1-. La caperuza del compromiso.

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–Quieres esto, ¿no es cierto, Scar?
Quieres que deje en paz a tu familia.
Si lo quieres, tienes que aceptar.
Tienes que decirlo en voz alta.
Y vas a tener que vivir con las
consecuencias.
Pero es la única forma de que sobrevivan.
Así que decide.
Estás agotando mi paciencia.
Es tu vida o la suya.
Son mis reglas, jovencita.
Pero es tu decisión,
escoge tu destino.
O te perviertes, o me dejas
pervertirte
y te casas conmigo...
O ellos mueren.
Toda tu familia y todo tu poblado
dependen de lo que elijas.
¿Qué es mejor,
una vida a mi lado
o verme soltar al animal
que tengo aquí encerrado?
Ve con cuidado.
No quieres que este lugar
se convierta en escenario
de una masacre...
¿A que no?

Me dice todo eso sonriendo,
el maldito.
Menos mal que él no puede
escuchar mis pensamientos.
Porque si los estuviera oyendo
sé perfectamente lo que diría.
Y no quiero escuchar su voz,
no quiero,
no quiero ser parte de su vida.
Pero soy yo o mi familia,
así que sí, me rendiré y seré sumisa.
Con tal de que deje en paz
a mi abuela,
mis vecinos
y mi tierra.
Puedo rendirme ante Feral.
Puedo casarme con su cuerpo
humano.
Puedo ser la esposa que necesita.

–Si nunca más te acercas a los
que amo,
si nunca más vuelves por estos lados,
si juras no matarme
ni hacer daño
a nadie,
aceptaré casarme contigo
en menos de un mes
como has pedido.

Mi voz
(aún juvenil, años más que la suya)
tiembla cuando digo:
–Aquí y ahora sello mi destino.
Puedes hacer conmigo lo que quieras.
Estoy dispuesta a seguir tu camino
si cumples con aquello
que te he pedido.
No quiero nada más
que proteger a quienes me importan.

–Dilo.
Ahora.
En voz alta
-me gruñe, me ladra
mientras se vuelve a transformar
en el lobo que tanto hemos temido.

Saliendo de las sombras
de mi escondrijo
y arrodillándome
ante quien
pronto será mi marido
(en todos y cada uno de los sentidos),
pronuncio las palabras.

Al parecer no lo he
hecho
con volumen suficiente. Nunca pensé que sería necesario entregarme...
–Suplícamelo.
Más alto, Scar.
¿O debería llamarte querida?
Después de todo,
ahora estamos comprometidos,
¿no era eso lo que tú querías?
Deja de ocultarte tras la caperuza.
No pasará mucho antes de que
no puedas hacer nada para cubrirte
de mi mirada,
de mi cuerpo,
de mí.

Así pues, hago lo que me ha dicho;
aunque internamente estoy
temblando,
pronuncio lo que debo más alto
y con brío.
No hay otra opción.
Tomará lo que quiere,
aquí o en su propio fuerte.
Y prefiero que sea
en un lugar
desconocido
donde no haya vasos de leche vegetal
en la mesa de la cocina,
donde la sangre
que haya
en las sábanas colgantes
y puestas a secar
sea la mía,
no la de mi madre.
Un lugar en el que los dibujos
infantiles
que hice con mi abuela
no vean cómo me mancilla
esta bestia con forma humana.
Así que lo digo.
Se lo digo al lobo
que ahora me está observando.
Se lo digo al hombre
al que estaré atada el resto de mi vida.
Se lo digo al cambiaformas
que amenaza nuestra supervivencia.
–Por favor, Feral.
–¿Sabes lo que estás pidiendo,
mujer?
Pides que me conforme contigo,
con tu vida y con tu piel
en vez de tener una aldea a mis pies.
–Sí, lo sé. Prometo compensarte.
–Haré contigo lo que quiera,
con tu carne, tu aspecto y tu ser.
¿Sigues pensando
que es buena idea?
–Sí. Tómame. Llévame.
A cambio de
mi pueblo, te entrego mi destino,
mi cuerpo,
mi mente,
mi vida y mi corazón.
Lo juro.
Yo, Scarlet, soy tuya
de forma voluntaria.
Y lo seré siempre.

Esas son las palabras que crean
la magia.
La historia no es como te la contaron.
Ninguna narración se libra del daño.
Ni uno solo de estos cuentos
contemporáneos.
Gracias al destino,
como lo que viene no es apto
para niños,
el cuento aquí se acaba.

Para quienes queréis más
en la segunda fotografía
(que os dejo aquí impresa
porque
la prensa
no me permite
publicarla
por la privacidad total de la pareja
recién casada,
que no quiere verse acosada
por ninguna reportera descarada)
está Scar(let) Feral,
desconocido su apellido de soltera,
la última vez que alguien pudo verla
fuera de la que ahora
es también su fortaleza,
algunos meses después de la boda.

Para quienes queréis másen la segunda fotografía(que os dejo aquí impresaporquela prensano me permitepublicarlapor la privacidad total de la parejarecién casada,que no quiere verse acosadapor ninguna reportera descarada)está Scar(let) Feral,descon...

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Lo que debéis saber
es que estos no son cuentos vainilla.
Si queréis eso, id a ver Disney;
los hacen de maravilla.
Aquí hay cosas que no vais a ver
todos los días.
Esto es el siglo veintiuno, el ahora.
Bienvenidos a lo oculto.
Bienvenidos a lo que no se dice.
Bienvenidos a los tópicos
que no son de comer perdices.
Bienvenidos a lo que nadie os cuenta
de lo que pasa en el mundo.
Bienvenidos a este momento.
Bienvenidos a febrero.
Bienvenidos a los cuentos y poemas.
Bienvenidos a un lugar
de deseos concedidos,
de ávidas lectoras,
de lobos,
de reencarnación,
de enfermedad,
y ultra tecnología...
un país solamente femenino,
nadadoras con prótesis en las piernas,
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criptohabichuelas,
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Bienvenidos a mi pequeño libro loco.
Bienvenidos a veintiocho
cuentos de contemporaneidad.

Poemas y cuentos de contemporaneidad.Where stories live. Discover now