iv.

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A/N: Teóricamente este iba a ser el capítulo final para esta historia PERO.

Resulta que, aún habiendo recortado algunas cosas innecesarias, eran 10 páginas de Word (para que os hagáis una idea, un capítulo normal mío ronda las 12-13 páginas) y aún me quedaba una escena tocha, una breve, y el final en sí. Iba a quedar demasiado largo. Incluso para mí (xddd).

Así que al final he decidido dividirlo en dos capítulos. Aunque sean un poco más cortos de lo habitual, creo que ganarán en ligereza y facilidad para digerir la trama, que si fuera un capítulo interminable en el que pasan 50 cosas una detrás de otra.

Y hasta aquí todo lo que tengo que decir. Os dejo leer.

***

- ¿Y bien? – inquiere Chloe apenas cinco minutos después mientras cruza el umbral del estudio para entrar.

Engancha el talón en el borde de la puerta para cerrarla tras ella, sus manos ocupadas sujetando los aparatos electrónicos que ha apilado uno sobre otro en una montaña inestable: su portátil, el cargador, la tableta gráfica con su bolígrafo, su almohadilla ergonómica y el ratón.

Lleva dos bolsas de papel, de un llamativo amarillo pollo y verde botella, colgando de su codo por las asas y golpean con un crujido acartonado sus piernas con cada paso que da.

Beca suelta un prolongado suspiro y se hunde en su silla como un muñeco de trapo. Sigue el avance de Chloe por el rabillo del ojo izquierdo hasta que desaparece de su campo de visión al cruzar tras el respaldo de su silla.

Chloe reaparece por su derecha, inclinándose sobre un espacio libre en la mesa de mezclas para depositar cuidadosamente su montaña electrónica en la superficie.

Deja las manos suspendidas en las proximidades hasta que está segura de que nada se va a caer al suelo. Solo entonces estira el brazo en el que lleva colgadas las bolsas de papel, que resbalan sin freno hasta que las asas se enganchan en su mano.

- Los chicos han traído esto para ti, por cierto – comenta Chloe.

La bolsa ofrecida se balancea en el aire entre sus cuerpos hasta que Beca la coge.

Ahora que puede verla mejor, se fija en el logro impreso en vertical de una empresa de reparto de comida a domicilio. Al lado, escrito en letra desgarbada con permanente negro, Jesse ha puesto: Compensación por daños emocionales #1.

Beca ríe para sí misma.

- Gracias, ¿a ti también te han traído una?

Chloe asiente de manera distraída mientras arrastra una silla hasta donde tiene pensado instalarse para trabajar.

Gira la bolsa con su comida para que Beca pueda verla. El mensaje es exactamente el mismo a excepción de que alguien —Amy la Gorda, a juzgar por los garabatos ininteligibles que adornan la superficie de papel— ha dibujado una flecha bajo la palabra "emocionales".

Siguiendo la dirección en la que señala, Beca encuentra un mensaje adicional apretujado hacia el culo de la bolsa:

Compensación por daños emocionales #1.

Provocados por tener que sufrir un beso de mierda

La expresión de Beca se transforma en una de auténtica indignación. Frunce el ceño y clava su mirada furiosa en la sonrisa expectante de Chloe, como si hubiera estado esperando exactamente esta reacción por su parte.

You've ruined my life (by not being mine)Where stories live. Discover now