Five Rules ©

°Capítulo 112°

Jimin:

Domingo, 09:15 AM.

-es hora de abrir los ojitos, miele...-. La mañanera ronca voz de Namjoon sonó sobre mi oreja. El mayor acaricia los botones de la camisa que utilizo como pijama.

Aturdido al recién despertar gruñí frunciendo mi ceño. Abrí mis ojos, viendo directamente la ventana de su cuarto. Está abierta dejando entrar aire, las cortinas flotan, y un cálido rayo de luz luce. Miré a mi novio, sonriendo al verlo con una sonrisa dulce, sus ojos algo cansados y su cabello castaño despeinado. La luz del sol posó en su rostro, haciendo parecer que sus ojos son aún más claros y su piel brillosa.
Miré su torso desnudo, sólo lleva el pantalón de pijama.

-déjame dormir un poco más- pedí.

-¿seguro?, abajo Stella y Dante prepararon un desayuno delicioso sólo para ti y para mí-. Sus dedos continuaron jugando con la camisa. Reí ligeramente acariciando su oreja.

-está bien, bajaré sólo por mis suegros-.

-¿dormiste bien?-. Se recostó sobre mi pecho. Suspirando acaricié sus rulitos.

-gracias a ti... pude descansar-.

-¿cómo te sientes?-.

-cómo si viviese en una realidad inexistente-. Reí dormidamente. Mi novio se recompuso, mirándome sin comprender

-explícame esa ironía, señor poeta-.

-¿no sientes que esta mañana parece irreal?-. Miró el alrededor -el sol está tan precioso, tú estás a mi lado, abajo hay una familia que me espera y... me siento bien-.

-¿eso es lo irreal?, ¿estar feliz en una casa donde no esté Jun?- asentí -pues esta también es tu casa, piccolo, mis padres pueden ser tu familia-.

-lo son, estoy seguro que lo son-.

Nos sonreimos mutuamente. Extrañamente el dolor que siento de amanecer en la realidad donde Jun es ausente puede ser reducido con Namjoon. No duele tanto porque él está.

Bajamos al living. Nam sin remera y con su pantalón, yo con una camisa larga de él y sin nada abajo; realmente no me avergüenza estar asi delante de mis suegros, ellos son tan cálidos y respetuosos. Dante y Stella me protegen incluso sin que me de cuenta.

Nos sentamos en la mesa. Stella me alcanzó una media luna de manteca. -¿qué quieres tomar, Jiminie?-. Mi suegro cuestionó -¿café con leche o negro?-.

-solamente leche, por favor-.

Miré a Nam que comía como un hambriento. Sin vergüenza se mancha el rostro de dulce de leche, tomando un café negro. Comí con lentitud, disfrutando del rico sabor.

-¿qué tal durmieron?-. La señora cuestionó bastante alegre; parece estar feliz todo el tiempo.

-bien, nos dormimos temprano porque los dos estábamos agotados-. Namjoon limpió su boca.

-¿cómo te sientes, Jimin?-. Dante tomó mi mano por encima de la mesa mostrando tristeza atreves de su mirada.

-normal... supongo-.

-sabes que puedes quedarte en casa cuanto necesites, esta casa también es tuya, estaremos encantados que te quedes con nosotros-.

Agradecido sonreí, pero me incomodé sabiendo que aunque ellos quisieran, sé que no podrían.

-él vivirá con Jungkook, pa-. Namjoon respondió por mi -se quedará en casa unos días hasta que los padres de Kook se acomoden y puedan recibirlo-.