𝐄𝐧𝐝 𝐨𝐟 𝐭𝐡𝐞 𝐝𝐚𝐲 │ Joshua Bassett

O38. bets everywhere

Narra Daniela

Me gustaba decir que odiaba los días de sol, pero ese día era diferente, se podía sentir el frío en el viento pero el sol había salido ese día, era como la brisa de la mañana, y a mí me encanta.

Usualmente llegaba directamente a el set con mi desayuno ya hecho, pero me levanté tarde así que después de que me pusiera mi vestuario y mi maquillaje fui a la sala de descanso y busque la maquina expendedora.

Eso me calmara el hambre en lo que me daban mi pequeño descanso.

—Chingadera — maldije mientras le daba un golpe a la máquina, se había atorado mi barra nutritiva en el último resorte

— Si Tim te escucha maldiciendo le da un infarto

Salte de el susto y maldije de nuevo — Puta madre, avisa culero

—Sigo sin entenderte del todo — río mientras movía la máquina y mi barra nutritiva bajaba

—No es mi problema — dije tomando la barrita — eres igual que Chris, el se llevó español a extraordinario y eso que siempre lo ayudaba

—Una de dos o el es muy malo para el español o tú una mala maestra

— ¡Oye!— exclamé ofendida — soy una maestra excepcional

—¿A si?

—A si es mi estimado — dije dándole otra mordía a la barra — la mejor del país

—Averigüemoslo —dijo mejorando su postura, mientras me lanzaba esa mirada juguetona

Me está subestimando

Pendejo

— Está bien, te propongo algo

— Soy todo oídos

—Si aprendes español en lo que grabamos la serie, le pedirás a Tim que me deje insultar en mis redes sociales y así, sabes cómo odio la censura

—De acuerdo, pero si no...— se quedó pensando por un momento — bueno, te lo pediré al final

— Eso es injusto

— Claro que no

— Tengo que saber todas las condiciones, es como apostar a ciegas — dije dándole otra mordida a la barra y cambiando mi postura a una, según yo, amenazante

—Así es la vida — dijo riendo y revolviendo mi cabello

— ¡Oye! Helena se enojara si me ve despeinada — dije mientras acomodaba mi cabello

(...)

Estaba en la silla que el staff me había dado, con mi nombre y todo.

Estábamos esperando a que acomodarán todo para comenzar a grabar, mientras aprovechaba a darle una última lectura a mi guión.

Papá y Camila se la había pasado enviando mensajes por el grupo de la familia molestándome de que no iba a poder viajar a Los Angeles por el cumpleaños de Camila, el cual es en unos días.

Y no es mi intención, si pudiera viajaría a Los Angeles, pero eso es imposible, tengo trabajo aquí en Utah y creo que lo entienden, pero les encanta chingar.

Apareció Joe al lado mío y me susurro- ¿Sabías que vamos a estar como extras en media escena?

— Tu eres un extra — dije susurrando

—Lo se, pero siempre aparecemos detrás ¿No tendrán presupuesto para más extras?

Solté una pequeña risa — Tal vez es el hecho de que es el club de teatro, y no pueden haber distintos alumnos todos los días, genio