Había estado nevando toda la noche y toda la mañana, el palacio lucía más hermoso que nunca con toda esa nieve alrededor hacia que sus colores resaltaran y le daba cierto aire encantador como si el palacio hubiera salido de un cuento de princesas, a veces cuando regresábamos del trabajo me maravillaba con su arquitectura.
Había pasado exactamente una semana desde que las aeronaves de Thebas habían bombardeado la ciudad y el palacio ya lucía nuevamente como si nada hubiera pasado, la ciudad en cambio se estaba recuperando más lento, Oríon había designado varios grupos que estaban ayudando a reconstruir las casas dañadas, pero aún así nos faltaban manos.
Hoy viajaremos a Inro, teníamos que apresurarnos a ganar aliados antes de que nuestros enemigos nos rodearan por completo, el bombardeo de Thebas había sido solo el primer paso, dos días después lanzo su comunicado oficial en donde nos declaraba la guerra, aunque no especificaba que se aliara con Sinse, por otro lado en Inro habían colocado bombas en una escuela por suerte lograron desalojar a la mayoría de los estudiantes a tiempo, este era el mejor momento para buscar aliados.
Oríon había logrado que la confianza en la nueva familia real reinante de Sinse se sacudiera un poco con la carta que había enviado, había esparcido el rumor de que la familia actual había matado a la anterior que al final del día no era un rumor.
—¿Estás lista? — me pregunta James bajando las escaleras del salón principal.
—Sí, ya se han llevado mis maletas — le respondo acomodando bien mi bufanda incluso dentro del palacio hacia bastante frío. — ¿dónde están tus maletas?
—Ya se las llevaron también — me contesta bajando las últimos dos escalones de un salto — ¿y Ryan? — me pregunta mirando alrededor.
—Fue al estudio, anoche dejo ahí su celular — le respondo señalando hacia el pasillo donde se encontraba el estudio.
—Que olvidadizo — dice él caminando hacia el estudio — iré a ver si necesita ayuda.
—¿También olvidaste tu celular? — le digo mientras caminamos hacia el estudio, la noche anterior habíamos estado revisando algunos de los títulos de los libros, algunos tenían algunas dedicatorios e iniciales en sus primeras hojas, nadie parece saber acerca de quien construyo esa pared falsa o porque una de las paredes guiaba al bunker, pero cualquiera que hubiera hecho esta última nos había salvado la vida a mi y a Ryan.
Ryan y James me habían dicho que en la biblioteca había un libro que decía que la habían construido porque uno de los reyes de Sleet era bastante receloso con su conocimiento.
—Así es. — dice dándome una sonrisa mientras entramos al estudio — ¿Ryan? — dice James mientras mira a su alrededor.
—Arriba. — dice Ryan acercándose al barandal del segundo piso — perdón, no recordaba en que sección lo había dejado — dice enseñándonos su celular mientras baja las escaleras.
—¿No viste el mío? — le pregunta James mientras me recargo en la mesa de dibujo en la cual Ryan y yo nos habíamos protegido durante el bombardeo, en ese momento me sentía tan abrumada por no saber sobre los demás o si seguiríamos con vida al final del día que no había reparado en la cercanía de Ryan ese día, ahora me era complicado no ponerme nerviosa cuando lo tenía cerca.
—Sí, lo puse en la mesa de dibujo — me doy vuelta para que James lo puedo tomar pero sin querer tiro el pequeño florero con flores lilas al piso, me agacho rápidamente, pero era muy tarde el florero se había roto en pedazos y solo me quede con las flores en la mano.
—Era bastante feo —dice Ryan comenzando a levantar las piezas del florero.
—Y deforme — dice James retirando la alfombra para que no se moje — si lo volvemos a pegar estoy seguro que tendrá mejor aspecto.
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De lo que esta hecha una princesa
Teen FictionSarah se enfrenta a algo mucha más grande, una guerra que está tomando escalas más grandes, una guerra que le abre las puertas al caos mientras que una guerra mucho más fuerte se libra en su corazón, todo esto en medio de conspiraciones y traiciones.