[Parte ocho: Celos.]

308 29 6
                                    

Narra Julieta.

Entré al consultorio, allí estaba él. Cómo siempre con su libreta, es tan atento que se dió cuenta que me encontraba en su puerta sin siquiera hacer un pequeño ruido.

—Julieta. ¿Qué haces aquí?

—Somos amigos, ¿no?

—Julieta yo tengo otros pacientes. —Me señala al sillón en donde estaba una chica hermosa, su cabello era negro y liso, unos ojos verdes. Un cuerpo bien desarrollado, es perfecta, una diosa.

—Ya veo.

—...

—...

—Julieta.

—¿Luke?

—¿Puedes retirarte? No puedo hablar con Melanie.

—Melanie. Ya veo. Que les vaya bien. —Dije corriendo lejos de ese lugar.

¿Por qué sali corriendo?

¿Por qué me molesta?

¿Estoy celosa?

¿De qué?

Claro, un psicólogo trucho y una diosa divina, es imposible. No, no puede ponerle atención a él.

Me volví a acercar para pedir disculpas, pero sin siquiera cruzar la puerta se podía oír las risas.

¿Están riéndose? Por dios Julieta, ¿que te importa? Mucho importa. ¿Por qué?

•~•~•~•

Pasada una semana volví a ir al consultorio.
Estábamos frente a frente, ninguno se atrevía a decir ninguna palabra.
Ni siquiera podíamos mirarnos.

¿Por qué?

—Julieta. —Inicia la conversación. —Hace una semana no venías, ¿sabes lo que significa?

—Nada significa.

—Perdimos tres sesiones.

—Siete más y no nos volveremos a ver, tranquilo.

—¿De qué hablas? No vienes aquí a ser amigos, vienes a buscar ayuda.

—¿quién empezó con el cuento de la amistad? ¿Yo?

—Si somos amigos pero eso ya es aparte.

—Es que no entiendes.

—¿Qué es lo que no entiendo?

—No entiendes.

—Mejor dime, ¿por qué dejaste de venir? —Se acerca a mi, para ser exactos se sienta al lado mío. —¿Te molestó cuando te dije que te vayas?

-No, ¿por qué?

—¿Qué sientes ahora mismo?

—Siento que quisiera borrar momentos, cosas, emociones, sentimientos. Quisiera que nadie volviera a saber sobre mi, que todo sea diferente, pero es imposible. No puedo simplemente dejar de existir.

—Julieta, ¿Estás celosa?

—¿Celosa? ¿de qué?

—De Melanie.

—¿Por qué lo dices?

—¿Lo estás?

—Claro que no.

—¿Qué sientes por mí? —Pregunta, Luke.

Me enamoré de mi psicólogo Où les histoires vivent. Découvrez maintenant