crush culture [johnten]

- ʇlnɔ ɓuıssıʞ 🍀

¿Recuerdan cuando dije que nunca había dado mi primer beso? Pues es verdad, lamentablemente nada ha rozado mis vírgenes labios, excepto la chica que me robó un beso en el Kinder, salí corriendo y llorando ya que no entendía qué pasaba. Por cosas así sigo virgen.
Convencido de que nunca lograría juntarlos con los de otra persona, protegí mis puros labios de cualquier roce, deshidratación y raspón que fuera posible. Cuando se me daba la oportunidad de besar a alguien lo rechazaba y salía corriendo, sin embargo me encuentro aquí sentado en un círculo en la habitación de Yukhei con otras diez personas que quieren ser besadas.
Por supuesto, todo era un plan para que mi amigo pudiera al fin confesarse y la mayoría estaban ahí por alguna razón similar. Yo, por otro lado, quería ver a mi amigo ser feliz.

— Ya, chicos ¿Quien empieza? —Preguntó Jaemin mirando al resto.
Los ojos de Lucas al otro lado de la habitación se encendieron al mismo tiempo que habló.

—Yo, Jungwoo ¿Verdad o reto? — Las mejillas del pelirrojo se tornaron rosadas, titubeó bastante en su respuesta pero finalmente salió de su boca.
(Creo que me estoy volviendo mejor en esto de narrar...)

—Uhh... Reto.— Su mirada gacha delataba su timidez, pues el chico que le gustaba (O eso creo yo, no sé como funciona el cerebro de los enamorados.) debía darle un reto.

—Te reto a besarme.— Exclamó Yukhei con seguridad, como si supiera que no sería rechazado.
En resumen, se besaron. Supongo que el menor le hará la pregunta luego.

Pasaron un par de rondas en el juego, la lengua de todos había pasado por alguna boca y yo aún sin nada.
No es que me moleste, al final ¿Cuál es la gracia de besar? ¿Se sentirá bien? ¿Me pierdo de mucho si no lo hago?
Mientras tanto, mis ojos seguían rozando por la musculatura de John. Su bonita risa y su carisma al hablar con otras personas.

—Chittaphon, ¿Verdad o reto? —Preguntó entre hipidos y risas el menor de los chinos. A estas alturas, la mayoría iba por su cuarto o quinto vaso de cerveza o algún otro licor, mientras que yo aún ni terminaba la mitad del segundo.

— Uhh... Reto, supongo.— Los ojos presentes se posaron sobre mis gestos por unos segundos. La ansiedad trotaba por mis venas a paso lento pero constante.

— Jaja.. emm... te reto a que vayas con Johnny al baño por uh... 7 minutos, ahora.— Ay no.