Mire a ambos lados de la calle antes de cruzar rápidamente hacia ese ansiado lugar que tanto me costó encontrar.
Observé a los muggle que pasaban pero para Ian no verme por lo que entre al lugar tranquila.
Cuando entre lo primero que vi fueron varias mesas llenas de magos bebiendo y comiendo, cuadros que se movían, una chimenea por la cual una pareja acababa de salir, etc. Me acerque a la barra donde se hallaba una mujer de mediana edad junto a un niño de unos 10 años a su lado.
-Hola buenas tardes- la saludé con una sonrisa.
-Buenos tardes querida quieres algo para comer- la verdad tenía mucha hambre así que asenti.
-Si por favor
-Muy bien que deseas pedir-me sonrió.
-Tarta de melaza y cerveza de mantequilla con jengibre si tiene- la verdad nunca había comido esto pero siempre que veía o leía algo relacionado con Harry Potter, estos parecían ser delicioso.
-Claro querida ahora te lo alcanzo- la mujer se giró a preparar mí orden. Se me vino a la cabeza que la cerveza de mantequilla debía tener algo de alcohol por lo que no podría tomarla ya que estaba amamantando y afectaría a mí bebé.
-Señorita podría darme un vaso de leche en vez de la cerveza por favor-le supliqué, ella se giró con una sonrisa.
-No ahí problema, por cierto mí nombre es Marta y el es mí hijo tom- señaló al niño que se encontraba sentado en un costado- soy la dueña del lugar y tu eres- me miró curiosa.
-Oh disculpa mí descuido-le sonreí- soy Morgana y este es mí hijo Baltazar- señale al antes auto proclamado Voldemort, el se encontraba en mis brazos jugando con mí cabello el cual se llevaba a la boca.
-No Zar- dije rápidamente sacando mí cabello de su boca y tirándolo hacia mí espalda, el hizo un puchero- ya, ya mí amor no llores- lo acune en mí brazos para calmar su llanto, él poco a poco se calmo.
-Es muy lindo tu bebe- dijo Marta llegando con mí orden.
-Muchas gracias- le sonreí, deje mí bolso a un costado y empecé a comer como podía con Zar todavía en brazos.
-Una consulta Marta-la volví a llamar mientras tomaba mí leche- tendría una habitación disponible y cuánto me saldría.
-Si tenemos disponible, la noche está 10 Sickle y 5 knut-me respondió
-Esta bien quiero una habitación y cobraste la comida- ella asintió y le pagué la habitación, al terminar de comer me llevo hacía la que sería por un tiempo mí nuevo hogar.
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La habitación era bonita, algo antigua pero considerando que me encontraba en 1926 estaba muy bien.
Marta me dejó para que me pudiera acomodar y se fue una vez más al bar para atender.
Deje a Zar en la cama rodeado de almohadas y me cambia de ropa a un vestido que habían dado en el orfanato, debía con urgencia comprarme ropa.
Cambia a mí bebé de ropa y salimos hacia el callejón diagon, con la ayuda de Marta pudimos traspasar el muro. Grande fue mí sorpresa al ver finalmente al callejón diagon, era mucho más hermoso y bullicioso de lo que imaginaba, las tandas me llamaban mucho la atención pero sabía que mí primera parada debía ser el banco por lo que con algo de pesar tuve que aguantar mí emoción y ganas de correr a mirar todo, para ir a mí primer destino.
Luego de unos minutos caminando finalmente frente a mí tenía al tan aclamado banco mágico.
