ARES #1 // DIOSES DEL OLIMPO

II

No tardó mucho en llegar al lugar donde Luke estaba enseñando a un grupo de campistas el manejo de la espada - Hola Luke, Quirón dijo que necesitabas ayuda -

- Hola Dante. Gracias por venir - respondió este, amistosamente. Luke Castellán, el líder de la cabaña de Hermes y uno de los miembros más veteranos del campamento. Era el típico chico rubio alto y guapito, aunque una horrible cicatriz que le recorría la cara estropeaba toda esa actitud de chico bueno que llevaba. Dante ya llevaba cinco años en el Campamento Mestizo y jamás fue capaz de congeniar con Luke. El chico le caía mal y no podía evitarlo.

- ¿Qué quieres que te enseñe? - preguntó Dante con la intención de picarle.

Aun así Luke mantuvo su radiante sonrisa - Te recuerdo que yo soy el que da la clase - dijo con tranquilidad.

- Algo que no entiendo. Como es posible que las clases de combate las de el hijo de un mensajero y no un autentico guerrero - respondió Dante con la característica arrogancia de los hijos de Ares. Esas palabras cumplieron su cometido y la sonrisa de Luke desapareció para dejar paso a una cara totalmente neutral - ¿Qué pasa? ¿Te has enfadado? ¿Qué vas a hacer? ¿Lanzarme una carta? ¿Tal vez pierdas el próximo paquete que me manden? -

Luke se acercó a Dante completamente dispuesto a pelear. Y por supuesto, el hijo de Ares estaba encantado de estampar su puño en el rostro del mayor - Vale, suficiente - intervino Helena separando a los dos chicos.

- ¿Helena? ¿Qué haces aquí? - preguntó el chico sorprendido.

- Estábamos en clases hasta que has venido - le regañó ella.

- ¿Clases de esgrima? - volvió a preguntar mientras levantaba la ceja.

- Sí, los hijos de Apolo servimos para algo más que para curar tus heridas - respondió ella enfadada.

- Helena... No quería decir eso - dijo Dante al darse cuenta del cabreo de la chica.

- Dante. Si has venido a molestar vete - dijo Luke con seriedad mientras se iba junto con Helena.

El chico se fue del anfiteatro molesto y caminó por los campos del campamento. Soy idiota, pensó mientras iba de aquí para allá hasta que llegó a los lavabos donde varios de los campistas de Ares estaban tirados en el suelo y agua salía a raudales de este sitio - ¿Qué habéis hecho? -

- Nosotros no hemos sido - dijo uno de sus hermanos mientras miraba la puerta de los lavabos asustado. De esta salió Clarisse, volando propulsada por un chorro de agua. Dante se apartó antes de que chocase contra él. Observó la escena expectante y vio como el novato, Percy Jackson, salía de los lavabos completamente seco.

- Estás muerto, chico nuevo. Totalmente muerto - gritó Clarisse furiosa.

- ¿Tienes ganas de volver a hacer gárgaras con el agua de váter, Clarisse? - respondió el chico. Esta se levantó furiosa dispuesta a destrozar a Percy pero Dante la detuvo con facilidad.

- Suéltame Dante. Voy a matarlo - rugió llena de ira mientras daba patadas al aire.

- Cálmate Clarisse... - suspiró Dante, después miró a Percy y Annabeth y les hizo un gesto con la cabeza para que se fueran. Estos hicieron lo que el chico les indicó mientras Clarisse rugía entre los brazos de Dante y este no la soltó hasta que los chicos ya se habían ido.

- ¿Por qué has hecho eso? - preguntó Clarisse enfadada cuando él la soltó.

- Soy el líder de la cabaña de Ares. No puedo permitir que alguno de mis hermanos mate a un novato. Y menos después de haber recibido una paliza - respondió Dante. La chica se acercó y le cogió del cuello de la camiseta pero él no se dejó intimidar. Clarisse y Dante eran totalmente diferentes, a pesar de ser hijos del mismo padre. Clarisse era una chica increíblemente corpulenta y con unos rasgos físicos muy brutos. Dante por otro lado aunque sí que era más alto que la chica era más del tipo de físicos definidos - Ya sabes lo que opino de estos ataques al resto de los campistas. Con lo que me esfuerzo para que a los hijos de Ares nos quiten la etiqueta de animales... - suspiró - En fin, suéltame - ordenó con dureza. La chica le sostuvo la mirada unos segundos y al final le soltó.