Taehyung:
Miércoles, 06:20 AM.
-¡¿una cartulina?!- mi madre gritó desesperada cuando Minki le dijo que necesitaba una cartulina para el día de hoy, que se acordó al último segundo sobre esa información -¡me lo pudiste haber dicho ayer!- Hana la retó. La menor pedía disculpas ante su desesperación.
Miré a mi padre quién reía ante esa escena, con una taza de café en sus manos, su suave sonrisa mientras sopla el vapor. Las dos mujeres de la casa siguieron desesperandose, quisiera reir ante la divertida situación desde este punto de vista, pero no puedo.
Mi tostada untada en mermelada de naranja me ve, esperando a ser devorada junto al jugo de pomelo recién exprimido, con dos cucharadas de azucar para matar lo ácido intolerable. -¿No te gusta el desayuno?- mi padre con su grave voz mañanera cuestionó
-amo esta comida pero...-.
-no tienes hambre- suspiró impotente, sin saber cómo darme de comer. Apenado por ser un problema bajé mi cabeza -Inténtalo Tae, debes abrir de nuevo tu apetito-.
La tristeza me alimenta cada día.
Agarré la tostada, recordando las palabras de Jimin; tuvo bulimia, se preocupa por mi alimentación. Debo escuchar las palabras en un experto en este tema. Si él me dijo que necesito comer, supongo que tiene razón.
Le haré caso a Park, pero jamás le diré que comí gracias a él.
Le di una mordida escuchando de fondo los reproches de mi madre y como Minki seguía pidiendo perdón una y otra vez. Me permiti sonreir suavemente ante la cómica escena para nosotros dos. Aunque la sonrisa sea un poco forzada, es bueno sonreir.
¿Cómo estará Namjoon?.
Esa pregunta me está matando estos últimos días, en especial ayer. Se veía tan culpable respondiendo esos tweets que eran contra Jungkook. Lo quiere, es obvio que es su amigo y odio sentirme tan celoso.
También la forma en que maltrataron a Jeon, me di asco a mí mismo cuándo salí a defenderlo, debi dejar que sigan. Él jamás me defendió, ¿por qué yo defenderlo a él?.
-salgamos ahora así compramos en algún lugar del planeta. ¡Maldita sea Minki! desde ahora me darás tu cuaderno de aviso todos los días-. Hana salió corriendo en busca de las llaves del auto. Dejé la tostada a medio comer en un costado, colocándome mi mochila en la espalda
-mamá está gruñona- la de colita de cabello vino hacia a mi apenada -no me gusta que me rete-
-no eres perfecta, Minki. Está bien que te hayas equivocado y que te reproche. No te preocupes-. Acaricié su cabello cuando me abrazó completamente apenada
-¿no debo ser perfecta?- cuestionó elevando su cabeza, negué con una suave sonrisa sólo para ella
-nadie es perfecto-.
-Nam oppa si- aseguró contenta. Escuché como mi padre tragó saliva ante la dolorosa incomodidad.
No... ni él hace las cosas bien.
Luego de minutos que no conté llegamos a la escuela, mi hermana ya tiene una cartulina blanca en sus manos. -Minki, irás a tu aula y copiarás lo que debes escribir en esa cartulina. Tienes media hora antes que comiencen las clases-.
-si mami, perdóname- triste se acercó a ella besando su mejilla. Mamá sonrió y negó, también dándole un besito
-te perdono, ahora ve-. Más aliviada la menor salió corriendo. Cómo siempre soy el último al bajar, necesito mentalizarme para entrar a ese doloroso infierno de los jóvenes. -Tae- Hana antes de que me baje tomó mi mano, confundido la miré -¿cómo te sientes?-.

YOU ARE READING
Five Rules ©
RomanceTaehyung es un chico sátiro, con cinco reglas intocables y un pasado doloroso. Jamás pensó enamorarse, sin embargo sentimientos desconocidos brotan al escribirse con Teddy, un chico simple, el único que realmente valía la pena en aquella aplicación...