El asunto aquí, era que Yamaguchi parecía enamorado de Tsukishima. Y lo sabían todos, absolutamente todos. Incluido el distraído de Hinata, que siempre andaba viviendo en su pequeño mundo de voleibol. También Yachi, que constantemente procuraba no i...
—¿Cómo vamos a terminar de resolver el asunto de los rumores?—Hinata, Yachi y Kageyama se miraban entre ellos, justo frente a la entrada de la escuela. Shoyo sabía que quizás no era buena idea dejar que Hitoka caminara por los pasillos totalmente sola por ahora, y Kageyama no podía estar junto a ella todo el día para aterrorizar a cualquier persona que intentara acercarse.
—Miren, ahí vienen Tsukishima y Yamaguchi, ¡quizás tengan una idea!
A lo lejos, Tsukishima ya podía escuchar a los estudiantes señalándolo y susurrando a sus espaldas.
—Maldición, son tan molestos.—gruñó Kei, y bueno, la verdad era que también empezaban a incomodarle a él. Así que simplemente espero a que se juntara más gente en la entrada, tomó a Yamaguchi de la cintura y le pegó un beso fugaz en los labios.
Tadashi sintió que el aire le faltaba de nuevo, las mejillas arderle y el cuerpo paralizado. Su novio tuvo que tomarlo de la mano para sacarlo de ahí, frente a los ojos de todos.
Bueno, ahora estaba más que claro que no estaba saliendo con Yachi.
—Ah.—Shoyo se encogió de hombros.—Parece que ya está resuelto.
—¿E-Eh?
—Supongo que ya podemos ir a jugar voleibol y olvidarnos del asunto.—Tobio asintió, muy de acuerdo.
—¿EH?—Yachi aún estaba procesando que esto se había terminado. Así de fácil, así de rápido. También parecía ser la única sorprendida por la escena que acababan de protagonizar sus amigos.
—¡Vamos a ver quién llega primero al gimnasio!—exclamó Shoyo emocionado, empezando a correr a toda velocidad. Kageyama no lo pensó dos veces y fue tras de él.
Yachi solo los vio doblar la esquina antes de que la voz de Daichi retumbara por los pasillos.
—¿A DÓNDE CREEN QUE VAN USTEDES DOS? ¡VAYAN A CLASE!
Yachi sonrió nerviosa, pero la verdad estaba muy aliviada. Y contenta de tener amigos como los del club de voleibol de Karasuno.
—¡Yachi!—Shoyo le gritó desde al menos unos cinco metros de distancia.—¿ESO QUE TIENES EN EL CABELLO ES UNA ORUGA? ¡DIOS MÍO, ES ENORME!
—¿EEEEEEEEH?
Ah. Solo otro día más siendo Yachi. No lo cambiaria por nada, después de todo, su lugar en el mundo estaba en el club de voleibol de Karasuno. Ya no le cabía duda.
......................................................................... Nota final:
(?)
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Ahora si chao bandita, gracias por leer uwu No olviden tomar agua, sana distancia, lavarse las manitas y que tsukiyama canon, claro que si como de que no.
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