Hombre de Seda [ severitus ]

[ 07 ]

Desde el día que habían hecho las compras había pasado un mes entero, Severus había pasado unas cuantas veces por el orfanato, tanto para terminar con el papeleo de adopción como para llevarle a Harry las últimas cosas que necesitaría para las clases.

Aquel por fin era el día que Harry se iría a aquel nuevo mundo, eran apenas las 7 de la mañana pero él probablemente ya llevaba más de tres horas despierto por los nervios. Había desacomodado y acomodado sus baúl muchas veces y continuamente se quedaba viendo la ropa que usaría, cuestionandome si debería llevar eso o no.

Eran ya casi las 8 cuando Harry por fin empezó a sentir que el sueño le llamaba, recostado y ya un tanto relajado, cerró sus ojos. No pasaron ni 5 minutos cuando una de las hermanas le movió frenéticamente para que despertara. Abrió sus ojos de inmediato y con una rápida seña le dijo que ya bajaba, lo último que vio de ella fue una gran sonrisa.

Se levantó de su cama y tomó sus gafas, tomó su toalla y siguió su camino a la ducha. No pasó ni media hora cuando un Harry bañado, vestido y perfumado se veía bajar por las escaleras del orfanato.

Ese día Harry sentía que iba relativamente bien vestido ( según sus conocimientos de moda, que no eran muchos ). Portaba una camisa una talla más grande que él que le había regalado una de las hermanas por su cumpleaños con la escusa de "Sé que crecerás mucho este año" (cosa que no hacía desde los 9), arriba de ella un chaleco de rombos de tonos azules y cafés, llevaba unos shorts caqui que le llegaban unos sentimientos arriba de la rodilla y para sus pies unos calcetines blancos y los zapatos negros de charol que usaba en ocasiones especiales. No hace falta decir que en cuanto las hermanas lo vieron no pararon de decirle lo bonito y apuesto que se veía, un gran sonrojo apareció en sus mejillas creando aún más halagos a su persona.

A las 9 en punto un Severus Snape apareció por la puesta principal del orfanato, lo primero que presenció fue un montón de mujeres halagando y apapachando a un Harry que fácilmente podría pasar por un tomate por lo rojo que estaba. En cuanto el menor se dió cuenta de su presencia gritó: - ¡Señor! - Severus quiso suponer que era algún tipo de grito de ayuda pero la simple idea de meterse entre ese caos le causaba repelus, prefirió seguir el ejemplo de muchos de sus alumnos y simplemente 'hacerse el tonto'.

Lamentablemente no funcionó, su lazo mental con Harry ahora era más fuerte y si el chico quería entrar a su mente ya no había realmente barreras para él, así que un fuerte y claro - "¡Ayúdeme!" - fue lo que resonó en su cabeza, suspiró y asintió.

- Lamento tener que interrumpir el bello momento, pero necesitamos irnos pronto si queremos llegar a tiempo.

Y como Severus creía, realmente no funcionó, de hecho, probablemente causó lo contrario a la reacción que Potter esperaba. Todas habían empezado a llorar, incluso aquellas que parecía que trataban de no demostrar lo afectadas que estaban con la ida del menor. Entre el llanto y el ruido de los demás niños que iban despertando una pequeña voz se podía escuchar de fondo:

- No lloren, vendré visitar, si lloran también lloraré. - a pesar del avisó del pequeño Severus creía que probablemente ya estaba llorando, lo podía ver intentando retenerlas es una batalla perdida.

Conjuró in muy pequeño Tempus sin que nadie de ahí se diera cuenta, casi 30 minutos habían pasado rápido, era hora de irse.

- Harry, es hora de irnos - lo dijo tanto para Harry como para las hermanas. Todas las mujeres asintieron mientras Harry se le quedaba viendo unos segundos, preguntando de manera indirecta si podía despedirse de todas una vez más, Severus asintió.

Harry empezó a abrazar a todas, una por una, a algunas les decía algo al oído y a otras simplemente les daba una sonrisa mientras limpiaba un poco sus lágrimas. La madre superior estaba con Severus, entregándole algunos papeles que faltaban para finalizar por el momento la adopción. Se alejó un poco cuando vió al menor despedirse de la mujer por último.

Cuando por fin estaban por irse del lugar Harry le preguntó una cosa más - "¿Me dejará venir a visitarlas, verdad?" - él asintió y fue lo que el otro necesitaba para hablar por última vez antes de marcharse: - Vendré a visitar cada que pueda, promesa - al igual que Harry, todas levantaron el dedo meñique, en señal de un juramento que tendrían entre ellos.

La última sonrisa que el menor le dió a todas antes de salir sería la sonrisa que sellaría la promesa, una que probablemente estaba atada con la magia del niño.

Salieron de ahí, fueron al mismo callejón dónde se desaparecieron por primera vez, y desde ahí es donde la verdadera historia de Harry James Potter comenzaría.

Proxima parada, estación 9¾.

💗

es cortito, I know, pero sentí importante la primera despedida de Harry para partir al mundo mágico, aunque, obviamente volveremos a escuchar de las hermanas pero no creo que realmente pronto :(

Creo que eso es todo por ahora, a lo mejor actualizo en un par de horas, pero no estoy seguro aún jeje

¡Muchas gracias por leer! toma una frsita → 🍓