Música en Mí. [TERMINADA]

26- El "compañero" de trabajo.

Había tenido la suerte extraordinaria de librarme de mi familia luego de navidad con la excusa que debía trabajar en un par de días.

Así que ahí estaba yo, a las cinco de la tarde alistándome para salir de la sede de la revista, donde solo habíamos cinco personas trabajando.

- Al menos no soy el único raro que trabaja mientras todos están con sus familias.- comentó Jonhatan colgando su bolso en su hombro.

- No me ilusiona mucho estar con mi familia, honestamente.- respondí cerrando el zipper de mi bolso.

- Yo pasé navidad con mi familia y ahora no tengo mucho más que hacer así que vine a trabajar.- se encogió de hombros, sonreí caminando a su lado a la salida.

- ¿Pasarás año nuevo con ellos?- pregunté anotando mi salida.

- Si, supongo que tú no.- respondió, me moví para dejarle espacio. Cuando terminó negué con mi cabeza.

- No, veré películas con una agradable taza de chocolate caliente.- respondí caminando a la puerta.

Como tengo la mejor suerte me topé con la sopresa (no tan sorprendente) que me tropezara mientras empujaba la puerta para salir del edificio.

Y para variarlo, muy convenientemente había alguien, quien creía era un paparazzi, grabándome.

No solo les bastaba con acosarme fuera de mi casa, si no que también fuera del trabajo.

- Estás bien.- preguntó Jonhatan tendiendome la mano para ayudarme a levantarme, solté una carcajada aceptándola.

- Llevaba un par de días sin caerme, tenía mucha suerte.- reí levantándome con su ayuda.

Lo noté incómodo viendo a quien nos grababa, me sentí mal por eso, yo había sido arrastrada a la vida pública y ahora temía que él fuera arrastrado a esto.

- Gracias, hasta luego.- me despedí con la mano y comencé a caminar a mi auto, que muy convenientemente estaba al otro lado.

Sabía que me estaban siguiendo y al ponerme audífonos esperaba que, en cualquier momento me hablara por que sabía que pasaría.

- ¿Qué escuchas, Abril?- preguntó sin dejarme de grabar.

- Tsunami.- respondí abriendo la puerta de mi auto.- Es genial.- sonreí y entré al auto.- Ten bonito día.

Había tomado la costumbre de, cada vez que conversaba con algún paparazzi y le respondía sus preguntas terminaba deseándoles un bonito día, primero, para no terminar la conversación tan cortante y, segundo, para que en caso que ese video terminara siendo público no quería que mi actitud o mis respuestas llegaran a causarle algún problema a Kendall.

¿Cómo salían ellos, con este clima invernal a acosar personas? Si no tuviera que trabajar estaría envuelta en mis cobijas con Winnie Pooh.

El pensamiento de mi oso enorme me devolvió al pensamiento de mi ex, ¿qué estaría haciendo si estuviera en Londres con él?

Posiblemente preparando un pastel para su cumpleaños o algo así.

¿Cumpleaños?

Mañana era su cumpleaños.

Me veía en una especie de obligación moral de desearle feliz cumpleaños en redes sociales para tratar de no ser criticada, aunque una muy buena parte de mi me decía que por más que lo hiciera iba a pasar.

Eso me causó una especie de presión donde, apenas al llegar a mi casa me dejé caer en el sofá y comencé a buscar en ni teléfono entre las fotos que no borré luego de la ruptura pero tampoco me había atrevido a ver.