-beg me stay over🍂

655 97 23
                                    


Ya era bastante tarde en la noche, más específicamente las 1 de la madrugada.
Johnny puso un colchón junto a su cama para acomodarme, me sirvió agua y ambos nos acostamos en nuestras respectivas camas.

El de pelo café había intentado besarme hace un rato, dejándome con muchas dudas. Debido a esto, no me había dignado a decir casi ninguna palabra desde que llegamos..

Quise romper el silencio para liberarme de algunas de las dudas que se alimentaban de mi conciencia.

— Fue mi primer beso... ¿Por qué lo hiciste?— Susurró el chico tailandés mirando al techo mientras jugueteaba con sus dedos.

—Oh, eso explica por qué eres tan malo besando. — Contestó el contrario burlonamente y se volteó en la cama a fin de poder observar mi (ahora sonrojado y nervioso) rostro. — ¿De verdad
nunca habías besado a alguien?

Mi cabeza se movió hacia ambos lados indicando que no bromeaba con lo que acababa de decir, mi sonrojo no había abandonado mis mejillas desde que llegamos.

— Ahh... Es una pena, desperdiciaste tu primer beso conmigo... y será un mal recuerdo. — Esto me confirmó que nada de esto había sido un sueño, las marcas en mi cuello eran reales, el charco en mi ropa interior también.

— N-no, no lo contaré como mi primer beso ¿Por qué lo hiciste? — Dije evitando la mirada mordaz del contrario.

— Ah, luego te explico ¿Quieres que te enseñe a hacerlo? — Dijo el mayor con demasiada naturalidad.

— ¿Hacer qué? — Pareciera que los besos no significaran nada para aquel chico.

— A besar, digo, no me gustaría que si vas a empezar tu vida sexual tengas poca experiencia y quedes con una mala imagen como besador.— No podía creer lo que escuchaba ¿Acaso el tipo al que tengo en un pedestal era un creído? ¿Pensaba que al besarme me hizo un favor?

— ¿Cómo me enseñarías eso? ¿No prefieres besar chicas? — Pregunté confundido, a este punto se me hace cada vez menos hetero, pero sigo sin entender a quien miraba en aquella esquina.

— Mmh... Sí, me gustan mucho más las chicas, no mucho los chicos, de hecho para nada, pero ahora estoy soltero, así que puedo experimentar.— El poder de este chico era increíble, incluso su sonrisa más dulce prendía una llama en mi estómago.— Solo si quieres, claro. No quiero que quedes con un mal recuerdo de tu primer beso.

— Uhh... no necesito que me ayudes. — El mayor fingió ofensa al ser rechazado, al fin y al cabo, ¿Quién no querría ser besado por este perfecto adonis?

— Para mi no es problema, es lo menos que puedo hacer después de usarte para ahuyentar a mi ex y uhh... dejarte con eso... despierto.— Mis ojos se abrieron como platos, se había dado cuenta de mi pequeña erección hace un rato. Me voy a morir de vergüenza.

Ahora su cara de miedo en el auto tenía sentido, me estaba utilizando.

— No necesito tus favores y no quiero ser parte de tu paranoia con tu ex o lo que sea de lo que hables, déjame en paz. — Nuestras caras estaban a milímetros de distancia, no sé en qué momento había dejado su cama y quedamos así pero alcanzaba a oler su perfume, sentí su mano colocada en mi muslo.

— Mm, está bien. — Pensé en todas esas veces que me había quedando mirando sus labios, al fin podía mirarlos de cerca. — Si cambias de opinión dime, ¿Vale?

— ¿Qué fue lo que pasó con Yerim? — La curiosidad no me carcomía, pero quería saberlo si iba a aceptar su oferta, tenía que aprovechar la oportunidad de estar con él aunque todo fuera una farsa, podría imaginar que fue un sueño más.

— Ah, bueno terminamos y no parece querer entenderlo, eso es lo que pasa, en resumen. — Se notaba incómodo, no quería eso.

— Oh, entiendo. — Acomodé mi pelo y me senté abrazando mis rodillas, él volvió a mirarme a los ojos haciendo que mi corazón diera un vuelco. — Quizá sí quiero que me enseñes... — ¿Qué estaba diciendo? ¿Y si estaba bromeando conmigo? ¿Tendría que salir corriendo?

Mi ansiedad y preocupaciones se desvanecieron cuando sentí su mano tocar mis mejillas con delicadeza, sus ojos se cerraron mientras se acercaba a mi, hice lo mismo por instinto y abrí mi boca ligeramente dejando que sus labios se colaran entre los míos. Supuse que eso debía hacer, ya que así lo hacen en las películas.

Moví mis labios tratando de seguir su ritmo pero se me hizo muy rápido, sentía que mi corazón iba a salir por mi boca, iba a explotar de tantas sensaciones nuevas, sus manos se habían posado en mis caderas y yo no sabía que hacer con las mías.

— Puedes tocarme tú también, ¿Sabes? — Paró el beso para decirme eso al mismo tiempo que tomaba mis manos y las ponía sobre su propio pecho.

Asentí perdido en su marcado abdomen que traslucía a través de su camiseta. Noté un bulto en mi pantalón y me removí para taparme con la manta.

— N-no quiero seguir... — El poste con patas se paró a mi lado para luego volver a su cama, no dijo nada más en toda la noche y yo me quedé dormido con una entrepierna sensible y una cabeza adolorida por el alcohol.

crush culture [johnten]Where stories live. Discover now