Prologo

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Cuando Tsukishima intentaba recordar su vida más allá de Yamaguchi, siempre terminaba frustrándose.
Desde aquella vez que, según Yamaguchi, lo había salvado heroicamente de aquellos niños malcriados, se le había pegado como si fuera un chicle, y no importaba cual malo o grosero fuera Tsukishima, pareciera que Yamaguchi había llegado para quedarse.

"Cállate, Yamaguchi"
"No quiero seguir jugando Voleibol contigo, ¿no te basta con las prácticas"
"Quítate de ahí, estorbas"

—¡Maestra, Tsukishima está siendo malo con Yamaguchi de nuevo!

—¡Tsukishima, sé bueno con tu amigo, por favor!

Tsukishima bufó. Ni siquiera consideraba a Yamaguchi como su amigo en aquellos entonces, pero al tenerlo a su lado todo el tiempo, la gente empezaba a pensar que si.
Quizás, por la presión social, o por pura costumbre, eventualmente Kei también empezó a verlo como un amigo.

—¿Ves? ¡Te dije que no había nadie que se apellidara Tsukishima jugando en Karasuno!

Kei ya no lo escuchaba. No era necesario. Del otro lado de la cancha, pudo verlo con sus propios ojos.

—¡Eso ya lo sabe! ¿puedes parar de una vez?—Yamaguchi se apresuró a contestar, sorprendiendo a su compañero. Se veía más enojado que el propio Kei. El rubio ni siquiera había vuelto a decir una sola palabra desde aquel momento.

Cuando Kei decidió irse, Yamaguchi no se calló. Siguió a Tsukishima todo el camino hacia la salida, ignorando los gritos de su otro compañero, que les preguntaba si no iban a ver el resto del partido.

—Seguro que tu hermano también juega bien, Tsukki. Es una lástima que no esté jugando por ahora, pero el simple hecho de que se esté esforzando tanto por tener un lugar lo hace genial, ¿No?

—¿Por qué estás intentando consolarme? No lo hagas, da asco.

Yamaguchi se detuvo en seco.
"Por fin se cansó." Concluyó Tsukishima. Sin embargo, cuando aquella idea pasó por su cabeza, no se sintió tan aliviado como pensaba. Este sentimiento...
Tsukishima ya había olvidado lo vacío que lo hacía sentir estar solo.

—¿Cómo de que por qué? ¡Porque somos amigos, duh!—la dolorosa punzada en el pecho de Kei, de inmediato fue reemplazada por un calor agradable.—¡Y la parte buena de tener amigos, es que ya no tienes que enfrentar las cosas que te lastiman tú solo!

Ah.

—Cállate, Yamaguchi.—quizás haya sido por el calor, pero a Yamaguchi le pareció, por unos momentos, ver a Tsukishima con las mejillas rojas.—Me voy a casa.

—Perdón, Tsukki.

—¿Quieres venir a cenar?

La verdad era que Yamaguchi se había ganado un lugar como el amigo de Tsukishima limpiamente.

—¡Ahhhh! ¡¿Puedo hacerlo?!

—Si no se pudiera, no te hubiera invitado.

—¡Muchas gracias, Tsukki!

Un lugar que poco a poco fue creciendo, y ocupando un lugar más grande en su corazón. Lento pero seguro, fue metiéndose en la vida de Tsukishima, al punto que ya no la consideraría vida si Yamaguchi no estuviera ahí.

Ugh, para que negarlo. Lo que sentía por Yamaguchi había pasado tan gradualmente a amor, que cuando Kei se dio cuenta, ya era tarde para detenerlo. Y si se hubiera dado cuenta antes, lo más probable era que tampoco hubiese podido hacerlo.

—¡Estuviste increíble en ese partido de práctica, Tsukki!

—Gracias. También estuviste genial.—Kei de verdad lo pensaba. No se detuvo a platicar con él, simplemente le pasó una mano por la cabeza, desacomodándole un par de cabellos en el proceso, y se dirigió directo a cambiarse.

Tanaka escupió la bebida energética que Yachi acababa de darle. A duras penas, la manager pudo hacerse a un lado a tiempo, pues estaba igual de impactada por lo que acababa de suceder.

—Oigan, ¿qué fue eso?—Noya apenas habló, recuperándose del shock del momento.

—Creo que... Tsukishima acaba de ser amable con Yamaguchi.

—¡Pero también le ha mostrado afecto!

Sugawara sonrió nervioso.

—¿En qué horrible concepto tenemos a Tsukishima como para sorprendernos por eso?

Sin embargo el más sorprendido de todos resultó ser el mismo Yamaguchi, que se quedó paralizado, en medio de la cancha. Con la cara roja, sintiendo como el calor poco a poco le subía hasta sus orejas.

—¡Daichi, Yamaguchi no responde!

—¡¿Está respirando siquiera!?

—¿Tendrá fiebre?

—¡¿Se estará convirtiendo en un tomate?!

—¡Hinata, eres un idiota!

Tsukishima no era ajeno a nada de esto. Desde la entrada del gimnasio, pudo ver su reacción, incluso si fue de reojo. Claramente, Yamaguchi le correspondía.

Kei pensaba que el asunto estaba por cerrarse. Simplemente Yamaguchi se le declararía, Tsukki no lo rechazaría y ambos podrían continuar con sus vidas como hasta ahora. Ya lo hacían todo juntos, no es como si algo fuera a cambiar.
Pero, no podría estar más alejado de la realidad. Su extraño caso de amor correspondido pero ignorado, acababa de empezar.

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holi.
Apenas estoy volviendo a escribir después de un largo receso, esta vez para el fandom de haikyuu!
Pensé que hacer algo ligero, solo para desestresarme. El 90% de la historia ya está completa, solo tengo que escribir unos párrafos más y revisar si algo falla.
No esperen mucho, solo tenía ganas de escribir algo cute de esta pareja que me gusta muchísimo. Si todo sale bien, será una trilogía de historias que empezará con el tsukiyama.
Edit rápido por mensa: si no lo notaron la primera parte es un flashback de cuando Tsukishima describió que su hermano le había mentido. La segunda es la actualidad con ambos jugando en Karasuno. Perdón si no me di a entender bien unu

El asunto | el caso de Tsukishima Kei | Tsukiyama Donde viven las historias. Descúbrelo ahora