Monstruosa Realidad (MitsuBoru)

MITSUKI 🧧

Tras escuchar la voz de Boruto pudo despertar y contener al monstruo que amenazaba con devorarlo justo a tiempo.

Por supuesto que tuvo que hacer uso de toda su voluntad e imponerse ya que el monstruo le llevaba la ventaja.

Pero dicho esfuerzo valió doblemente la pena ya que volvía a sentir en su interior las fuerzas renacer. Volvía a su condición humana poco a poco, a medida que el monstruo retrocedía debilitándose.

Y todo gracias a Boruto y a su amor. Lentamente el hechizo iba resquebrajándose. Pudo hablarle con su propia voz desde la oscuridad, primero en los pasillos y luego tras la puerta.

Por suerte Boruto obedeció y no la abrió tal como él se lo había pedido. Su sol estaba ileso pero asustado, eso podía percibirlo fácilmente y se odiaba por ser el causante de su malestar.

Ésto le hacía  ver que debía contarle la verdad, tarde o temprano tendría que hablarle de frente por más miedo que sienta.

Sin embargo la sola idea de perderlo, despedazaba a Mitsuki por dentro. Ya lo había perdido una vez, hace mucho tiempo. No soportaría perderlo otra vez. Eso sería peor que la misma muerte o el hechizo en concreto para él.

Se alejó de su puerta porque no podía aguantar más el deseo de abrazarlo y besarlo. Pero a su vez sentía asco de su propio ser, el verse tan monstruoso lo descorazonaba. ¿Qué clase de futuro podría tener su Sol con alguien como él? Ninguno.

Con los primeros rayos del sol regresaba a su forma humana una vez más. La serpiente iba achicandose hasta medir igual que el humano para finalizar con la desaparición de esa forma, regresando así su rostro, sus brazos, sus manos, sus piernas y pies junto al resto del cuerpo humano.

Sus ropas aparecian nuevamente en su cuerpo. Pero él quedaba exausto ya que aquella transformación consumia gran parte de su energía.

Yacía en el suelo del pasillo semiconciente. El Nibi regresó a su verdadero tamaño para llevarlo sobre su lomo a su respectiva habitación.

Mitsuki volvía a ser él mismo, tanto física como mentalmente. Pero el hechizo  seguía avanzando aunque ahora  lo hacía lentamente.

En ésta ocasión le hubo ganado la partida pero ¿hasta cuándo podría seguir resisitiendo? Se iba debilitando, eso era ya una certeza.

¿Podría romper aquel infernal hechizo algún día? Cuando creyó haber perdido las esperanzas, su Sol llegó para darle fuerzas y seguir luchando. 

"Boruto....gracias...mi amor"

Allí donde el Nibi lo había dejado, se durmió debido al intenso agotamiento padecido.  El bijuu de dos colas volvía a ser un tierno gatito y acurrucándose a su lado también se durmió allí mismo.