Capitulo Veintiuno

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—¿Escucharon lo que pasó?

—Wei WuXian atacó a los cultivadores que cuidaban el camino QiongQi y liberó a los remanentes Wen.


—Muchos vieron a Lan WangJi salir de Lanling Jin, y los sobrevivientes lo vieron llegar al camino QiongQi, ¡pero él no volvió!

—El líder de secta y el señor Lan en serio se veían muy afectados, lo mejor será no hablarles del tema.

—¿En serio creen que lo haya...?


—Wei WuXian y el segundo maestro Lan siempre tuvieron una relación complicada, era cuestión de tiempo para que se enfrentaran.

—La secta Yummeng Jiang se retiró casi al mismo tiempo, por la vergüenza que estaban pasando no los culpo, ¿pero a donde habrá ido su discípulo?

—Rezo por el líder de secta, su esposa se veía bastante molesta a la hora de retirarse.

—Wei WuXian, solo se ocultó por que sabe lo que le espera si se enfrenta a la secta Yummeng Jiang.

—Ojalá no le tengan piedad.






Wei WuXian despertó repentinamente y respirando con dificultad.

Se sentó rápidamente en la cama provocándose un mareo y tras unos segundos se recompuso.

Miró a su alrededor dándose cuenta de que la luz del sol iluminaba todo a la perfección, seguro pasaban de las diez de la mañana.



Tomó las primeras túnicas que se encontró y fue a revisar los alrededores, sin embargo, en el camino se encontró con Jiang YanLi quien llevaba una bandeja con comida.


—A-Xian, ya no son horas para salir. — le informó su hermana muy apenada, Wei WuXian hizo un puchero aceptando la bandeja.

—Perdón, me quedé despierto anoche—tomó lo que Jiang YanLi le había ofrecido—gracias Shijie, perdón por preocuparte.

—Solo mantente saludable—le pidió ella con una sonrisa y acariciando su mejilla—ya debo irme, vendré en la noche.

Wei WuXian vio a Jiang YanLi retirarse, muy apenado regreso por donde venia y comió su desayuno. Todos se despertaban a tiempo y hacían sus deberes, para él desvelarse y levantarse a las ocho o nueve de la mañana no hubiera sido un problema, pero ahora por alguna razón se sentía de más cansado.



—Maestro Wei, ¿ya está despierto? —preguntó Wen Ning antes de entrar a la habitación—si se perdió el desayuno podemos darle una ración.

—Wen Ning, tranquilo, mi Shijie me trajo algo ya—Wen Ning observó los platos y sonrió aliviado—je, los flojos no merecemos un desayuno caliente, pero esta delicioso...

—La señorita Jiang es muy amable al ayudarnos en las mañanas. —comentó Wen Ning apenado por el atrevimiento, pero no molestó a Wei WuXian, más parecía que le daba igual.

—Bien Wen Ning, reporte. —pidió Wei WuXian mientras comía tan rapido como podía, no quería molestar a la líder de los Wen.


WangXian- SantuarioOù les histoires vivent. Découvrez maintenant