demás pudieran llegar a tiempo.

Ryan y yo corremos con el sonido de los aviones zumbando en nuestros oídos y con el temor de que en cualquier momento dejarían caer otra bomba.

—Estas sangrando. — le digo observando sus vendajes que se empezaban a mancharse de sangre.

—Muévete — me dice jalándome hacia él justo antes de que otra pared se desplomara justo donde me encontraba parada.

—Creo que ya vamos uno a uno — le digo mientras damos vuelta en el pasillo que nos llevara al estudio.

—Creo que me has salvado la vida en más de una ocasión  — me dice empujando la puerta del estudio. 

El estudio era una habitación muy grande y espaciosa como si hubiera sido diseñada para albergar a un gran número de personas. Lo que más me gustaba del estudio era que tenía unas escaleras por las cuales podías acceder a semipiso que servía como una mini biblioteca diseñada especialmente para esta parte del palacio. Otra cosa del estudio era que tenía múltiples muebles acomodados como si fueran zonas de trabajo, tal vez anteriormente usaban este espacio para darle clases a los niños de la realeza.

—Corre — le digo señalando uno gran mueble de roble.

—No, este es más resistente — me dice guiándome hacia el otro lado de la habitación.

El papel con el que estaba decorado las paredes lucía bastante antiguo. Ryan y yo nos encontrábamos debajo de una mesa de dibujo enorme y en una de las patas de la mesa me pareció ver tallado las iniciales de dos personas, pero el súbito estruendo sobre nuestras cabezas hace que me distraiga.

De lo que esta hecha una princesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora