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Está bien, respira relájate... ¿Por qué diablos está este imbécil en mi habitación? no está mi nido de plantas... ni siquiera hay rastro de estas, sentí un pequeño pinchazo en mi pecho, algo parecido quizás a una frustración o angustia... ese nido, me esforcé mucho en ese nido.

- ¿Charlie? – mi voz salió increíblemente calmada como para representar el torbellino que se creaba dentro de mí.

- dime T/N

- ¿Qué hace el ciervo en esta habitación?

- ¿Alastor?

- con que así se llamaba.

- es la habitación que eligió, tenía el derecho. Al ser socio del hotel o inquilino pueden elegir la que quieran. – ella explicaba con una sonrisa en el rostro... tenia tantas ganas de borrarle esa mueca de los labios de un solo zarpazo.

- ¿y por casualidad no se te ocurrió que las plantas acomodadas y aplastadas en forma de nido no eran de alguien? – El silencio se hizo presente - pequeña Charlotte te enseñare una frase – me incline hacia ella disminuyendo mi tamaño para que pudiese verme mejor – "el silencio otorga" – me senté sobre mis patas de atrás y acaricie mi hocico, debía de encontrar una solucion – no hay otra habitación tan grande como esta, ¿Dónde se supone que duerma ahora?

- puedes dormir en la habitación con Al – sonrió como si nunca se le hubiese ocurrido una mejor idea

- no

- NO – al son e inmediatamente ambos compartimos ideas de una vez por todas. Estoy segura de que si yo tuviese músculos en mi rostro y el hiciese algo más además de esa sonrisa, las expresiones hubiesen sido de un asco absoluto.

- Charlie, querida – su voz intento salir suave, como quien le habla a un bebé – yo tengo mis asuntos personales y seguro que la señorita... – su mirada me lo dijo todo. Ese imbécil me consideraba de todo menos "señorita" – seguro que la señorita T/N también, además, no nos llevamos para nada bien y nuestras costumbres diarias deben de ser evidentemente distintas. – lo último lo dijo con un evidente tono de superioridad. ¿Podía existir el racismo en el infierno? porque creo que me acaban de discriminar por estar medio muerta.

- mira Charlie, yo y Alastor no empezamos con el pie derecho y por lo que me hizo dudo que alguna vez podamos llevarnos bien – solo debía aguantar con esa personalidad un poco más, no puedo salirme de control – solo nos respetamos porque actualmente debemos comportarnos como seres con modales.

- yo creo que es una grandiosa idea, el hotel no tiene otra habitación tan grande como esta. Evidentemente esto no será por siempre, solo mientras te adaptamos un nuevo cuarto... solo sopórtense un poco más... por favor – juntó sus manos en forma de súplica y nos miró con unos ojos... Perra, lo hacía bien.

- está bien, por mi lado está bien, mientras no me moleste en mis quehaceres no me voy a quejar – por el lado de "Al", parece que no estaba para nada contento, ese maldito ruido se hizo presente de nuevo y sus ojos volvieron a cambiar.

- si la princesa así lo desea, lo respetare... pero no me hare cargo si mañana aparece un cadáver fuera de la habitación.- su mirada me dejaba en claro "incluso si me miras te matare" aunque yo estaba en las mismas condiciones.

- perfecto chicos, arreglare los registros y mañana hay reunión a las 9:30 de la mañana... espero verlos... vivos, bye – se fue tan risueña como llego, llevo siglos en el infierno y nunca había visto a alguien tan idiota como ella... si no fuese la princesa ya estaría muerta. Apenas me di vuelta para poder ingresar a la habitación unas palabras me aturdieron.

- está bien. – eso parecía decirlo más para el que para mí. – estas son las reglas querida, y más te vale seguirlas al pie de la letra, no soy un hombre que tenga paciencia y de las cosas más importantes en mi vida personal, es mi espacio personal. No me molestes, no me toques y no me mires, es más si eres capaz de ocultar tu presencia hazlo, porque en cualquier momento te voy a devorar.

A través del tiempo/ Alastor x LectoraWhere stories live. Discover now