i. a complete idiot

671 53 15
                                    

▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬

CAPÍTULO UNO
Un Completo Idiota

▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬

A veces Olaya Sallow odiaba completamente su vida, la detestaba.

¿Y quiénes eran los culpables? Sus propios padres.

Rigel Sallow, su padre, era un importantísimo productor musical. Subió a la fama cuando comenzó a representar al mismísimo Elvis Presley, y desde ese entonces, todo el mundo lo quería como representante.

Este terminó casándose con una estudiante de moda igual de reconocida que él, Giennah Sallow —de soltera Moore—.

Era una apasionada por su trabajo. Siempre que quería algo, lo lograba.
Pero cuando conoció a Rigel, nada fue igual.

En ese matrimonio, se hacía todo lo que él quería. Si Rigel quería un sándwich, ella debía prepararlo. Si él quería que sus camisas estuviesen planchadas, ella debía hacerlo.

Todo ese carácter que ella tenía en sus venas se había esfumado. Sólo se dedicaba a hacer su trabajo y a obedecer a su esposo.

Y también a educar a su hija, Olaya.

Olaya Sallow era la representación de la hija perfecta para los ojos de sus padres.

Sumisa, bien educada y callada.

Cuando quería, claramente.

Ella sabía a todas luces que no podría ser libre con sus padres.

Hasta que ellos dejasen de mantenerla, obvio.

Pero, durante toda su vida tuvo que fingir ser alguien que jamás quiso.

—Levanta la pierna izquierda y cierra los ojos —ordenó el fotógrafo entrecerrando los ojos.

Olaya suspiró pesadamente, obedeciendo al mayor.

—Te ves tan hermosa —alentó su madre—, ¿verdad, Freddie?

Bulsara sonrió, —Totalmente, querida.

La pelirroja rodó los ojos, y continuó posando a su pesar. Sabiendo claramente que no es lo que quería hacer en ese preciso momento.

Horas más tarde, una vez que Freddie y Olaya habían podido deshacerse de los padres de la chica, empezaron a caminar con rapidez en dirección al destino que tenían planeado para esa noche.

Olaya observó el luminoso cartel que decía el nombre de la famosa taberna.

—¿Cómo es que yo no sabía de esto? —preguntó la chica

Freddie rió burlón, —Querida —llamó su atención— no es mi culpa que tú quieras ir a un solo lugar.

—No es mi culpa que la universidad de Berbim tenga tan buena vista —contestó la menor sonriendo pícara.

—¿Sólo piensas en chicos? —alguien habló detrás— ¿Acaso no viste lo que son las mujeres?

Olaya saltó en su lugar con sorpresa.

my oh my ; roger taylorWhere stories live. Discover now