PAPER HEARTS ➳ Draco Malfoy

❝O19 | The black dog❞

˗ ˏˋ [ narrador omnisciente ] ˎˊ˗
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En muy poco tiempo, la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras se convirtió en la favorita de la mayoría. Sólo Draco Malfoy y su banda de Slytherin criticaban al profesor Lupin:

━ Mira cómo lleva la túnica. ━ Solía decir Malfoy murmurando alto cuando pasaba el profesor. ━ Viste como nuestro antiguo elfo doméstico. Pero a nadie más le interesaba que la túnica del profesor Lupin estuviera remendada y raída. Y él se callaba cada vez que Tefi lo regañaba suavemente, a ella realmente le disgustaban esos comentarios y él no quería que se enojara con él después de sus avances. Por lo que se callaba y solía hacer comentarios como; "Me gusta tu cabello", "Te ves bonita con tu túnica" o preguntándole acerca de cosas que él sabía que ella amaba para distraerla y que no se molestara.

Las siguientes clases del profesor Lupin fueron tan interesantes como la primera. Después de los boggarts estudiaron a los gorros rojos, unas criaturas pequeñas y desagradables, parecidas a los duendes, que se escondían en cualquier sitio en el que hubiera habido derramamiento de sangre, en las mazmorras de los castillos, en los agujeros de las bombas de los campos de batalla, para dar una paliza a los que se extraviaban. De los gorros rojos pasaron a los kappas, unos repugnantes moradores del agua que parecían monos con escamas y con dedos palmeados, y que disfrutaban estrangulando a los que ignorantes que cruzaban sus estanques.

Ella tenía que admitir que adoraba al profesor Lupin mucho más a que al resto. Y no era solo porque enseñaba muy bien, sino por la constante sensación de comodidad y familiaridad que sentía cuando estaba con él. Durante ese tiempo, ella lo había visitado varias veces a su despacho y tomaban chocolate caliente juntos mientras hablaban. Lupin se mostraba extremadamente curioso en como era su vida con la muggle de su madre, y ella siempre trataba de evadir el tema para no sacar a luz el constante maltrato de su madre. También solía preguntarle cosas de su padre, y Tefi le hablaba de las cosas que recordaba de él, viendo como él la miraba con ojos brillantes. Le gustaba como él no la mandaba a callar o la interrumpía cuando hablaba demasiado.

Tefi habría querido que las clases fueran de Pociones fueran tan de entretenidas como las del profesor Lupin. Ella amaba Pociones, pero el profesor arruinaba todo para ella. Snape estaba aquellos días especialmente propenso a la revancha y todos sabían por qué. La historia del boggart que había adoptado la forma de Snape y el modo en que lo había dejado Neville, con el atuendo de su abuela, se había extendido por todo el colegio. Snape no lo encontraba divertido. A la primera mención del profesor Lupin, aparecía en sus ojos una expresión amenazadora. A Neville lo acosaba más que nunca, Tefi siempre saltaba a defenderlo, y nadie la culpaba cuando le sacaban puntos a Gryffindor por eso aunque si mostraran su molestia con respecto al profesor.

Pero Tefi, contrario a Harry, Hermione y Ron; adoraba las horas que pasaba en la calurosa sala de la torre norte de la profesora Trelawney, descifrando símbolos y formas confusas. Por más que Hermione insistía en que era una materia absurda e irreal, a ella le encantaba leer e intentar descubrir el futuro. Era de las pocas a las que la profesora Trelawney halagaba, tanto por su entusiasmo al participar en clases como la amabilidad con la que la trataba. Tefi no la veía como una lunática y eso le gustaba a la profesora.

A nadie, exceptuando a Tefi, le gustaba realmente la asignatura sobre Cuidado de Criaturas Mágicas, que después de la primera clase tan movida se había convertido en algo extremadamente aburrido para ellos. Hagrid había perdido la confianza. Ahora pasaban lección tras lección aprendiendo a cuidar a los gusarajos, que tenían que contarse entre las más aburridas criaturas del universo.