31- Malas influencias.

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- Kendall, ¿por qué mierdas no te haz levantado?- la voz de Emrik me despertó sobresaltándome.

Mi primer instinto fue cubrir el cuerpo de Abby, quien también se había despertado y por suerte se me adelantó, ahora cubría su pecho presionando la sábana con su brazo.

Mi carencia de privacidad debía ser algo nuevo para ella.

- Ah, hola Abril.- ladeó la cabeza, ella, incómoda lo saludó con la mano.- En dos horas salimos a Toronto.- anunció señalándome y se fue.

Bostecé volviendo a ver a Abby, quien se había movido en la cama, ahora estaba con el rostro en la almohada y gruñía, sonreí pasando mi dedo por su espalda.

- Debería irme ya.- comentó dándose vuelta de nuevo para verme.

- No, quédate un rato más.- alargué quejica.- ¿Y si vas conmigo a Toronto? Es el último concierto y luego soy completamente tuyo.

- Pensé que ya lo eras.- una sonrisa traviesa se asomó en su rostro, mordí mi labio inferior divertido.- Tendría que ir a recoger unas cosas.- murmuró.

- Bien, te acompaño.- me levanté para vestirme.

- Bien.- se sentó en la cama.

- Bien.- seguí, soltó una risita.

- Parfait.- se encogió de hombros.

- Hey, no cuenta en francés.- la señalé buscando en mi maleta una camisa, soltó una carcajada.

Suspiré viendo la puerta del baño, donde se había encerrado para vestirse, lavarse la cara, maquillarse o algo así.

¿Sabría ella que ya la había visto desnuda ayer o era un dato que debía darle?

Salió, efectivamente ya vestida, aún con la sudadera del álbum.

- Me gusta esto.- me acerqué para ponerle el gorrito, sonrió.

- Es mi favorita, ¿tú la diseñaste?

- Con ayuda, si.- confirmé.- ¿Nos vamos?

- Un segundo.- buscó algo en su bolso.

Sonreí cuando la vi sacar una botella morada de perfume y prácticamente bañarse en el líquido de muy agradable olor.

- Listo.- aclaró guardando de nuevo la botella.

A Emrik le iba a dar algo cuando se diera cuenta que no estaba en el hotel, pero me encontré a mi mismo en el auto con Abby conduciendo en dirección a su casa, topándonos con la suerte que no había nadie afuera.

- Sigues teniéndolas.- alargué viendo las rosas, ahora marchitas.

- Si, me dio pena tirarlas.- sonrió subiendo las escaleras.

Miré que casi nada había cambiado en ese lugar, sonreí acercándome a un mueble que tenía una caja marrón encima, la curiosidad me llamó y abrí el tocadiscos, el vinilo de Just One More Kiss estaba puesto.

No hagas travesuras...

No hagas travesuras...

Encenderlo es más fácil de lo que creí.

¿Cómo se le baja el volúmen?

Volví a ver a la habitación de Abby, donde ella aún no salía.

- Apágate.- le susurré presionando el mismo botón con el que lo encendí.- Shhh.- alargué tratando de quitar la especie de aguja como en las películas.

Mierda, creo que lo rompí.

En medio de mi pelea para apagarlo una mano pequeña lo hizo, Abby, en un segundo había hecho lo que yo no pude.

Música en Mí. [TERMINADA]Where stories live. Discover now