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Capítulo 2: El miedo de Snape.

En esos momentos Severus Snape estaba demasiado perdido como para explicarse a sí mismo la situación.

Cuando Albus le había convocado a su oficina en la mañana jamás creyó que sería para algo así. Sabía de antemano que se trataría del hijo de Potter pero no de esta manera. El solo recordar la cara de miedo de Albus le causaba escalofríos en todo el cuerpo.

"- Tu sabes que mandé a Hagrid para entregar la carta de Harry - Albus dijo ni bien tomó asiento, Severus asintió - Bueno, cuál fue mi horrible sorpresa al enterarme que el joven ya no vive ahí y que ni siquiera ellos saben dónde está.

« - Gracias a los ineflables lo encontramos rápido, pero lo que me dijeron no me deja respirar tranquilo. Realmente no debí confirmarme tanto... "

Y ahora ahí estaba, en frente del Orfanato dónde vivía el mismísimo niño que vivió desde, aparentemente, muchos años. Si no fuera porque era exelente en oclumancia estaba seguro de que la gente que caminaba podría ver su miedo. Y es que por mucho que no lo quisiera admitir, estaba un tanto aterrado de lo que pudiera pasar después de esto.

Entró al lugar y una señora con sonrisa amable le recibió, algunos niños estaban en la entrada pintando libros para colorear o simplemente hablando entre ellos

- ¡Oh! Bienvenido, ¿necesita algo? - su voz sonaba tan calidad como su apariencia, aquella mujer no tenía nada que envidiarle a Molly Weasley.

- Sí, en realidad, vengo a ver a un niño - respondió con su típica voz neutra. Si podía, quería ver a Harry, explicarle, un obliviate a todos ahí y adiós mundo Muggle.

- ¡¿Viene a Adoptar a alguien?! - la choncha mujer se acercó a él con una sonrisa de inmensa felicidad.

- Eh, sí, algo así. En realidad vengo por un niño llamado Harry Po- Ni siquiera pudo terminar de hablar cuando la que parecía ser la Madre superior gritó.

- ¡Andyyyyy!

- ¿Qué pasa? - una joven de no más de 25 años apareció desde un cuarto en la planta de arriba, asomando la cabeza un poco solamente. - ¿Me llamó?

- ¡Sí, sí! ¡Quieren ver a Harry! - y así como la mayor de ellas, la tal Andy gritó de emoción.

- ¡Suba, suba! Ya mismo le muestro a nuestro pequeño Harry. - movió su mano dándole la señal de que podía seguir. Dió una pequeña reverencia a la señora y siguió su camino hacia donde estaba la más joven. Si se era honesto, no sabía cómo interpretar esa emoción repentina que habían demostrado.

« - ¡Harry es un amor, le juro que sí! ¿Usted lo conocía de antes? Ay, le juro que Harry se va a poner feliz de verlo si es que lo recuerda. ¡Vienen por Harry!¡Qué hermoso! - Andy no dejaba de hablar, hablaba tan rápido que incluso lo alteró un poco. La vió tocar un botón para que de inmediato se escuchará un rasposo "entren".

Y ni bien la emocionada Andy abrió la puesta, lo vió. Tan parecido a su padre como podía ser, pero con unos ojos verdes iguales a los que recordaba de su Lily, estos escondidos detrás de un vidrio pero ni eso opacaba el brillo que esas bellas esmeraldas tenían. Tal vez eran incluso más hermosos que los de su pelirroja amiga.

Tan perdido en si mismo como estaba ni siquiera notó cuando la tercera se retiró de la habitación, ni siquiera recordaba si había dicho algo. Estaba un tanto sorprendido de la facilidad con las que esas mujeres dejaban a un hombre en la habitación de un indefenso niño. Ni siquiera le habían preguntado su nombre.

Ni bien se recuperó empezó a hablar. Aquel día llevaba ropa un tanto abrigadora, no porque hiciera frío ( estaban en medio del "verano", un verano británico, pero al fin de cuentas verano ), si no porque quería esconder su rostro de cualquier persona que le pudiese reconocer. Así que, mientras hablaba, sentía el leve roce de su bufanda con sus labios.

- Buenos días, Potter. Soy Severus Snape y vengo como representante de la escuela de Magia y Hechicería "Hogwarts". Es mi placer... - frunció el seño cuando vió al joven de cabello revuelto mover las manos. Un click de inmediato llegando a su cabeza haciéndole caer sus barreras de oclumancia.

Sin perder tiempo usó Legeremancia para entrar a la mente del chico y desde ahí hablarle.

- ¡¿Eres sordo, Potter?! - ni bien soltó esa simple frase dentro de la cabeza del chico vió como el mencionado ponía cara de horror. Este, con su voz rasposa por la clara falta de uso, gritó;

- ¡¿POR QUÉ LO ESTOY ESCUCHANDO?!.

Lanzó un rápido muffliato sin varita para que nadie pudiese escuchar lo que sea que vaya a pasar en esa pequeña habitación.

- ¡Potter, eso es lo de menos, contesta mi pregunta!

- ¡Literalmente me está viendo tener un ataque de pánico porque lo estoy escuchando! ¡¿Usted qué cree?!

- ¡Discúlpame, pero yo también estoy entrando en pánico! ¡¿Por qué mierda eres sordo, Potter?!

- ¡Deje de usar mi apellido en cada oración! ... Y, ehm, en realidad no lo sé, no recuerdo. Creo que me golpearon ... - ya para lo último no estaba gritando, su voz se estaba sintiendo cansada.

- ¿Cómo que te golpearon?¿Con qué?¿Quién? - Severus se pasó la mano por la cara, esto estaba siendo cansado y ni siquiera llevaba dos minutos ahí.

- ¿Por qué debería contestarle? Ni siquiera sé quién es usted - de poco en poco Potter se veía más calmado, a pesar de la rara situación.

- YO soy, Severus Snape. Vengo en representación de la escuela de Magia y Hechicería, Hogwarts. TÚ, Harry Potter tienes un cupo este año, por lo que vine a entregarte tu carta y explicarte tus dudas.

- ¿Que magia, yo, qué? ¡¿Puede dejar de hacer esto con mi mente?! ¡Sólo baje la bufanda! - y sin un segundo de espera Potter le sacó de su mente, dejándolo, una vez más, en estado de shock.

Se quitó la bufanda de forma histérica antes de hablar de nuevo.

- ¿Cómo hiciste eso? - habló fuerte, a pesar de que ahora sabía que su tono de voz no importaba.

- ¿Hacer qué?

- ¡Me sacaste de tu mente! ¡A mí! - se señaló a si mismo con histéria. Si alguien no le daba una silla sentía que se caería.

- ¡No te desmayes aquí! Siéntate a mi lado, pero no te desmayes - Potter se recorrió un poco dándole espacio.

- ¿Qué? ¿Leíste mi mente? - Snape se estaba empezando a sentir cansado.

- Claro que no, ¿qué te pasa?, lo dijiste en voz alta. Por Dios, cálmate, ¿qué te pasa? ¡Yo debería ser el intranquilo aquí! ¡Un hombre desconocido está en mi habitación y lo primero que pasó cuando entró fue que pude escuchar o algo así!

- ¡Pues si me dejaras explicar, Potter!

- ¡Entonces explicame!

Snape soltó un muy largo suspiro, algo le decía que sería un día demasiado cansado para él.

👥

¡no se preocupen, la personalidad seca y tirana de Snape regresará! Pero sentí que esta primera escena al conocerse se tenía que notar la histéria de nuestro bello hombre al saber que Potter es sordo jeje

Espero les guste, es un poco revoltoso pero quería que eso se notará.

Si ves cualquier error de ortografía, nop, no lo hiciste ;)

pd: en realidad no sé si con legemerens se puede hablar con otra persona, pero, para facilidad de Severus y lo que viene, aquí sí se puede JAJJS

Hombre de Seda [ severitus ]Where stories live. Discover now