[ 05 ]

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Lo primer que hicieron fue ir a por los libros de Harry, Severus sabía de sobra qué libros necesitaría así que decidió que eso sería lo más rápido. Harry en ningún momento le soltó, a pesar de que realmente no le daba miedo el público, la cantidad de gente le hacía temer que se podría perder y no era muy sencillo que te encontrarán cuando no podías escuchar que te hablaran.

Severus tomó los libros necesarios en 5 minutos, pero decidió que tal vez, sólo tal vez, el niño necesitaría algunos otros para hacer más rápido su acoplamiento, probablemente su sordera ya sería suficiente problema como para que a parte sea un completo ignorante del mundo mágico. Agarró los escenciales, libros de etiqueta ( aún si dudaba que Harry lo leería ), libros sobre magia básica y como canalizarla, algunos de meditación y como 5 de pociones, si iba a pagar los libros él que fueran de algo importante.

Harry quiso preguntar por qué eran tantos, dudaba que en la escuela pidieran tantos libros, pero antes de poder mencionarlo en voz alta, el profesor "habló".

— “Pondré algunos libros extras para que puedas entender algunas cosas o simplemente para ayudarte con tu magia, son libros básicos por ahora, con el tiempo necesitarás algunos mejores pero creo que con tu nivel de aprendizaje estos bastarán...” - Harry sintió una mezcla de emociones extrañas, entre la indignación porque de alguna manera le había llamado tonto y admiración porque a pesar de todo, ese hombre le quería ayudar a mejorar. Sonrió pero su ceño estaba fruncido, juró haber escuchado una risa de parte del profesor pero probablemente fue parte de una alucinación.

Ni bien pagaron salieron de ahí. El lugar era asombroso pero seguía siendo agobiante y el olor a libro, a pesar de rico, era muy fuerte para su nariz que, gracias a la falta de uno de sus sentidos ( casi dos ), estaba más desarrollada.

Si Harry era honesto, algunas de las personas caminando que estaban por ahí le aterraban, no eran tan oscuras como el hombre morado pero si lo suficiente como para dar el sentimiento de inseguridad, así que simplemente tomó más fuerte la manga del profesor.

Severus no decía nada realmente, lo llevaba de un lugar al otro como muñequito de trapo o simplemente daba pequeños comentarios mentales como explicando el porqué de algo, nada muy relevante en la mente del pequeño.

Pronto llegaron a un lugar grande y blanco de mármol, escucho como el profesor le daba una pequeña explicación al entrar pero realmente no le puso mucha atención, su vista estaba concentrada en el texto que estaba escrito en la entrada.

«Entra, desconocido, pero ten cuidado
Con lo que le espera al pecado de la codicia,
Porque aquellos que cogen, pero no se lo han ganado,
Deberán pagar en cambio mucho más,
Así que si buscas por debajo de nuestro suelo
Un tesoro que nunca fue tuyo,
Ladrón, te hemos advertido, ten cuidado
De encontrar aquí algo más que un tesoro

Terminó de leer cuando por fin entraron, ver aquellas criaturas caminando y, aparentemente, manejando todo le pareció asombroso. Veía a su alrededor pero conteniendose hasta cierto punto, por alguna razón, sentía que sabía qué debía hacer.

— Bienvenidos - habló uno de los hombresillos, Harry no logró entender del todo lo que esté decía pues el movimiento de sus labios era demasiado leve como para poder leerlos. Hizo simplemente una pequeña "reverencia" y en voz muy baja dijo:

— "Que tus tesoros se multipliquen".

Aquello sorprendió tanto a Severus como al goblin que les atendía, Severus porqué no sabía qué estaba haciendo y el goblin porque aquello era algo que muy poca gente sabía.

— "Y que tu vida sea prospera" - Harry tampoco entendió aquello pero decidió que simplemente sonreiría, al fin de cuentas, no se veía enojado.

Hombre de Seda [ severitus ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora