One shots

Súperboy Prime.

En el multiverso oscuro, en un mundo parecido a la tierra.

Se vía que el mundo estaba la oscuridad, realmente el mundo estaba cubierto de nubes negras.

Aún así se veía que fue un buen planeta evitable ya que había edificios, viviendas, autos, etc. No obstante todo estaba en ruinas y no se veía señales de vida.

En algunas partes se estaba llevando varios desastres naturales.

En una de sus tantas ciudades, había un ser humanoide flotando sin rumbo fijo, viendo la destrucción.

Es un hombre joven, estando en sus 19 años, lleva puesto un traje azul con negro que en su mayoría es de metal y una capa roja. En el centro de su pecho llevaba una gran S. En su mano derecha en su dedo del medio llevaba un anillo negro con bordes dorados.

Aquel joven veía todo en silencio.

Llegó a un edificio y se sentó en la orilla.

Veía que a lo lejos se acercaba una tormenta eléctrica.

Inhaló y exhaló, luego habló con un tono de voz frío.

—He conocido lo es que es la crueldad... lo que es la maldad... la injusticia... pensé, ¿Por que hacen esto? ¿Por qué la humanidad se hace esto? ¿Por que las deidades hacen esto? ¿Por qué?... Creo, que nunca lo sabré. Supongo que es inevitable que la humanidad se destruya a si misma. Tal vez no las puedo criticar porque sufrieron antes y se convirtieron en monstruos... O ya eran monstruos y se liberaron unas vez perdieron lo que tenían. Ellos solo ven a los mundos y sus habitantes como algo más en su campo de juegos sin importarles la vida de los demás... pero cuando comienzas a casarlos te tratan como a un monstruo, son hipócritas, arrogantes y miserables. ¿Por qué? Nunca lo sabré —mira que la tormenta ya llegó—. Nunca quise ser el mal, nunca tuve la oportunidad de demostrar que podía ser un héroe... le falle a Padre, a mis hermanos... a todos.

Comenzó a llover a cántaros. Él disfrutaba de eso. Un buen espectáculo según él.

Desde hace un tiempo le gustaba ver la lluvia y el cielo con sus rayos, relámpagos y truenos, después de todo lo que hizo y vio le parecía hermoso y relajante.

Mientras la lluvia caí sobre él, seguía observando en silencio, deleitándose con aquel evento natural.

—Vi a esos supuestos guardianes ser corrompidos por el poder, manchando el legado de los antiguos —Sus ojos de volvieron rojos brillantes—. Catástrofes que tuvieron una vida de mierda ahora hacen la vida imposible a los demás... Heh —se levanta y mira de lado a lado la destrucción—. Francamente no sé quiénes son los peores...

Dicho eso fijo su vista en un edificio y con su visión calorífica lo desintegró sin dejar ni un escombro. El área había sido iluminado por un rojo intenso que duró unos segundos.

Cuando se disipó el brillo se veía un sendero completamente de destrucción, el camino que se creo estaba al rojo vivo.

—Tengo tres objetivos en este momento —dice mientras apretaba con fuerza sus puños y sus ojos rojos brillaban con intensidad peligrosidad—. Yo exterminaré a quien se cruce en mi camino... no les tendré compasión.

El resplandor de un relámpago ilumino toda la pequeña ciudad a oscuras dejando ver los cadáveres de las personas que habían o algunos casos los esqueletos, vehículos destruidos partidos a la mitad como si hubieran sido cortados por un láser junto a las calles y aceras, momentos después el rugido de un trueno se escuchó.

Comenzó a flotar mientras se tranquilizaba, no perdería el control, no otra vez. Él ascendía lentamente hacia el cielo, mientras decía.

—Luz, oscuridad, Bien y mal, algunos dicen que solo puedes estar en un bando... la luz es el bien, y la oscuridad es el mal, la verdad, ya perdí ese concepto. Pero antes de decir algo más, les contaré lo que me pasó, de como me convertí en el “villano”.