Culinary Love (L.S)

Capitulo 1: "Un sueño lejano"

Años atrás...

Louis se encontraba en el atrio de la iglesia como siempre, era su lugar favorito hasta entonces. El lugar era muy pacifico, habían barras hechas de piedra donde la gente podía sentarse a platicar o simplemente a tomar aire (El cual era muy frío por las tardes y más en invierno). A Louis le gustaba por el hecho de que había muchos árboles, era amante de la naturaleza y le encantaba ver cómo las ardillas bajaban de ellos cada que veían a alguien comiendo, se sostenían con sus patitas de las rejas que dividían el lugar del segundo patio de la iglesia para que no pudieran capturarlas. Louis iba ahí muy seguido últimamente, la causa era que sus padres últimamente discutían por todo.

Sus padres... Ambos betas pero por alguna extraña razón Louis había nacido siendo omega, lo atribuyeron a que sus abuelos habían sido alfa y omega. Sus hermanas eran betas así que para Louis era difícil ser el único omega en la familia.

Louis había desarrollado cierta ansiedad a causa de las peleas de sus padres pero él no lo sabía, no conocía a su "Omega" y sabía muy poco de eso, solamente tomaba su mochila y su celular y se iba, caminaba por las calles mientras escuchaba música sumido en sus propios pensamientos hasta que llegaba a ese lugar. Se sentaba a tomar aire el cual era constante y más en las tardes, vivía en un lugar donde siempre hacia frío así que eso empeoraba su situación como omega pues todo el tiempo quería estar acurrucado entre las sábanas.

Estaba sentado viendo a los árboles moverse a causa del viento, sus mejillas comenzaban a sonrojarse junto con su naricita a causa del frío pero no le tomo importancia, sólo pensaba en que al llegar a casa seguramente habría una enorme tensión como siempre.

Muy incómodo.

—¿Estás aquí de nuevo?—Preguntó el sacerdote el cual se sento a su lado. Lo conocía por sus padres (quienes eran muy católicos por cierto) sin embargo era el sacerdote que más le agradaba de todos los que se encontraban allí, tenía la confianza suficiente de contarle lo que sentía y el mayor siempre le daba un consejo... Ambos se trataban con respeto y amabilidad.

—Mis padres de nuevo—El oji-azul suspiro aún viendo como las ramas de los árboles se movían. —Discutieron como siempre, así que solo tome mis cosas y decidí venir aquí—el mayor asintió entendiendo.

—Sabes que aquí eres bienvenido, pero regresa a casa antes de que oscurezca por favor, el camino por el que regresas no es agradable y si necesitas hablar o pasa algo más no dudes en venir a verme—Palmeó su hombro, se levantó y se fue.

Louis suspiro, era cierto que el camino a casa era difícil y más cuando empezaba a oscurecer. Las calles eran un poco pequeñas en cuanto al ancho y muy largas, algunas de ellas eran oscuras a causa de que el ayuntamiento no se molestaba ni un poco en poner las lámparas de las calles, si bien corría con suerte en encontrar algún local abierto que tuviera luz afuera lo cual era imposible, en calles como esas todos cerraban temprano. El sacerdote era un amigo de él, era beta igual y siempre lo escuchaba y aconsejaba cada que sucedía algo, así que Louis agradecía que fuera beta ya que nunca se acostumbraria a un alfa.

Solo a uno: Su mejor amigo.

Tomo sus cosas y bajo las escaleras de la iglesia, tomo el camino hacia su casa. Se sentía frustrado por la situación ya que últimamente sus padres no dejaban de discutir, estudiaba en una preparatoria privada donde tenían pocos alumnos (6 en su salón por ejemplo) ya que no había alcanzado la inscripción en una preparatoria pública, así que se sentía encerrado.

Su padre había decidido pagarle la escuela al final, no lo deja trabajar pues siempre decía: "Ustedes no tienen necesidad de trabajar, para eso lo hago yo, mis hijos no trabajarán hasta que terminen la universidad"

Louis pensó en qué si su padre hubiera sido alfa, sería uno muy complicado.

Cuando llegó a su casa sus padres estaban cenando, su madre lo miro y suspiró.

—Volviste a salir sin permiso y sin avisar, te llamé y nunca contestaste.

—Me quedé sin batería—contesto con simpleza. —Pero estaba en la iglesia, puedes preguntarle al padre Ernesto.

Su madre lo miro dudosa pero termino asintiendo, el oji-azul subió las escaleras a su habitación sin decir nada más.

—Lou ¿A dónde fuiste?—susurró la pequeña Phoebe entrando a su cuarto y cerrando la puerta detrás de ella.

—Salí a caminar—se acostó en la cama y suspiró al poder descansar su cuerpo después de mucho tiempo sentado en esas incómodas bancas.

—Papá y mamá discutieron— La pequeña se cruzó de brazos, era la menor de sus hermanas.

Louis tenía 2 hermanas: Lottie y Phoebe, ambas betas al igual que sus padres, el era el mayor y aparte tenía una media hermana por parte de su papá, la cuál nunca veían a causa de la distancia.

—Pero terminaron reconciliandose y ahora están como si nada, los adultos son unos tontos.

Louis río, su hermana era muy inteligente a pesar de que apenas cursaba el último año de primaria.

—Hey, no no—trato de mantenerse serio y se incorporó. —Bueno, si son pero nunca lo digas enfrente de nuestros padres.

—No soy tonta Lou—chasqueo la lengua y negó.—Tengo mucha tarea, adiós Lou.

El mayor se despidió de su hermana y cuando ella cerró la puerta se dejó caer de nuevo en la cama.

Las cosas no mejoraron, sus padres seguían discutiendo y las emociones de Louis estaban al límite, nadie parecía notarlo... no sabía cómo controlar a sus padres ni como calmar a sus hermanas, al ser el mayor tenía que cuidarlas.

Al final sus padres decidieron separarse, sólo en ese momento Louis agradecía que sus padres fuesen betas o le hubiera costado la vida a su madre, su padre decidió llevar a su madre a Londres donde vivía toda su familia.

Louis sintió que su mundo se venía abajo, tenía que dejar su preciado Doncaster y mudarse con su mamá ya que sus hermanas habían decidido irse con ella también. Louis no las dejaría así que decidió también irse. Dentro de él sentía una profunda tristeza, decidieron vivir temporalmente con una de sus tías mientras encontraban un buen lugar para vivir, Louis lloraba en las noches cuando todos ya estaban durmiendo pero muy dentro de él se prometió cuidar siempre a sus hermanas; Su madre le había dicho que ella trabajaría así que decidió también trabajar para ayudarla.

Sabía que sus sueños se habían ido el día que su padre los había dejado en Londres.

Sabía que su vida estaba arruinada.

Limpio sus lágrimas y suspiró, vio la luna la cuál se podía ver perfectamente desde la habitación que le habian asignado en casa de sus tíos, Al diablo su vida y su pasado...

Se prometió a si mismo trabajar para darle lo mejor a sus hermanas y su mamá, pero algo, muy en el fondo, en lo más obscuro de su corazón, mantenía la esperanza de que un día retomaría su vida y cumpliría su meta y le daría orgullo a su mamá.

Lo haría, pero un día...