El Silencio de las Manzanas (SWANQUEEN)

3 meses después y un día más tarde (IV)

DISCLAMER: ¡BUENOS DÍAS, CHICXS!! ¡Un poco más tarde de lo que me habría gustado pero.... ahí vamos con el PENÚUUUULTIMO capítulo!! 

No sé si voy a poder actualizar esta semana o si tendré que dejarlo para la siguiente... Lo intentaré con todas mis fuerzas y, si veo que estáis por aquí onfire dándolo todo, quizás me ayude 😋 Pero no puedo prometer nada estos días...😔

Eso sí, para pasar el mono, si queréis, ¡hay actualización y además happy ending de los one shot! Sí, es posible que a más de unx os sorprensa puesto que EL P*** WATTPAD NO AVISÓ A CASI NADIE 🙂🙂🙂🙂🙂🙂🙂🙂🙂 Avisar está sobrevalorado, di que sí, Wattpad. DI QUE SÍ.

Pero bueno.... PACIENCIA.

¡Vamos a por este penúltimo capítulo y espero que os guste mucho y disfrutéis de este tramo casi final! Nos leemos, chicxs 🥰🥰

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Emma logra que la mantícora retroceda un par de centímetros. O eso le parece a ella. Nunca es suficiente. Con cada rayo de magia, la bestia ruge más alto, más furiosa, y las embestidas son más virulentas. Intentan reagruparse cerca de un árbol que sirve como parapeto y Regina pronuncia unas palabras en latín.

Al instante un muro de fuego se interpone entre el trío de héroes y la criatura. A pesar del intenso calor, David respira tranquilo, agradeciendo el breve descanso. La mantícora observa las llamas. Pero sin miedo, con curiosidad. Abre la boca y lanza su propia llamarada que reaviva el fuego y lo hace crecer. Y como una aparición demoniaca, atraviesa su propio fuego, sumado al de Regina, con una mueca que podría parecer una sonrisa. Su piel no presenta una sola muesca y la Mantícora parece encantada con las llamas que la acarician.

"Creo que el fuego es su elemento" tartamudea Emma observándola con pavor. Regina asiente a su vera y con un movimiento de muñeca hace desaparecer el muro de llamas antes de crear un innecesario desastre en el bosque. Los pasos de la mantícora retumban sobre la hojarasca y a ella se le están acabando las ideas. "¡¿A qué narices esperan para darle la maldita poción?!"

"Esto no me gusta..." murmura David pegando la espalda al árbol sin soltar su pistola.

"¡Cuidado!" se desgañita Regina. La cola de la mantícora atraviesa el aire con un latigazo y se estrella directamente en el tronco. El árbol sobre ellos se parte sin resistencia y los tres saltan como conejos asustados alejándose de la mole de madera que se precipita sobre ellos. Emma lo empuja con una ráfaga de magia, que lo deja caer a pocos metros de la bestia. Pero esta ni siquiera se inmuta. Recoge su cola y la precipita de nuevo. Esta vez contra ellos, tratando de barrerlos.

"¡Emma!" chilla Regina tratando de no tragar el humo y el polvo que inundan el ambiente. "¡Repite conmigo!" exclama elevando sus manos. "Infernum rope, denique sanguine, infernum..."

"...rope, denique sanguine, infernum rope..." repite a dúo la salvadora, imitando sus palabras, su tonalidad, su movimiento de manos. La criatura ruge, expectante, y la magia recorre la espina dorsal de Emma. Un escalofrío que se dirige a sus manos y nace en forma de soga. Una cuerda de varios centímetros de grosor baila entre sus dedos, zigzaguea por el aire con violencia, busca el extremo del cabo que emerge de Regina. Ambas sogas se unen y, un instante después, atraviesa el aire con el sonido de un latigazo. Emma vuelca su poder, pero es la morena quien dirige el ataque. La cuerda rodea a la mantícora, surca el espacio entre ellos y se cierra en torno a las cuatro patas peludas. Regina cierra sus manos y la soga se pliega hasta atar los pies de su presa y hacerle perder el equilibrio. El descomunal cuerpo peludo se derrumba como un peso muerto contra el suelo del bosque, a unos centímetros de David. El sheriff pega un salto asustado, apuntando su arma contra la boca de la mantícora, que lanza un par de bocados al aire, tratando de morder a pesar de estar atrapado.