crush culture [johnten]

- Kiss me in the seat of your rover🌛

— Shhh... — El chico de cabello chocolatado hizo callar a sus amigos quienes perturbaban el ambiente en su auto. — No hablen tan fuerte, a Ten le va a doler la cabeza.

—Ay sorry, bubus.— Puchereó Taeyong al escuchar al mayor. — Deberías llevarlo a tu casa, bubu, su mamá se va a enojar si lo ve así. —Mencionó el antes nombrado haciendo una mueca.

— ¿En serio? Oh, no sabía que su mamá fuera así, ¿No quieres que se quede contigo?. — Los dos tórtolos se lanzaron una mirada cómplice y rieron al unísono.

— Taeyong se quedará hoy en mi casa, no quisiéramos dejarlo solo e incómodo. — Los tres pasajeros conscientes rieron levemente.

— Podrían aguantarse la calentura una noche, ¿Saben? — La pareja rió a carcajadas, Johnny, quien se encontraba en el asiento del conductor, no entendía las intensiones de dejar a su amigo solo con él, se habían enterado de lo sucedido en el baño por voces terceras, por lo que Taeyong decidió darle un empujón a su amigo.

— Hazte cargo del chico, ¿Okay? papi tiene que disfrutar una noche.—
El conductor frunció el ceño con disgusto, nunca se acostumbraría a que su mejor amigo se refiera a si mismo como papi cuando se trataba de... eso.
Por estas cosas le desagradaba la idea de estar con alguien del mismo sexo.

—Ya llegamos, mañana los llamo y les aviso si Ten está mejor, lo iré a dejar a su casa cuando haya mejorado. — Jaehyun y su novio se bajaron del auto dejando a Johnny solo con un Chittaphon medio dormido. — Vamos a mi casa, no te preocupes.

El menor cerró sus ojos hasta llegar a la casa de el ardiente chico, donde por fin los abrió un poco.

— ¿Y los chicos? — Preguntó Ten irguiéndose en su asiento con cuidado.

— En la casa de Jaehyun haciendo cosas de novios, ya sabes. — Johnny detuvo el auto para bajarse cuando se percató de un vehículo familiar que se detuvo justo a unos cuantos metros del suyo. — Mierda... — Susurró entre dientes y tomó una decisión apresurada con lo que tenía en el momento. Esperaba que con esto la rubia se largara.

— Mira, Ten, no bajes aún, haré algo, tú sígueme la corriente como hace un rato ¿Vale? — El americano susurró conectando su mirada con la del tailandés y tomando su delicada cara entre sus grandes manos.

El chico de figura pequeña asintió con su cabeza ahora un poco más consciente, dejando que los bruscos labios del contrario se pegaran a los suyos, su reacción no fue inmediata, pero atinó a cerrar los ojos en vez de cruzarlos con los del mayor los cuales miraban de reojo al auto gris lejano.

La boca del pequeño permanecía quieta mientras el otro parecía querer devorar su cara, necesitaba moverse para que pareciera un beso sincero.

En unos segundos la rubia se había alejado en su auto y Johnny dejó libres los labios de su copiloto.

— ¿Qué fue eso?... — Musitó Ten titubeando sonrojado entre hipidos. 

— Un beso, luego te explico, ¿Tienes hambre?

Ambos adolescentes se bajaron del auto en silencio y entraron a la acogedora casa.